Capítulo 7

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14 de febrero 1896     Helsinki/Finlandia.

Habían pasado nueve años desde que Cristopher había llegado al mundo, Cris era un chico como cualquier niño ,pero con cualidades muy especiales. físicamente muy parecido a su madre, con un cabello café oscuro y ondulado y sus ojos color ámbar. a pesar de las grandes dificultades que le habían obstaculizado un factor psicológico y emocional sano, y una infancia en la cual su tía jugó un papel materno muy importante en el crecimiento de Cristopher; ella se sintió dispuesta a cuidar de Cristopher ,ya que este tenía necesidades muy grandes.
A los siete años cumplidos, su tía desapareció evidentemente, sin decir porqué o... Para dónde. y así dejando a Cristopher al lado de su padre Hammer y su abuela Ann ,los que en los últimos dos años, le habían brindado todo su apoyo y cariño.
A Cristopher no le solía dar muy duro la muerte de su madre Susan, ya que su padre describía la muerte de una forma que Cris pudiera entender, así que él solía decir:" Todos nosotros podremos ser aves libres, que con felicidad podremos volar... Cuando todo esto termine".
Su padre le explicaba a Cris que al ser uno de sus mayores regalos ,su madre Susan, lo visitaba todas... las noches ,sin importar dónde estuviera ,para preguntarle como estaba Cristopher.
Ann siempre quiso a Cris como a su propio hijo; y a medida que pasaba el tiempo con etapas cortas , Ann envejecía... Sin necesidad de darle un adiós al tiempo.
Ann leía todas las noches una historia fantástica a Cristopher antes de ir a dormir, tal cómo lo hacía con su hijo Hammer, en años de niñez, y tal como lo hacía el 6 de enero de ese año, una noche muy tranquila, donde Ann consentía el cabello de Cristopher antes de que entrara en estado de sueño ,donde se suponía que no volvería a despertar, si no, hasta que saliera el sol.
Cristopher había cerrado sus ojos ,y Ann lo arropó con una cobija gris hecha de lana. Ann se levantó teniendo cuidado de no despertar a Cris, mientras apagaba por fin la luz que ilumina demasiado, teniendo en cuenta que a Cristopher no le gustaba mucho la oscuridad.
Ann salió con pasos muy suaves y cerró la puerta de su habitación.
Hammer descansaba en su cuarto, guardando energías para el día siguiente, donde trabajaba como redactor de periódicos en las pequeñas empresas de noticias en el centro de la ciudad. Hammer recibía un sueldo no muy bueno, pero satisfactorio para mantener a su hijo y a su madre.
Hammer estaba entrando en un sueño profundo ,donde cada vez más disminuía la intensidad de su respiración.
Imprevistamente ,bajo su conciencia, oyó un sonido que logró despertarlo...
— ¿Que será ese ruido...?— Se preguntó Hammer.
Después de que la constancia en el sonido aumentara ,Hammer logró escuchar que el sonido provenía de pasos. Así que su pregunta cambió a: ¿A quien pertenecen los pasos...?.
En un momento dado ,los pasos cada vez más comenzaban a ser más fuertes, como si alguien corriera de un lado a otro pretendiendo hacer notar sus fuertes pasos.
Hammer se sintió muy incómodo al respecto, así que decidió salir de su cama ,y posteriormente por la puerta de su cuarto ,sin querer emitir sonido alguno.
Hammer estaba un poco asustado así que decidió tomar en sus manos una vara de metal algo oxidada que encontró recostada en la puerta de su habitación.
Se acercó hacia las escaleras un poco inclinado, y al darse cuenta que el sonido provenía de la habitación de Cristopher ,se dispuso a tener discreción frente a cualquier situación dada.
Hammer abrió lentamente la puerta de la habitación de Cristopher... Y se confundió al ver que su hijo era el causante de aquel sonido tan molesto y ruidoso que perturbaba su sueño.
Cristopher estaba a oscuras en su habitación , corriendo en forma de circunferencia, sin motivo alguno aparente.
Hammer encendió la luz, y Cristopher ,aún así percatado de la presencia de su padre ,no paró de correr como un "loco". Hammer estaba realmente confundido.
— Cris... ¿Ocurre algo?— Preguntó Hammer a su hijo.
— No padre... no puedo dormir, me siento muy ansioso.
— Vaya... Deberías estar cansado, y durmiendo como un bebé, hoy fue un día muy desgastante.
— ...
Cristopher no respondió nada.
— ¿Quieres un poco de té?- Preguntó Hammer.
— ...
Cris seguía dando vueltas sin responder a Hammer.
— Pues... Es para que puedas dormir bien— Agregó Hammer.
— ¿Qué?. ah sí, claro...
Hammer salió de la habitación de Cris, desconcertado por su comportamiento.

Al día siguiente Hammer se levantó a las siete de la mañana, estaba un poco cansado, y trasnochado por darle cuidado a la extraña actitud de Cristopher, se acercó a las ventanas, y abrió las cortinas con totalidad. Era un día lluvioso, donde se podían ver la mayoría de las tiendas cerradas al final de la calle.
Hammer bajó las escaleras minuciosamente, giró la manija de la puerta de la habitación de Cristopher, y su mirada se ubicó en la cama de Cris. ¡Vaya sorpresa!, Cris no estaba en su cama. Así que Hammer decidió buscar en el cuarto de aseo como en la cocina, y en los lugares más escondidos. bueno , a pesar de todo... No era una casa muy grande, y pensó que podía estar en su armario. Bajó de prisa, sin tiempo de pensarlo dos veces. Al estar ahí , abrió las puertas del armario y... Tampoco estaba. Se detuvo por un momento mientras pensaba en salir de la casa a buscarlo... Pero de pronto escuchó la voz de Cristopher cerca de sus pies, así que Hammer decidió asomarse bajo su cama. Y si... ¡Qué evidente!, ahí estaba Cristopher, durmiendo.

Sin más que decir, Hammer al verse preocupado despertó a Cristopher, y decidió llevarlo al médico para un análisis neuropsicológico.
Al salir de la casa esperaban un vehículo de servicio que pudiera transportarlos al hospital del norte de la ciudad.
Habían pasado cuarenta minutos y Hammer seguía esperando la llamada del neuropsicologo.
— ¿Que demonios tendrá Cristopher?— Se preguntó Hammer.
Espera y espera...y el tiempo pasa muy... Lento.
Estaba demasiado preocupado, y no determinaba sus acciones.
Pero en un momento...

— Señor Hammer Rolvsson, puede pasar con su hijo al consultorio 16— Informó el personal médico.
— Vamos Cristopher, no te quedes ahí sentado— Ordenó Hammer.
Caminaron hasta la mitad del pasillo, donde había un número — 16 — en la parte superior de la puerta.
Hammer abrió la puerta, y dejó pasar a Cristopher antes que él.
— Buenos días pacientes. Me presento, mí nombre es Frank Fleury. Me han informado que vienen por una consulta... ¿O me equivoco?— Preguntó Frank después de presentarse.

— No se equivoca Señor Frank, mi hijo ha estado actuando de una manera extraña estos últimos días
— Tomen asiento
— Gracias.
— Ahora sí Señor Hammer, descríbame con detalle esos comportamientos.
— Mmm, lo he visto muy hiperactivo últimamente, ha estado en lo definitivo muy distraído, y el nunca había mostrado tal comportamiento, y no sólo eso, hoy lo encontré durmiendo bajo su cama.
Eso no puede ser algo normal.
— Bueno Señor Hammer, es muy útil su información, quiero hacerle un par de preguntas , antes de dar el diagnóstico final.
— Si ,por supuesto.
— ¿Su hijo lleva una alimentación adecuada?
— Yo diría que sí, el siempre ha comido de una forma balanceada.
—Vaya Señor Hammer, hay un par de probabilidades sobre el diagnóstico.
— ¿Eso que quiere decir...?— Preguntó Hammer angustiado.
— Le haré una última pregunta, de la respuesta depende el diagnóstico, que por lo que veo... Es un poco grave.
— Mmm, adelante... Que debo responder!?
— ¿En el entorno de Cristopher ha fallecido algún familiar?
— Sí... Mi difunta esposa Susan— Murmuró Hammer en voz baja, mientras miraba al suelo— Fue una decisión muy difícil ... Ya que al ella estar a punto de dar a luz a Cristopher, teníamos que decidir que vida salvar. Y no me arrepiento de la decisión— Agregó Hammer.
— Entonces según su respuesta, ya tengo el resultado.
Por favor espérenme en la sala, y yo los llamo dentro de un momento.

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