Pasaron dos días. Dos días. Dos malditos días y Evan aún no se había vengado por lo de la ropa, y ésta situación me comenzaba a desesperar. ¿Que se traía entre manos? Si se iba a vengar que lo hiciera de una buena vez.
—Hey, planeta Tierra llamando a Lily —Olivia me sacó de mis pensamientos chasqueando sus dedos. Le sonreí. Estos últimos días ella ya se sentía mejor con respecto a lo que pasó con sus padres. Sin embargo, aún me quedaba en su casa hasta que su mamá llegara de trabajar.
—Estoy un poco... distraída, lo siento.
—No me digas —dijo con sarcasmo— ¿Tu príncipe azul es la causa de que estés distraída? —agregó alzando una ceja.
—No es mi príncipe azul —rodé los ojos—. Pero, es muy raro que no se haya vengado aún ¿Qué estará planeando? Agh, no me gusta estar a la expectativa.
—Tal vez decidió rendirse —Se encogió de hombros.
—No lo creo, esto es muy raro —dije abstraída.
Olivia y yo nos levantamos para dirigirnos al salón, seguro dentro de poco sonaría el timbre. Yo iba tan absorta en mis pensamientos que no me di cuenta de que tropecé con alguien y le tiré encima todo lo que había sobrado del almuerzo. Genial, no has perdido tu torpeza natural, Lily.
—Lo siento, no te vi, yo... —alcé mi vista y ahí me encontré con unos ojos marrones que me miraban con algo de sorpresa y molestia. Se trataba de un chico alto y atlético que sonrió luego de observarme con un semblante enojado—...lo lamento —terminé de decir.
—Tranquila, no pasa nada. No eres la primera que me tira comida encima —dijo divertido y comenzó a caminar junto a mí.
— ¿En serio? —Pregunté aún muy avergonzada y el negó con la cabeza.
—Yo iré al baño, adelántate —susurró Olivia y se fue dejándome sola con la nueva víctima de mi torpeza.
Hubo un silencio incómodo. Yo no sabía cómo iniciar conversación alguna, así que guardé silencio. Pero él, que al parecer no tenía problemas para socializar, habló.
— ¿No vas a preguntar mi nombre? —dijo mirándome. Yo entrecerré mis ojos.
— ¿No vas a preguntar tú el mío? —pregunté de vuelta.
—Tú te llamas Lily Spencer —Yo lo miré algo asustada y él sonrió alzando las manos en forma de defensa—. Y no, no soy un acosador, o un psicópata que te vigila por los pasillos de la escuela —continuó diciendo en un tono divertido y ahora yo también sonreía.
— ¿Entonces cómo sabes mi nombre? —pregunté mientras llegábamos al salón de clases, y él entró conmigo.
—Pueees... Cómo verás tenemos clases juntos, te juro que nunca me había sentido tan invisible con una chica.
Reímos juntos. Al instante sentí la mirada de alguien. Alcé la vista y Evan estaba viendome pasármela divertida con éste chico y algo se revolvió en mi barriga. Así que decidí apartar la vista.
—Lo siento, es que soy muy mala recordando rostros —Le dije.
—Mi nombre es Jake —dijo encogiéndose de hombros— ¿Nos vemos luego? —preguntó y yo asentí.
Olivia entró al salón y me miró curiosa.
— ¿Me perdí de algo?
—Solo digamos que yo... hice un nuevo amigo.
—Ah, se trata de Jake. Antes me hablaba, pero dejó de hacerlo —dijo ella.
***
Al sonar el timbre de salida Jake esperó a que Olivia y yo guardemos nuestros libros y nos acompañó por los pasillos hasta salir de la escuela. Conversó con Olivia un poco, y contó anécdotas divertidas. Resulta que él es el capitán del equipo de fútbol de la escuela y para ser alguien evidentemente "Popular" no resultó tan desagradable como Lindsay, aunque Olivia a pesar de reír un poco con sus ocurrencias lo miraba con cierta suspicacia.
Estábamos saliendo de la escuela cuándo escuché a alguien gritar "Ahora". Y yo sabía a qué venía eso.
De pronto apareció Evan con un chico bajito, de ojos verdes y con el cabello muy rizado. Ambos llevaban globos llenos de agua. O por lo menos yo esperaba que fuese agua.
Olivia y yo empezamos a gritar mientras nos lanzaban los globos e intentábamos cubrirnos con nuestras manos. Abrí un poco los ojos para ver a mi enemigo vengarse, pero para mi sorpresa, él estaba lanzándole los globos con fuerza a Jake.
—Hey, ya basta. Ya estuvo bueno. Ya te vengaste, ahora déjanos en paz —Le grité al castaño, que me miró fijamente sin expresión en su mirada.
—Bien —dijo al fin—Espero que eso te enseñe a comportarte niñita.
Rodé los ojos y lo vi marcharse. Tenía ganas de decirle que no se vaya, pero aparté esa idea de mi cabeza.
—Yo, lo siento mucho. Ustedes no debían ser parte de esto —dije mirando a mis dos amigos.
—Supongo que ser tu amigo tiene sus consecuencias —dijo Jake con expresión dura y yo lo miré con asombro—Es broma —sonrió y yo no dije nada.
—Bueno, es hora de irnos —dijo Olivia.
—Sí, nos vemos mañana Jake. Adiós -Le dije y asintió.
—Ese chico es raro —dijo Olivia mientras nos dirigíamos a su casa.
—Sí, sabe Dios el contenido de esos globos. Eso no era agua —Hice una mueca de disgusto.
—Me refiero a Jake.
— ¿Qué? Oh, vamos es tierno. Además quiere ser nuestro amigo.
—Él solía hacer bromas sobre mí, y su sonrisa me parece algo cínica —dijo Olivia alzando sus hombros.
—Supongo que la gente cambia ¿No?
—Yo creo que quiere intentar algo contigo Lily —Al oír eso bufé.
—Claro que no, además yo me habría dado cuenta si fuera así.
—Lilian, tu ni siquiera de diste cuenta de que saliste de tu casa en pijama para ir a la escuela —regañó ella
—De acuerdo, tal vez soy un poquito distraída. Pero si pasara lo que dices con Jake, yo me habría dado cuenta. Olvidemos ese tema ¿Sí?
Olivia se encogió de hombros mientras abría la puerta de su casa.
De pronto el rostro de Evan mirándome fijamente y sin expresión inundó mis pensamientos. Sacudí mi cabeza intentando alejarlo de ahí. Últimamente pensaba mucho en él y eso no me gustaba. Hace mucho tiempo que no me ocurría algo como eso ¿Qué me pasa? ¿Será que no es tan malo como pienso? ¿O en realidad sí es un cretino inmaduro?
ESTÁS LEYENDO
La promesa
Roman pour AdolescentsLily acaba de mudarse, una vez más en su corta vida, está consciente de que no le es tan fácil hacer amigos y sabe que le resultará aún más difícil cuando Evan White se cruce en su camino, especialmente si es un chico que aparenta ser engreído, egoc...