CAPÍTULO 27: VIVE

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Aquella bomba de luz amarilla acompañada con su estruendo retumbó en tierra y en mar, quebrando la armonía del cielo. 
La gran bomba de luz había sido el detonante de la desintegración del cráter del famoso Gran Volcán de Erlandia. Era evidente que el gran almirante Kizaru era dueño de esa catástrofe. Los Mugiwaras rezaban por que eso no hubiese sido lo suficiente para dejar a Luffy fuera de combate.

Tras el gran destello cegador difuminarse veloz como en un chasquido de dedos, el cielo recobró su respectivo azul cerúleo. Todos en el Sunny quedaron paralizados en sus posiciones sin ser capaces de mediar palabra, a algunos se les paró el pulso mientras a otros se les aceleró demasiado: aquello había ocurrido en milésimas que no hubo tiempo para reaccionar.

Aún sin haberle dado tiempo a procesar lo acabado de ocurrir, Nami se obligó a obrar: se zafó de los brazos de Robin que la tuvieron aprisionada, los cuales desflorecieron al acto y con ansias se abalanzó sobre la baranda. Al asomarse y fijar la vista al volcán; o lo que quedaba de él, se le instaló una ansiedad indescriptible en el pecho, pues desde esa distancia en la que se hallaba el barco le era imposible interpretar alguna pista sobre el estado de Luffy. ¿Quién era la parte ganadora y quién la perdedora?

Ella no se había recuperado del desmayo ni de la tragedia anunciada sobre la muerte de Nojiko. Estaba vulnerable en todos los aspectos de la salud humana y ahora con lo que estaba pasando, aún se sentía más presa de sus emociones. Juraba por su nombre que ya no tenía las fuerzas para volver a su mismo porte ni a ser la misma, ni siquiera a intentarlo. ¿Pero a estas alturas qué importaba ya? Nada, absolutamente nada, exceptuando la vida de Luffy la cual pendía de un hilo muy fino si es que no se había roto ya.

Tuvo el afán de saltar a tierra firme e ignorar el factor de que sus piernas no resistirían semejante impacto.

¡Quieta! ¡No saltes o te lastimarás! —la voz de Vivi alertó a todos los presentes.

Nami, escúchanos, por favor —acudió Chopper a contenerla en su forma humana —¡Tienes que relajarte, estás débil y a este ritmo acabarás con los nervios destrozados! Ey, venid. ¡Necesito ayuda! ¡¡Que alguien me traiga uno de mis sedantes de la enfermería, es urgente!!

Oe, oe... ¿No es eso un poco extremo?

¿¡Usopp, es que no estás viendo la situación!? ¡Solo tráemelo!

Oh. Voy, voy...

Ya veo. Me queríais encerrar... ¿y ahora me queréis drogar? Quitadme las manos de encima. Luffy... ¡¡LUFFY está en peligro!!

Nami apenas tenía voluntad para retorcerse bajo el sometimiento de Chopper en su forma humana y apenas la tenía para mantenerse racional. ¿Por qué todos ellos la miraban como si estuviera posesa? ¿Por qué? ¿Encerrarla en el camarote? ¿Sedarla como si fuera una bestia fuera de control? Era todo tan humillante. Aunque... eso mismo fue lo que le hizo a Luffy tiempo atrás en la isla de Arsiren, ¿no?. Lo anuló y lo encerró.

Las lágrimas que rodaron por sus mejillas fueron lo suficiente para que los demás se detuvieran en su lugar.

¡No me miréis así! Yo os devolví el maldito mapa, y ya tenéis navegante, no una, sino dos. ¿¡Cuántas veces me vais a humillar haciéndome decir lo mismo!? —tembló de la frustración mirando de reojo a Carina y a Vivi —¿¡Qué es lo que queréis ya de mí!? Solo déjame ir, Chopper. Él sí me necesita...

TRAICIÓN PLANIFICADA (Luffy×Nami)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora