Las semanas transcurrieron y de pronto a mi reducida lista de amigos se sumó Jake. Almorzaba con nosotras, hacía la tarea con Olivia y yo, íbamos al cine los tres. Pasaba tanto tiempo distraída que se me olvidó por completo vengarme de Evan. Pero no se me olvidó él. Siempre lo miraba de reojo cuando entrenaba o cuando estábamos en clase, no lo podía evitar. Mirarlo era casi un reflejo que había creado mi subconsciente. Él se la pasaba pavoneándose cual ave exótica con cualquier chica que se le cruzara y por algún motivo eso causaba en mí una sensación rara. Así que cuando él estaba cerca yo me reía de cualquier bobería que decía Jake, y lo hacía lo suficientemente fuerte como para que mi enemigo lo escuchara.
Hoy estábamos en la cafetería en un viernes típico. Yo me encontraba mirando disimuladamente a Evan que estaba almorzando con una chica atractiva, del club de porristas y escuché que le decía "Camila te ves muy bonita hoy". Hice una mueca de asco.
—Cimili ti vis mii biniti hii —Remedé, pero lo hice demasiado alto que Jake y Olivia me escucharon.
— ¿Todo bien? —preguntó Jake y yo le lancé una sonrisa sarcástica. Olivia me miró y rió, la fulminé con la mirada ¿De qué se reía?
—Lily... ¿Tienes planes para este sábado en la noche? —Jake se dirigió a mí y esa pregunta me tomó por sorpresa.
—Pues no lo sé... Creo que no ¿Por qué preguntas?
—Porque yo me preguntaba si tú quisieras ir a cenar conmigo, ya sabes, a un restaurant aquí en la ciudad.
—Oh, yo — ¿Era una cita? Miré de reojo y vi al idiota de Evan pasándose saliva con la chica que estaba junto a el— ¿¡Qué si quiero salir contigo el sábado por la noche, Jake!? ¡Por supuesto, es una cita! —grité sonando como una loca y todas las miradas se posaron en nosotros.
Que sutil, Lily.
Evan me miró y yo le hice de la mano.
¿Qué me está pasando? Sacudí mi cabeza intentando asimilar lo que estaba haciendo. Yo no suelo ser así. Algo andaba mal conmigo.
***
Estaba a unas cuadras de llegar a mi casa, esta vez no me quedaría en casa de Olivia porque ella iría a pasar la tarde al trabajo de su mamá. Y Jake tenía que hacer algo luego de la escuela, aunque para ser sincera no quería venir caminando con el, me sentiría incómoda por lo de la cita, así que iba caminando sola. ¿Por qué me habría comportado como una imbécil hoy? Es que solo de ver a Evan con esa tal Camila me invadió una especie de ira que no pude controlar. ¿Qué fue eso? De pronto una palabra se vino a mi mente. Celos.
¿Celos? No, no. No son celos.
No son celos.
¿Cómo podrían ser celos? Eso es ridículo.
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La promesa
Teen FictionLily acaba de mudarse, una vez más en su corta vida, está consciente de que no le es tan fácil hacer amigos y sabe que le resultará aún más difícil cuando Evan White se cruce en su camino, especialmente si es un chico que aparenta ser engreído, egoc...