Manchas surgieron de la nada tiñendo el cielo de un gris apagado impidiendo el paso de los rayos solares.
Luffy ansiaba con poder verla despierta y conocerla y esas nubes que parecían cargadas de agua no le hacían la menor gracia, ya que trotar por barro no era algo muy agradable que digamos. Por suerte para ellos la lluvia no se presentó en esos momentos.
Pequeñas casas de piedra fueron lo primero que deslumbraron, más al fondo había edificios más importantes. Como la tripulación ya había estado rondando por ahí los tres días anteriores ya sabían situarse un poco, por lo que se dieron prisa para buscar el pequeño hospital. El centro consistía en una gran plaza con bancos, árboles en hilera y poco más.
Antes de entrar en el hospital, Luffy le tendió a Usopp la chica. Abrumado se dirigió al mostrador.
—¡Tenemos una chica gravemente herida, os ruego que la atendáis lo antes posible, por favor!
—Inaceptable. Usted no puede entrar con ese comportamiento salvaje y exigirme que por arte de magia les consiga atención médica. Le comento que el coste estaría fuera de su alcance si lo juzgo por su aspecto —increpó el recepcionista —Lo mejor será que vaya a otro lugar, nosotros no nos hacemos cargo de forasteros.
—¡Si no viene un médico ahora mismo y la atiende juro que te pateo el trasero! —replicó poseído por la cólera mientras agarraba al hombre por las solapas de la camisa.
—Cálmate, cabeza hueca. ¿Siempre tienes que armar estos jaleos o qué pasa? Déjame hacer a mí Luffy. Aparta —Sanji que se interpuso entre ellos —¡Escúchame escoria, esta pelirroja maciza necesita un médico que la revise o sino morirá, como caballero que soy no puedo dejar que eso suceda y si para impedirlo he de amenazar a muerte a un recepcionista de mierda como tú, lo haré sin dudarlo!
El hombre que nunca en su vida trató con hombres tan agresivos como esos se acobardó. Tímidamente les comunicó a los piratas que ya podían pasar a la habitación 707 donde los esperaba el doctor Kerl.
Tal vez eran alucinaciones suyas y era un disfraz pero uno de ellos era un maldito esqueleto, además algo tenía el chico de la cicatriz bajo el ojo izquierdo que le inquietaba. Entonces algo en la cabeza del pobre hombre hizo "click" cuando se fijó con más detenimiento. Se le perló la frente de sudor, y la boca se le secó: ¿¡cómo no los había reconocido antes!? ¡Ese joven era ni más ni menos que Monkey D. Luffy! Con torpeza agarró nervioso el teléfono y llamó a la Marina.
* * * * * * * * * * * *
Todo fue como la seda, al entrar el doctor Kerl los recibió con cortesía a diferencia del presuntuoso recepcionista. Ellos le ilustraron todo lo que sabían acerca de la muchacha, que sin saber quién era ni de dónde provenía ellos se comprometían a pagar lo que fuera falta, ya que fueron ellos quienes la encontraron. Una vez hablado todo, dejaron a la chica reposar en la cama para ser revisada por el médico mientras los cuatro varones salían fuera de la habitación.
Se sentaron en unos bancos del pasillo y no pasó mucho tiempo cuando se presentó la otra mitad del grupo.
—¡Luffy! ¿a qué se debe todo esto? —exclamó Zoro un poco mosqueado pero sin parecer realmente enfadado.
—Chicos... Han ocurrido cosas, por cierto ¿dónde estabais y cómo nos habéis encontrado?
—Os hemos perseguido y al ver que entrabais aquí hemos preguntado en recepción. Ahora que yo te he contestado hazlo tú.
Sin más dilaciones, Luffy les relató todo a sus compañeros. Él quiso mostrar indiferencia al explicarlo pero en sus adentros estaba nervioso por si sus amigos le pudieran cuestionar el porqué de tanto afán en salvar a esa desconocida, que en realidad ni él sabía la respuesta.
ESTÁS LEYENDO
TRAICIÓN PLANIFICADA (Luffy×Nami)
FanfictionNami se ve involucrada en una misión un tanto complicada: su capitán Eustass Kid, uno de los piratas más temidos de la era actual, la envía a infiltrarse en la tripulación de los Mugiwara. Se verá obligada a fingir ser una más del grupo con la misi...