8. -Lo Inevitable rara vez sucede, es lo inesperado lo que suele ocurrir.

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Aun faltan algunos momentos para que se reúnan todos. Suspiro. Quiero creer que todo esto será mejor de lo que parece justo ahora.

— Kiran ¿tu pediste esto?

— sí.

— ¿Por qué?

— tenemos que encontrar una solución. Tengo que explicar todo lo que pasado y lo que haremos, aunque no sé si sea una buena idea prefiero explicar mi idea antes de hacer algo por mi cuenta.

— ¿Por tu cuenta?— Jency se oye sorprendido— ¿piensas actuar tu solo?— no respondo. Pero si, seguiré mis ideales aun si eso significa oponerme al parlamento, al final ellos serian los que terminaran perdiendo— ¿esto tiene que ver con el señor del mal?

— Hadrien. ¿Por qué tendría que ver con él?

— aun no se va, pensé que ya se habría ido para este momento— me siento incomodo. Le prometí algo muy importante con tal de que nos ayude, ese libro podría significar la derrota de muchos en manos de Hadrien.

— le pedí que se quedara, Jency, le necesitamos.

— no, eso no es verdad. Tú le necesitas ¿Por qué es eso Kiran? Nunca has podido luchar en serio con él, ¿acaso no vez como es en realidad?— no creo que le necesite, no es eso.

— se como es Hadrien.

— no lo parece.

— ¿no?

— se que le conociste hace mucho, cuando todavía no era un nigromante. Pero eso pasó hace mucho, entiéndelo.

— Lo entiendo— le digo, poniendo mi mano en su hombro. Es verdad que no lucho en serio con Hadrien cuando estamos enfrentándonos en algún lugar, pero Hadrien tampoco lo hace en serio. ¿Qué es lo que pasa entre nosotros? Se supone que somos enemigos, destinados a luchar una y otra vez. Pero no lo hacemos. ¿Acaso el recordara las noches que pasaba dormido a mi lado?

— ¿Qué planeas?

— buscar una solución para la maldición. Además encontré un libro confiscado cerca del lugar donde encontramos al aprendiz de Hadrien.

— ¿un libro confiscado? ¿Cuándo entro a robarlo?— niego con la cabeza.

— no lo robaron ellos.

— ¿no? Kiran, eso significa entonces que...— abre los ojos con sorpresa, sin decir nada. Lanza una mirada nerviosa alrededor— ¿te das cuenta lo que dices?

— sí, es grave. Por eso... pensé que Hadrien podría desviar la atención mientras averiguo quien hizo esto.

— cielos, esto es... ¿alguien de los nuestros ataco a Lou-May?— sacude la cabeza. A mí también me costó creerlo, pero cada vez tiene más sentido, por muy doloroso que sea pensar que alguien a quien conozco sea capaz de hacer algo como eso.

— ¿viste algo raro el día que encontraste a Lou-May?

— no, ella solo estaba tirada en el salón de la...— se queda callado— oh cielos. Kiran, estaba en la biblioteca, ¿sabes a dónde va la puerta detrás de las cortinas?

— A la bóveda— respondo, serio— ¿crees que se topo con la persona que robo el libro y por eso le lanzo la maldición?

— No sé, es posible...— esto resulta muy agotador. Eso mismo pudo haber pasado. Lou no recuerda que paso a excepción de estar buscando un libro sobre medicina. Si se topo con algo que no debía ver, entonces es suficiente motivo para querer matarla.

Crónicas de un villanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora