Ese atardecer después de tan inesperado desengaño, por fin habían llegado a la pequeña isla nombrada Arsiren. Era algo irrelevante que los Mugiwaras desconocieran el título de esa porción de tierra rodeada por aguas revueltas y contaminadas, no esperarían a que Robin despertase del desmayo y los informase.
Zoro a sabiendas de que no le cundía al capitán descubrir la verdad sobre Nami decidió esperar hasta que la luna se encontrara en todo su apogeo. ¿La traición le dolería? ¿O seguramente lo colmaría de ira? Eran preguntas que el espadachín se formulalaba mientras iba de camino a la enfermería del Sunny.
Eran tan pocas las posibilidades de que Luffy decidiera no hacerle pagar las consecuencias a la bruja carroñera, no obstante, si por casualidad se mostraba el caso, Zoro sin dudas reconsideraría abandonar la tripulación. Ellos eran piratas y el orgullo nunca debía ausentarse dentro del barco ni fuera de él. Conocía el amor que afloró en su entorno; sí, él también lo había notado, Sanji y Robin no eran los únicos observadores de la banda aunque ellos se gloriasen de que sí lo eran. Él conocía al ajetreado moreno como la palma de su mano, supo al segundo que su viejo amigo se había enamorado de aquella mentirosa.
—Luffy, todos estarán a punto de volver. ¿Cuáles son tus siguientes órdenes después de haber escuchado todo esto? —escupió el vice capitán insensible.
—...
—Luffy.
—¿Qué? —consiguió decir aun con un nudo de desazón en la garganta.
—Ella se encuentra escondida en algún rincón de esta isla. Una vez que recuperemos lo que es nuestro, no dejaremos que se vaya, ¿cierto?
—Zoro, piénsalo bien... Algo tenéis que haber malentendido. ¡Ella no sería capaz de... —sangre salió impulsada de su garganta —¡¡Coff... Coff...!!
—Ey, ¿estás bien?
—Mierda... ¿¡Por qué no me lo dijisteis antes!? ¡¡Si lo hubiera sabido, yo... yo...!!
—¡Cálmate! Aún no estás recuperado, cuánto más grites más toserás sangre, además, ¿crees que algo hubiese cambiado? El barco no va a ir más rápido porque tú estés enterado. Escucha, esa desgraciada se ha atrevido solo porque el capitán está por los suelos, es motivo suficiente para vengarse.
—YO soy quien manda, nadie le pondrá una mano encima si yo no lo ordeno.
—Qué testarudo...
—Coff, coff... ¡Tiene que haber algún error! Esta mentira yo no me la trago.
—¡Hey! ¿Y ahora a dónde crees que vas tan malhumorado?
—Voy a buscar personalmente a Nami, a ver si delante de mí se atreve a soltar que el futuro Rey de los Piratas ha sido estafado por una ladrona novata, ¿algún problema?
—Vaya, conque así están las cosas... No, adelante. Es solo que no me esperaba este cambio de actitud tan repentino —sonrió orgulloso tras haber conseguido lo que quería.
—Cuando lleguen los demás, volved a buscarla en lo que queda de noche —mandó un Luffy con un tono escalofriante antes de desaparecer de la enfermería.
*
*
Nadie sabía lo que realmente pensaba Luffy, ni lo que tramaba. Ante esa actuación, Zoro ponía en cuestión si era verdadera o si había fingido para convencerlo y poner a salvo a la pelirroja de sus katanas. Si era así, el muy cabrón era listo cuando le convenía, pensó él.
—¿Lo que queda de noche? ¡Y una mierda, déjanos descansar! La hemos estado buscando por tres horas —se quejaba Sanji —Pero claro, como tú marimo de mierda te has quedado en el barco sin hacer nada, te importa un bledo.
—Que yo sepa nadie ha querido quedarse a hacer guardia en el barco. Y que conste que lo otro no lo digo yo, lo dice Luffy.
—¿Luffy? No me digas que él también ha salido a buscarla en las condiciones que se encuentra... —musitó Chopper.
—¡Serás idiota! Habíamos quedado en que todos se lo diríamos mañana. ¿Por qué coño has tenido expresamente que contárselo tú y encima vas y dejas que se largue? —exclamaba el rubio.
—Que ya no es un crío y mañana sería demasiado tarde. Va, basta de cháchara. Chopper, quédate tú esta vez al cuidado de Robin.
—¡De acuerdo! Chicos, traed de vuelta a Nami antes que amanezca.
—Hablas de maravillas. Las calles están atestadas de gente, será difícil distinguirla y más si va disfrazada —dijo Usopp.
—Nosotros también jugaremos a ese juego. Lo haremos para no llamar su atención —aportó Franky.
Los esfuerzos de los Mugiwaras por esconder sus identidades no fueron en vano, sin embargo, se olvidaron de que cierto individuo con sombrero de paja sin pudor alguno en ser descubierto caminaba tan campante por las concurridas calles de Arsiren; isla de las más influyentes a nivel mundial en el comercio, en el entretenimiento, las artes y la moda.
Sin preocupación aparente, un Luffy impasible, frío y distante se paseaba entre el júbilo de los que sí disfrutaban esa noche callejeando pudiendo así disfrutar de la alegría que el ambiente festivo brindaba.
No paraba de escupir sangre, su cuerpo le dolía y le pedía volver al reposo. Sentía que la fiebre subía cada vez más y que en cualquier momento iba a desfallecer, pero más le dolía que Nami le hubiera engañado. Necesitaba una respuesta ya, él le daría las oportunidades que quisiera para que le explicara todo con calma, él la escucharía. Si dinero era lo que necesitaba, él podía entenderlo; si trabajaba de ladrona porque alguien la obligaba, él se desharía de un bastardo así... todo eso a cambio del mapa claro, porque si se negaba, se vería obligado a no ir a buenas e ir a malas.
Remontaba a ese día que la encontró en el río con aquella herida en la frente. Qué nostalgia, pensó. Recordar los momentos vividos junto a ella le provocaba un malestar en el estómago y a la vez le ayudaba a alimentar ese autoconvencimiento de que solo se trataba de una chica inocente que debía estar a disposición de algún depravado, sí, pensar eso lo tranquilizaba. Nami era Nami al fin y al cabo.
De repente, cayó de rodillas al suelo.
Alguien le había clavado un pequeño pero potente dardo anestésico por la espalda.
—Esto es tan eficaz que te tendrá dormido por cuatro días o más... Que descanses, Luffy.
Cuando este al reconocer la voz logró girar la cabeza con todas sus dificultades, ya no había nadie.
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TRAICIÓN PLANIFICADA (Luffy×Nami)
FanfictionNami se ve involucrada en una misión un tanto complicada: su capitán Eustass Kid, uno de los piratas más temidos de la era actual, la envía a infiltrarse en la tripulación de los Mugiwara. Se verá obligada a fingir ser una más del grupo con la misi...