Esa noche regresamos a casa sin ninguna información, sin ninguna pista que nos condujera a los Jetrish. Esa misma noche decidí que ya no quería que me vigilarán y me protegieran, y aunque los chicos no estaban de acuerdo accedieron. Nadie me lo decía, pero yo sabía que todas las noches Evan venía mientras dormía y se iba poco antes de que saliera el sol. Sus caricias me lo dejaban saber.
Mis padres volvieron de su viaje de negocios cuando recibieron mi llamada para informales que Bakira y Kike se habían ido para siempre.
─Hija, ¿estas segura de que se fueron para no volver?─ Pregunto mi madre.
─Si, madre─ Dije triste, entregandole una carta que supuestamente Bakira dejó.
─Pero es que Bakira no es así, el nunca haría algo como eso. No es propio de él─ habló mi padre.
Y es que tenía razón, Bakira jamás nos abandonaría, pero yo no podía contarles la verdad. Aún no era el momento. Mis padres insistieron en contratar a otro mayordomo pero yo dije que no, no quería y no lo necesitaba.
Las vacaciones se acabaron, y debíamos regresar a la escuela. Aún no conseguíamos ninguna información de los Jetrish, así que tratamos de seguir con nuestras vidas, aunque con cautela he investigando todo lo que podíamos. Seguramente los Jetrish ya sabían lo sucedido con Joe y estaban tomando precaución alejándose un poco de los problemas. Tomando las medidas que más les convinieran. O quizás planificando su venganza y como robar el collar.
─Hola─ escuché que alguien me saludaba mientras me encontraba guardando unas cosas en mi casillero.
─Hola─ respondí con una sonrisa girándome hacia la persona. Era un chico que nunca había visto antes.
─ Nikishell, ¿verdad? ─ dijo con una muy hermosa sonrisa.
─Si, esa soy yo. ¿En qué te puedo ayudar? ─ dije amable.
─Soy Asher─ me extendió la mano.─ Soy nuevo.
─Un placer Asher─ le di mi mano, y como si leyera mi mente, se apresuró para hablar.
─El director me dijo que te buscara, ya que eres uno de los estudiantes más amables en este lugar. Espero no incomodarte. ─ Me sorprendió. Realmente solo evitaba a la gente lo más que podia.
─Para nada─ contesté ─Siempre es bueno hacer nuevas amistades, y más si te buscan por tu amabilidad.
─Aléjate de ella─ Asher abrió los ojos y miró detrás de mí encontrando al dueño de la voz. Puse los ojos en blanco y sonreí.
─Basta, Evan─ Me gire para observarlo. Sus ojos estaban más negros que nunca y en cuestion de segundos hicieron una intermitencia de negros a rojos y luego negros de nuevo. Abrí mis ojos asustada. Fue maravilloso, sin embargo había sido frente al chico nuevo y yo esperaba con todas mis fuerzas que no se hubiera dado cuenta de eso.
─Largo─ Espetó. En ningún momento me miró, sus ojos estaban clavados en Asher y tenía la mandíbula apretada, parecía que en cualquier momento se rompería los dientes. Cuando me dispuse hablar Asher me interrumpió.
─Lo lamento mucho, no era mi intención molestar.─ me miró ─ Lo siento─ dio media vuelta y se fue.
─¿Que mierda fue eso?─ le reclamé a Evan. Sus ojos se clavaron en los míos y se fue sin decir nada.─ Hey, te estoy hablando─ pero el ya no estaba.
¿Que mierda había sido eso?
El día transcurrió normal. No volví a ver a Evan en todo el día. Creo que se fue, ya que no entro a ninguna de las clases que compartimos, estaba tan molesta que no me importó.