Capítulo 18

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Por más que Evan y yo hemos intentado, Olivia no quiere hablar con Josh sobre lo que ocurrió la otra noche

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Por más que Evan y yo hemos intentado, Olivia no quiere hablar con Josh sobre lo que ocurrió la otra noche. Mi amiga ni siquiera ha mencionado el tema. Hoy que es miércoles por la mañana, y es día de mini pizzas en la cafetería prefiero tampoco hablarle de ello porque no quiero arruinar su desbordante felicidad.

—Hey, Lily, bien hecho —me dice alzando sus pulgares un rubio alto que está en mi clase de historia.

—¿Gracias? —Le respondo confundida.

—Cuanto valor al hacer eso Lily —susurra una pelirroja que también he visto en alguna que otra clase.

—Oye Olivia ¿Hay algo raro en mí hoy? Porque...—empiezo a preguntar pero veo a Olivia caminar apresurada hasta una hoja que está pegada en un mural de la pared de noticias.

—Oye ¿Qué pasa? —pregunto de nuevo confundida.

—¿Acaso te volviste loca? —grita ella sacudiendome.

—¿Por qué? No sé de que hablas, me estás asustando.

—¿Quién en su sano juicio se anota para un personaje principal de una obra de la maestra Smith?

—¿De qué hablas?

Miro la hoja que está pegada en el mural y mi nombre está anotado ahí al inicio de la lista, no hay nadie mas anotado. El pánico me empieza a envolver. ¿Una obra de teatro? No, no y no. Yo no puedo hacer una obra de teatro tengo pánico escénico, es imposible debo buscar a la maestra y decirle que hay un error. Yo no me anote en esa lista.

—¡No es posible! Yo no me anoté ahí, hay un grave error —digo exasperada.

—¿Entonces quién lo hizo?

—No lo sé y eso es lo que menos me importa ahora, debo hablar de inmediato con la maestra para solucionar esto.

Camino hasta la sala de profesores que eventualmente está cerca de mi salón de clases y para mi suerte (o desgracia) veo a la maestra Smith saliendo de ahí. No es que la maestra fuera un ser espeluznante que emanaba fuego por los ojos y humo por las orejas. Bueno de hecho sí lo era algo cercano a ello, por eso me paré en seco cuándo ella dirigió su mirada hacia mí escrutando mi expresión.

—Maestra, que suerte tengo de verla, justamente estaba pensando en usted. La verdad quisiera solucionar un pequeño problemilla que ha ocurrido con la lista de los que se postularon para su obra de teatro.

—¿Problemilla? —pregunta ella con el ceño fruncido y acomodándose sus gafas.—No hay ningún problemilla la obra se realizará este sábado y usted, señorita deberá ir hoy a los ensayos sin falta. Me imagino que sabrá que esta obra sustituye a la calificación del último parcial de clases, así que tendrá que poner mucho empeño y dejarse de niñerías y distracciones.

—Pero maestra hay un malentendido yo no me anoté en la lista, es un grave error yo no soy buena para las obras de teatro.

—Señorita Spencer—Me sonríe ella.—Si no se presenta en la obra reprobará mi materia y no podrá graduarse con los demás ¿Entendido?

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