Capítulo 22

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Estamos en la sala de velación que han implementado en la casa de Evan

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Estamos en la sala de velación que han implementado en la casa de Evan. Olivia y Josh están aquí desde temprano, pero no he hablado con Evan, mejor dicho nisiquiera lo he visto. Mi mamá vendrá dentro de un rato. 

Es tan raro. Todo esto, quiero decir. Incluso parece que no estuviera sucediendo.

Evan está sentado en el sofá con unos familiares revisando un álbum de fotos de su madre. Ha estado un poco tranquilo ahora, pero cuando llegó a la puerta de mi casa a media noche para contarme pude ver que estaba realmente destrozado. El solo se desplomó, no sabía que hacer, no sabía como contarle a Hannah, mamá nos ayudó con eso. 

Ahora lo veo ahí sentado, sonriendo con—probablemente—anécdotas que le cuentan sus tíos acerca de su madre y se que solo está haciéndose el fuerte, tal vez por Hannah, tal vez por sí mismo. Lo veo y tan solo puedo recordarme a mí misma las veces en las que pensé que era un idiota, y en las que se lo dije. Y ahora estoy junto a él aquí, siempre estaré ahí para cuando sonría y para cuando llore sin importar lo que llegue a suceder entre nosotros. 

Hace mucho que no se me oprimía de esta manera el corazón por alguien. Hace tiempo que no me sentía tan unida al alguien como ahora. Y solo he llegado a una conclusión.

Lo quiero. Lo quiero mucho, lo quiero de verdad. 

El se da cuenta de que lo estoy mirando y me saca de mis pensamientos. Se excusa un momento y se acerca a mí.

—Hey, noté que usted me estaba mirando hace un momento. Si sabe que tengo novia ¿Verdad? —Me dice mientras se acerca a mí. 

Sonrío. Sigue intentando ser fuerte. 

—De hecho sí, lo se. Una muy guapa por cierto —Le digo de vuelta y esta vez él sonríe un poco. 

Me acerco a él y lo abrazo. Lo abrazo como si con esa pequeña acción pudiera borrar todo lo que está pasando. Pero se que no puedo, nadie puede.

—¿No me vas a preguntar cómo estoy?

—Esa es una pregunta completamente innecesaria ¿Dónde está Hannah? A ella tampoco la he visto.

—Pues esa es la pregunta típica del día —expresa y mete sus manos en los bolsillos de su pantalón—. Hannah está arriba con tía Lisa, ella ha logrado que Hannah esté menos asustada con todo este asunto. 

—Sigo sin creer que esto esté sucediendo. 

—Cantaré algo al final —dice colocando una mano en mi mejilla—. Pienso retomar los ensayos de guitarra también.

—¡Eso es asombroso Evan!, me alegra mucho. Es lo que habría querido tu mamá —digo sonriendo y el asiente.

—Creo que es hora de los discursos, iré por Hannah.

Besa mi frente y lo veo subir. Busco en mi bolso lo que escribí para mi discurso y me propongo a leerlo cuando veo a Jake cruzando la puerta. Me dirijo hacia el a pasos rápidos. 

La promesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora