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Capítulo 41

— No quiero más sorpresas— pensó Cristopher en una esquina de su subconsciente sin que Coralie sospechara.

Esos típicos silencios que torturan lugares; esos silencios que son capaces de estremecer a un colibrí tranquilo y lleno de vibra que produce paz; ese silencio que espanta demonios y espectros insatisfechos del más allá..., Ése silencio mortal se hacía presente. Y en ese entonces, más que nunca, las palabras de sosiegues y reconciliación con la calma eran tan efímeras cómo la muerte súbita y afanada, o cómo si habláramos del equilibrio cauteloso de la mente de un asesino en serie; para muchos, esos inquietantes personajes de la sociedad, han perdido completamente la cordura, pero no son para nada capaces de entrometerse en sus zapatos o de hacerce preguntas curiosas tales cómo: ¿Qué causó que aquella persona se convirtiera en un asesino? O talvez... ¿Vale, realmente, la pena que acabe con esas personas?.
Pues el papel de víctima en la sociedad siempre estará presente desde que no haya una explicación de actos "inmorales".

Cristopher llenaba a Coralie con sus pensamientos; eran tan contagiosos como si de un virus se tratase. Cada vez que juntos pensaban en la justicia, era como ser jueces de su propia alma, ¿Pero quién dice que la justicia no ha de traer maldad?, La justicia es cómo una balanza entre el bien y el mal; y basándose en esas explicaciones que daban en la escuela o en la iglesia... "Sí eres una persona vil con fama de controversia cómo un asesino o violador, recibirás a cambio las llamas de un infierno; pero de lo contrario si, aunque sea, intentas darle alas a una mariposa o intentas dormir sabiendo que has purificado tu alma con lejía haciendo lo que teóricamente está bien... Pues a cambio serás premiado por los dioses que te estarían esperando sobre una tina de leche y miel".

Pero hay un pequeño problema. Cristopher y Coralie no creían en la teoría de lo que, en verdad, está bien. Creían que todo aquél que asesinara a un animal para luego bañarse con su sangre de forma placentera en un bosque solitario donde esa persona había estado encerrada toda su  vida... Esa persona merecía la muerte ¿Pero porqué, si había estado toda su vida encerrado en un bosque solitario?, Pues creían que sacar provecho de un alma con vida e INOCENTE (el animal), pues habría consecuencia fuerte (como el infierno), aunque teóricamente esto no sea malo.

Y qué pasaría si esa misma persona se baña con la sangre de un hombre que ha arrebatado muchas vidas inocentes, ha perjudicado tras su propio bien... Pues esa persona que batalló contra los actos viles e infames, realmente, merece la tierra de leche y miel... Aunque esto teóricamente esté mal.

¿Cuál es el secreto del poder?
¿Acaso es la fantasía?
¿La habilidad?
O tan sólo... ¿Puede ser la superación?
La superación es la hermosa dama, con un vestido color turquesa, que siempre sabe que susurrarnos al oído. Aveces se altera y aveces nos entiende, pero la mayoría de las veces se convierte en una apasionada filósofa, psicóloga y otras mezclas que nos hacen reflexionar y conseguir el poder que siempre se ha encontrado bajo nuestra ira y coraje, siempre se ha encontrado en una nevera para cadáveres, siempre se ha encontrado sin germinar o sin presionar al carbón para que pueda convertirse en un diamante, más que exótico y fantasioso... Un signo de poder.

Escribió Coralie en una pequeña hoja arrancada de una última página en blanco de un libro sin leer. Lo hizo al tener esa conversación tan intensa con Cristopher y al correr hacia su cuarto después de decir, con miedo, que su padre antes de morir había señalado a Arnold cómo el asesino que siempre se había estado llevando las vidas por ningún o por algún motivo.

Cristopher en ese momento se imaginó en el borde de un abismo oscuro y profundo. Poseía una espada en sus manos, era tan larga y pesada que hacía que le dolieran las muñecas de sus manos. Espada que nunca había sido utilizada, Cristopher pensaba en estrenarla al ver a Arnold tras la tierra que se levantaba cada vez que él daba un paso. Arnold se acercaba a Cristopher, y este en el borde del abismo gritaba "Matar o morir".
Cuando lo tuvo enfrente no dudó en clavar su espada en el vientre de Arnold; en su mente siempre estuvo la imagen de Coralie, en el suelo, llorando y rogando por un mejor pasado. Y cada vez que, en la mente de Cristopher, Coralie derramaba una lágrima... Era el sentir de un sabio placer deleitoso al revolcar su espada entre las entrañas de Arnold y presenciar cómo la sangre inhumana de éste se humillaba entre la tierra. En el pensamiento de Cristopher, cada expresión de Arnold sufriendo con sus ojos abiertos y paralizantes junto a su boca entreabierta, era un sentimiento intenso de amor hacia Coralie; era como gritarle al mundo cuanto la adoraba y cuanto daría por ella; era cómo bailar de felicidad junto a Coralie mientras todos seguían sus pasos de locura vehemente.

Y Cristopher seguía burlándose del silencio de Arnold en su imaginación, insultándolo con la mirada y escupiéndolo con su "transmitir" de sentimientos vengativos.
Cristopher volvió a su plena conciencia y replicó a Coralie, asesinar a Arnold sin importar lo que sucediera.
Esa noche entró al cuarto de Coralie, se acostó al lado de ella y acarició sus mejillas mientras la veía dormir con sus ojos tiernos y su cabello cómo si estuviese siendo entregado a la brisa.

En la madrugada, Cristopher se despertó pidiendo ayuda y gritando a toda costa.

Con todo mi amor... :D