Después del incidente del balonazo el resto de la semana parecía transcurrir con normalidad, al fin había llegado el viernes, y tenía un montón de tarea por hacer, pero Olivia iría a mi casa por la tarde para explicarme unas cosillas de matemáticas que no me estaban muy claras, y también me acompañaría a recoger a Alice de la casa de Hannah, el lunes mamá no la dejó quedarse porque no la pude recoger en la tarde gracias al golpe de mi nariz que de hecho ya había mejorado, pero decidí decir que me sentía mal porque no tenía ánimos de ir a recoger a Alice esa tarde.
Olivia había resultado ser una persona muy interesante, era divertida, le encantaba leer, la buena música y era muy lista, incluso ya tenía claro que estudiaría literatura y filosofía en la universidad, además era simpática, su cabello era castaño, ondulado, tenía pecas alrededor de la nariz y unos ojos color avellana que se escondían tras sus gafas y además era amable con todos aunque muchos la trataban mal y le hacían bromas pesadas.
Yo no lograba entender cómo es que no tenía amigos y también lo que había dicho el chico del balón me rondaba la cabeza, así que no logré terminar la semana con la duda y más tarde cuando llegó a mi casa decidí preguntarle mientras tomábamos un descanso de la tarea.
—No es una historia muy bonita —dijo ella arrastrando tristeza en sus palabras.
—Está bien si no quieres contarme, lo entenderé, es solo que tenía curiosidad.
—No, está bien, confío en ti. Te contaré. Solo no me juzgues ¿De acuerdo? —dijo bebiendo un poco de jugo de naranja y empezó a contarme.
—Yo no te juzgaría Olivia.
—Bueno, fue hace como 2 años ya, pero estuve involucrada en un incidente que destruyó por completo mi dignidad. Para ese entonces yo tenía amigos, amigos que después de eso solo dejaron de hablarme y también me juzgaron —Miró hacia la ventana como si estuviera reviviendo lo que me estaba contando—Tenía un novio, se llamaba Ryan Foster, ahora ya no está en la escuela, se mudó. Era de esos chicos guapos y populares, ya sabes como los que aparecen en los libros, yo jamás pensé que alguien como él se fijaría en mí, pero un día él se apareció en la biblioteca y me pidió ayuda con algo de historia y luego me invitó a salir y nos hicimos novios, la típica historia de un romance normal. Llevábamos saliendo como 5 meses, Emma, mi amiga en ese entonces me había dicho que él tenía amoríos con otras chicas, que una vez lo vio saliendo del baño de chicas con Lindsay Williams, yo estaba muy enamorada y no le creí. Ryan tenía meses pidiéndome que me acostara con él, pero yo solo le decía que no estaba lista aún, pero un día él me llamó para ver una película en su casa. Estábamos en el sofá y el empezó a besarme y una cosa llevó a la otra y cuando me di cuenta ya estábamos en su habitación y él estaba sacándome la ropa y ya te imaginarás lo que ocurrió. Luego de pronto apareció Lindsay con una cámara grabándome, yo estaba semi desnuda y luego aparecieron sus amigos y todos estaban riéndose de mí —Su voz se empezó a quebrar y sus ojos se llenaron de lágrimas, yo estaba boquiabierta, no podía creer lo que le habían hecho—"Saluda a la cámara, Oli" "Mírate, eres una perra" Fueron las palabras que escuché decir a Lindsay, agarré mi ropa, me la puse como pude y salí corriendo de ahí, mientras no paraba de llorar, no podía creer que Ryan me hiciera eso, creí que me amaba. Pero él también se estaba riendo de mí.
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La promesa
Teen FictionLily acaba de mudarse, una vez más en su corta vida, está consciente de que no le es tan fácil hacer amigos y sabe que le resultará aún más difícil cuando Evan White se cruce en su camino, especialmente si es un chico que aparenta ser engreído, egoc...