Sé que he hecho muchas cosas malas, desde que recuerdo no he dejado de hacerlas, intencional o no, pero estaban. Tampoco todas fueron tan malas. Hace mucho que deje de preguntarme si soy tan malo o solo son las circunstancias, claro que nunca había hecho que los ejemplares magos del parlamento se introdujeran a escondidas en un edificio que no es suyo para robar algo muy valioso en compañía de alguien sin escrúpulos.
— ¿Cuántos pisos tiene esta cosa?— me quejo, moviendo el pie con impaciencia.
—No debe tardar tanto— Kiran siempre tratando que todo salga mejor. Suspiro, y finalmente las puertas se abren. Bajamos como podemos, lo que más me divierte es como todos tratan de mantenerse alejados de mí. Ah, vamos ni que tuviera la peste.
— oh, lo que nos faltaba— ¿alguna vez han visto un hangar privado de aviones? Esto parece uno, pero está repleto.
— el guardia debería regresar, no queremos meterlo en problemas.
— ¿no? me importa poco lo que pase con él cuando me largue de aquí. ¿Puedes concentrarte en el problema que tenemos ahora mismo?
— bien.
— deberíamos sepáranos.
— Supongo que podríamos, será lo más rápido— hago que el guardia suba. ¿Quién guarda tantas cosas sin valor aquí? Hay de todo, y sinceramente sería el último lugar donde guardaría algo.
— Esto es propiedad de un museo, por eso esta tan lleno— escucho la voz de alguien. Kiran hace una seña para que se callen.
— Violet, ven con nosotros. Ivette, vas con Ione. Hacia allá, inicien del extremo, nos encontraremos en este pasillo.
— ¿por qué voy contigo?
— porque nade confía en ti.
— lastimas mis sentimientos ¿sabes?— Kiran sonríe, es obvio que solo estoy siendo sarcástico y quiero molestarle un poco. Nos adentramos en la bodega, viendo lo que nos permite el espacio. No creo que el diamante este a plena vista, lo cual lo hace más fastidioso. ¿Cuánto tiempo tenemos? Antes de las cinco de la mañana, si nos tardamos más ya no podremos hacerlo hoy. Fue una suerte que al final Kiran decidiera que lo mejor era que uniéramos fuerzas, aunque no para los mismos fines.
— ¿Dónde crees que este?
— ni idea. No puedes sentir esa clase de cosas, hasta que la tocas y terminas maldito.
— ¿Y estás seguro de que quieras jugar con esas cosas, Hadrien?— la forma en la que dice mi nombre me eriza la piel.
— muy seguro— de seguro no es más que un intento por sacarme que es lo que planeo con las joyas una vez que terminemos con esto. Sería un completo idiota si le digo que es lo que pretendo. Esto es completamente ridículo ¿Qué es lo que estoy haciendo? Debería hacer las cosas y ya, no ponerme a jugar a los detectives. Aunque todo esto inicio solo para estar molestando a Kiran y a los demás, creo que ya fue demasiado.
— ¿Qué es eso?
— un sarcófago ¿nunca viste uno antes? Kiran, en serio, ¿Qué están enseñándoles?
— solo busquemos el diamante ¿sí?
— arg, esto es un fastidio. Tardaremos un milenio revisando este asqueroso lugar— ah, como no se me había ocurrido antes. Estoy por alzar la mano para terminar con esto, cuando un chasquido y luego el ruido de cosas cayendo se escucha por todo el lugar.
— ¡Tenemos problemas! ¡¿Hadrien?!— ese es Han. ¡La alarma! No escucho nada más que el estridente ruido de la alarma perforándome los oídos.
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Crónicas de un villano
FantasyEn este mundo existe la magia, hay magia en todo. En el aire, la tierra, el fuego, el agua... en la luz, y en la oscuridad. Algunos humanos pasaron su vida intentando controlar esa magia... y lo lograron. Ahora muchos años después, todavía nacen pe...