Desde la cama, Nami estudiaba el rostro del chico mientras la habitación se quedaba en un total silencio. Los segundos pasaban y la expresión de felicidad de Luffy no cambiaba. Estaba realmente confundida, ¿cómo era que ese hombre, el cual ella debía buscar, estaba plantado al lado suyo con una enorme sonrisa?
—¿Y tú cómo te llamas? —preguntó acercando su cara a la de ella. En ese instante él pudo testificar el color de esos ojos que lo miraban con sorpresa: eran de un marrón oscuro y claro a la vez, eran como una mezcla de caramelo y café.
Y al mismo tiempo, los grandes y oscuros ojos del moreno, que mostraban tanto interés en ella, la estuvieron incomodando hasta el punto de verse obligada a apartar la mirada. Era inevitable para cualquiera ponerse nervioso bajo la atenta mirada de uno de los grandes piratas, aun así no le mostraría sumisión si era lo que buscaba.
—Oe, pero al menos contéstame... —protestó él haciendo un puchero.
Esa actitud tan simple e infantil no era propia de un guerrero de mar, pensó Nami, y a la vez no supo contener una pequeña carcajada que consiguió divertir a Luffy.
Tal vez sí podía permitirse relajarse un poco.—Soy Nami. ¿Cómo he llegado hasta aquí?
—Estás en uno de los hospitales de la isla. Te encontré en un río desmayada. ¿Qué te pasó?
Entonces su mente quiso hacerle recordar el intento de cruzar el río que acabó en fracaso, además de proyectarle imágenes que le saturaron la cabeza: se veía en los brazos de una silueta quien corría con más gente alrededor, después solo pudo acordarse fugazmente del fuerte olor a medicina y antibióticos. Todas esas proyecciones simultáneas le provocaron un mareo insoportable.
—Nami, ¿¡estás bien!? —al ver como la muchacha se sujetaba fuertemente la cabeza le fue a sacudirle el brazo para infundirle ánimo.
—¡¡No me toques!! No me toques —tembló.
—Er... perdón —se excusó él sin saber muy bien cómo proceder.
—No... Perdóname a mí, ha sido un reflejo...
—Tranquila, a mí no me afectan esas cosas, shishishi. Por cierto ¿ya te encuentras mejor?
—Sí, aunque aún me sigue doliendo la cabeza un poco.
Era extraño. No veía indicios de que Luffy quisiera aprovecharse de la situación, mientras que ella estaba desprotegida y debilitada él tenía la oportunidad perfecta para abalanzarse y agredirla como acababan haciendo todos. ¿Por qué tardaba tanto? ¿O es que acaso tenía la consideración de amenazarla una vez ya fuera del hospital? ¿Y de qué manera conseguiría unirse a la banda sin que sospecharan de ella? Qué cruz de misión.
* * * * * * * * * * * *
—¡¡Auxilio, socorro, los Mugiwara están aquí!!
—Cálmese, señor. Primero dígame con quién hablo e informe acerca de su localización.
—Únicamente les diré que trabajo como recepcionista en un pequeño hospital situado en la plaza principal de la isla Worsk Nian, los Mugiwaras están siendo atendidos ahora mismo. ¡¡Vengan cuánto antes!!
—Ignoro el porqué accedieron a ayudarlos, en todo caso ahora mismo no puedo enviarles a nadie. Evacuen todo el edificio si es posible, e informen al cuerpo de seguridad local.
El comandante dejó caer su pesado cuerpo en el sillón de cuero del despacho después de haber colgado la repentina llamada del recepcionista. Todo el mundo estaba al corriente de que esos infelices piratas se encontraban en esa isla gracias a los periódicos, era imposible que ese tonto recepcionista ignorase el hecho de que esos desenfrenados andaban por su zona.
ESTÁS LEYENDO
TRAICIÓN PLANIFICADA (Luffy×Nami)
FanfictionNami se ve involucrada en una misión un tanto complicada: su capitán Eustass Kid, uno de los piratas más temidos de la era actual, la envía a infiltrarse en la tripulación de los Mugiwara. Se verá obligada a fingir ser una más del grupo con la misi...