Narrado por Evan.
En el momento en que deduje que iba a besarme algo se revolvió dentro de mí, y cuándo sus labios por fin rozaron los míos sentí como la calma inundaba mi ser, la sensación que empezó a crecer dentro de mí fue indescriptible, era como si todo este tiempo hubiera estado esperando este momento. La sostuve entre mis brazos un largo rato y poco a poco la fui soltando, quería pensar que ella era frágil, que necesitaba que yo la protegiera; pero no era así, ella sabía perfectamente defenderse sola y eso me lo dejó claro cuando respondió a los cuestionamientos de mi padre.
Ella no necesitaba de mí, ella era libre, y me asustaba el hecho de que en cualquier momento podría desaparecer como arena entre mis dedos.
Yo por el contrario, indudablemente la necesitaba. Desde hace tiempo ya no imaginaba mis días en su ausencia. Sé que tal vez sea erróneo cavilar la idea de que se necesita a alguien para ser feliz, probablemente es por eso que me había planteado eso de no enamorarme más, hasta que apareció ella.
Ella me abrazó de nuevo y la sostuve fuerte mientras besaba su frente.
—Te llevaré a casa —susurré y ella asintió.
El camino a su casa fue silencioso, pero fue un silencio cómodo. Ambos sabíamos que ahora no era el momento de discutir ninguna decisión al respecto y eso me pareció bien por ahora, ya tendríamos tiempo de hablar.
Estacioné la camioneta y ella permaneció en el auto con los ojos cerrados.
—Lo siento —dije tomando su mano.
— ¿Por el beso? —contestó ella repentinamente y que dijera eso me sorprendió.
—De eso jamás en la vida me voy a arrepentir, ni de absolutamente nada que tenga que ver contigo.
Ella sonrió y me miró por primera vez luego del beso.
—Yo tampoco.
Acaricié suavemente su mejilla al oírla decir eso.
— ¿No quieres hablar sobre... nosotros?
—Me gustaría, pero creo que después de lo que sucedió no es el momento indicado.
Ella asintió y se acercó lentamente a depositar un beso en mi mejilla.
—Nos vemos —dijo abriendo la puerta de la camioneta para dirigirse a su casa, pero algo hizo que se quedara quieta y no cerrara la puerta.
—¿Qué pasa? —pregunté.
— ¿Escuchaste eso?
Situé toda mi atención al silencio de la noche, solo se escuchaban a algunos grillos cantar y uno que otro búho, para nada que me pareciera atípico de los ruidos de la noche. Estaba por preguntarle que había escuchado cuando pude percibir un débil maullido pero no sabía con exactitud de dónde provenía.
—Es un gato... —dije y ella movió sus brazos haciéndome señas para que me callara y eso hice.
Bajé de la camioneta y junto a ella buscamos por algunos minutos sin dar con la dirección de dónde provenía el delicado maullido.
Ella caminó un poco hacia un callejón oscuro y vi como corrió hacia un punto y yo la seguí.
En una esquina se encontraba una caja de cartón algo desgastada y dentro de ella habían dos gatitos pequeños, uno de ellos al parecer estaba muerto porque no se movía, en cambio el otro aún se aferraba a la vida lanzando pequeños maullidos entrecortados.
—Oh, lindo bebé ¿Quién te pudo dejar aquí tirado? —dijo Lily tomando al gatito entre sus brazos y acariciándolo con sutileza. Se acercó al otro para verificar si en verdad estaba muerto y al momento de darse cuenta de que sí lo estaba sus ojos se llenaron de lágrimas.
Colocó al gatito vivo nuevamente en la caja y a esta última la cargó.
— ¿Qué harás? —pregunté curioso.
—Me quedaré con él y al otro lo enterraré en el patio de mi casa —dijo mirándome.
La acompañé hasta su casa y le ayudé a cavar el hoyo para enterrar al gatito.
— ¿A tu mamá no le molestará que te quedes con él?
—No lo sé... Espero que no, sino no sé qué haré pero no lo pienso dejar tirado como si fuera basura —dijo ella mientras acariciaba al felino.
—Si tu mamá no te deja quedártelo yo lo puedo llevarlo a mi casa, a Hannah le encantará.
—Gracias, estoy segura de que mamá se enojará al principio pero luego se va a encariñar o eso espero —sonrió y se aproximó para darme un abrazo—Ahora iré a darle algo de leche, mañana le compraré croquetas y lo llevaré al veterinario.
—De acuerdo, buenas noches Lily, que descanses —dije mientras besaba su mejilla.
—Buenas noches Evan —se despidió ella dirigiéndose a la entrada de su casa.
Verla actuar de esa manera era una de las razones que hacían que estuviera enamorado de ella cada vez más, y no me apetecía en absoluto negarlo porque se notaba a la perfección cada vez que la miraba.
-----------------------------------------------
Holi🤗 Pasaba por aquí para darles las gracias porque llegamos a los 1k de lecturas, y también para recomendarles "Viviendo bajo el mismo techo" de faaabiii, ella no me lo pidió pero me tomo la atribución de recomendar esa historia ya que es muy buena, está muy bien escrita y su trama es perfectamente congruente y a mi parecer merece más lecturas.
Eeeeeen fin, habrá otra actualización esta semana.
Gracias por votar♡
ESTÁS LEYENDO
La promesa
Подростковая литератураLily acaba de mudarse, una vez más en su corta vida, está consciente de que no le es tan fácil hacer amigos y sabe que le resultará aún más difícil cuando Evan White se cruce en su camino, especialmente si es un chico que aparenta ser engreído, egoc...