─¿Empezamos?─ dijo Kike transformándose en lobo también.
Key también se transformó en lobo y los tres estaban frente a mi uno al lado del otro. Era maravilloso. Una vista asombrosa. Eran tan grandes y hermosos, un pelaje grueso pero suave. Kike era de color blanco, y los gemelos de un color marrón chocolate. Los tres tenían sus dientes afuera y sus patas delanteras un poco inclinadas hacia mi en posición de ataque.
─Busca las cosas que trajiste de tu casa y usa eso para defenderte. Puedes usar tu pistola de pintura así sabremos donde diste y de una vez prácticas puntería─ dijo Chase.
─No entiendo nada, ¿que van hacer? ¿Porque Evan dice que no me lastimen?─ estaba aturdida.
─Esto se pondrá bueno─ dijo Nick desapareciendo de mi vista y volviendo aparecer de nuevo pero esta vez trepado en un árbol.
Todos desaparecieron. Me encontraba en el medio del bosque sola así que decidí caminar. Tenía utensilios para defenderme escondidos en distintas partes, algunos en mis botas, otras en el pantalón y hasta en el pañuelo que tenía en la cabeza.
Caminaba a paso lento mirando todo a mi al rededor. A lo lejos vi un celaje correr de un lado a otro y me escondí.
Las palabras "No tengas compasión con nosotros" resonaban en mi cabeza como si las escuchara en voz alta. De mi bota saqué una tijera que encontré en mi mesita de noche y la partí quedándome con un lado solamente. Sin darme cuenta había un lobo a mi lado enseñándome los dientes, retrocedí unos pasos, pero el lobo seguía acercándose. Ese lobo era Keith.
Yo daba un paso y el daba tres. Me enredé con una rama mientras caminaba de espaldas y caí dándole al lobo una oportunidad para atacarme. El lobo brinco hacia mi, apreté la tijera en mi mano derecha y cuando el lobo cayó encima de mi se la enterré en un costado. El lobo dio un chillido y aulló. Salí corriendo lo más rápido que podía, y cuando me sentí sola me tire al suelo y recosté mi espalda en un tronco para poder respirar mejor. Pero la tranquilidad no duró mucho, del árbol de al frente cayeron Kenny y Nick.
"Oh vamos, dejen que al menos respire"
─Hola─ Kenny tenía los ojos rojos al igual que Nick.
─¿Vienen por su castigo?─ dije con la respiración entre cortada mientras me ponía de pie. Ellos se miraron y comenzaron a reír.
Kenny corrió hasta mi y en dos segundos ya estaba lanzándome por los aires, yo diría que a cien pasos de alli. Lo único que se escuchaba eran mis gritos mientras caía en alguna parte del bosque. Cerré los ojos y para mi sorpresa unos fuertes brazos me sostuvieron cuando ya estaba cerca del suelo. Abrí mis ojos y era Nick.
─Te tengo─ sonreía malvadamente.
─Pero no por mucho─ de mi otra bota saque un lápiz y se lo enterré en un brazo a Nick y cuando iba a empezar a correr Kenny venia en mi dirección. Saque la pistola de pintura de la parte trasera de mi pantalón y le dispare en la frente.
Corrí sin mirar atrás, sin saber donde habían quedado Kenny y Nick. Ya los pies me dolían de tanto correr cuando de mi lado izquierdo salió un lobo blanco tirándome al piso.
─Auch, Kike, eso dolió─ el lobo gruñó. No sabia que hacer, las ideas se me acabaron y no tenía mucho tiempo. Si esto hubiera sido real con personas malas estoy segura que ya habría muerto. Y fue ahí cuando vi que al lado de mi mano derecha había un tronco. Lo tome y lo golpee en la cabeza haciendo que el lobo retrocediera y sacudiera la misma.
Me arrastre con cuidado pero el lobo se dio cuenta de que trataba de escapar y movió su cabeza bruscamente hacia mi y me gruñó. Dio un aullido y a los segundos apareció otro lobo. Otro lobo llamado Key.
─Mira a quien tenemos aquí─ me incorporé─ son Key y Kike.
De mi bota saque un silbato que ahuyentaba a los perros, es de mi padre. Lo tenía descuidado en el sótano, así que me lo lleve. No sabía si funcionaria con lobos, pero aun así me lo lleve por si acaso. Lo soné y los lobos cerraron sus ojos y se inclinaron tratando de soportar el ruido que para mí era inaudible. Segundos después salieron corriendo y ya no los vi más. Si funciono, y agradecí mentalmente a mi padre por eso. Respire fuerte y mire todo lo que me rodeaba.
Camine a paso lento, muerta del cansancio, pero sabía que esto aun no terminaba. Me arrepentí de no haber traído una botella de agua por que estaba seca. Sentí unos brazos que me rodearon por la espalda.
─Hola preciosa─ su voz sonaba tan suave y sus brazos me hacían sentir protegida.
─Hola─ dije, mientras me volteaba. Sus ojos estaban rojos y tenían una explosión de color negro.
─Me encantas tanto─ Evan acariciaba mi mejilla mientras me agarraba por la cintura. Se inclinó y me beso. Un beso lleno de pasión.
"No confíes en nadie"
─Tú también me encantas─ con mi mano derecha saque de la parte trasera de mi pantalón una pequeña cuchilla, me despegué de Evan y se la enterré en el estómago. El cayó de rodillas ante mi sonriendo y me dio pena. Me sentí mal al hacerlo, pero aun así con mi pierna derecha lo hice caer de lleno al piso y comencé a correr. A lo lejos escuche como decía "esa es mi chica".
Lo que estaba a punto de hacer era una locura y sé que luego de hacerlo me iba arrepentir, aunque de solo pensarlo ya lo estaba. A los vampiros les atrae la sangre ¿verdad? Y solo me faltaba Chase. Respiré profundo y con la cuchilla hice un corte en mi brazo izquierdo.
DUELE COMO LA MIERDA
─Aaghhh, mierda─ grité mirando como de la herida brotaba sangre.
Respire profundo aguantando el dolor y camine unos cuantos pasos dándole tiempo a que Chase apareciera. Caminé hasta un árbol y me recosté. Quite el pañuelo de mi cabeza he hice un torniquete en la herida para que dejara de sangrar.
─Estas loca? ─ Chase caminaba a pasos lentos hacia mi hasta que se detuvo a observarme─ ¿Enserio hiciste eso? ─ Chase estaba serio, nada de esto le daba gracia. Sus ojos estaban rojos y brillaban.
─Oye no me culpes─ resople.
Ya no tenía nada más. No tenía como defenderme, las ideas huyeron de mi cuando vieron a Chase. Pero me quedaba algo, la pistola con la que le dispare esta mañana. La saque y lo apunte. El se rió, de seguro recordando lo sucedido. Empezó a caminar hacia mi y yo le dispare, pero para mi mala suerte ya la pintura se había acabado así que le tire con la pistola en la cara y en los milisegundos que cerro sus ojos comencé a correr. Escuche un gruñido detrás de mi y frente a mi una sombra a lo lejos. Chase estaba brincando por encima de mi para caer como todo un profesional frente a mi. Alzó su cabeza y me gruñó enseñándome los dientes.
─Eres un vampiro, pero sigues siendo hombre─ le di una patada en el tesoro que le dio la vida para tener hijos haciéndolo caer arrodillado ante mi como hizo Evan, pero Chase agarraba el área afectada. Salí corriendo hacia el lugar en donde todo empezó. Se suponía que ya todo había acabado.
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Hola espero que este capítulo haya sido de su agrado.Me reí y disfruté mucho escribiéndolo
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