Lily acaba de mudarse, una vez más en su corta vida, está consciente de que no le es tan fácil hacer amigos y sabe que le resultará aún más difícil cuando Evan White se cruce en su camino, especialmente si es un chico que aparenta ser engreído, egoc...
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— ¡Lilian Spencer! ¿Por qué no me habías contado? —grita mi madre cuándo me ve pasar por la puerta de la cocina.
Yo la miro confundida. Alice está al lado de ella con los brazos cruzados.
—Creí que ya habíamos solucionado lo del viernes —contesté refiriéndome a lo del viaje a Gold City.
—No te hagas la desentendida jovencita.
—Sí Lily, mamá ya lo sabe —dijo también Alice y yo entrecerré los ojos. Esta algo tiene que ver.
—No sé de qué hablan —dije y empecé a untar una tostada con mermelada.
—Quiero que lo traigas y lo presentes oficialmente como tu novio —insistió mamá.
— ¿Novio? Yo no tengo novio ni nada parecido.
— ¿Entonces qué es? —Mamá colocó una mano en su cadera mirándome impaciente— ¿Acaso estás jugando con los sentimientos de ese muchacho? Yo te he sabido enseñar muy bien las diferencias entre lo que es correcto y lo que no.
—Ni siquiera sé de qué...
—Habla de Evan, tonta —Me interrumpió Alice.
Me quedé paralizada. Me abofeteé mentalmente. ¡Lo había olvidado! Evan y yo somos "novios". Un ápice de enojo empezó a crecer en mi interior cuándo deduje que el le había dicho a mi hermanita que estábamos saliendo. Ese no era el trato, se supone que nadie además de sus padres debería enterarse.
— ¿Y tú cómo es que estás enterada de eso? —pregunto algo alarmada.
— ¿Entonces es cierto? —agrega mi madre.
—Tengo mis contactos —contesta Alice sonriéndome.
Mamá sigue observándome de manera acusadora. Suelto un largo suspiro.
—Es algo... complicado mamá —digo en un intento de hacer que ella deje de insistir, pero conociendo a mi mamá eso es como ver cerdos volando.
—Quiero que venga a cenar de nuevo y lo presentes oficialmente como tu novio.
—Pe-pero mamá, es que yo...
—Es que tú nada, ahora las llevaré a la escuela porque se está haciendo tarde.
—Estoy segura de que tú sabes la verdad y aun así me metiste en este embrollo —susurro a Alice.
Ella me sonríe sin decir nada y sube al auto.
***
— ¿Cuándo pensabas contarme? —escucho gritar a Olivia a mis espaldas mientras guardo mis libros en el casillero.
¿Qué está pasando? ¿Acaso también está enterada de lo de Evan? Cuando llegué a la escuela muchos me observaron de una manera inusual.
