22.-Mentir en el amor es traicionarse a sí mismo

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No me cabe duda de que Hadrien está bastante demente. ¿Cómo puede hacerse eso a sí mismo? Primero con lo que no podía hacer magia, y ahora teniendo un severo caso de hemorragia. Ninguno ha sido tan leve como él quiere hacerme creer. No quiero imaginar lo que pasara con la tercera joya. Estoy muy feliz de que no sepamos donde está, y que tengamos algo de tiempo. Al mismo tiempo sé que necesitamos encontrarlo, hay vidas en riesgo. ¿Habrá mas personas que resultaron con la maldición? No tenemos noticias del parlamento desde hace semanas.

Ahora tengo que estar más al pendiente de Hadrien, aunque no perdió la suficiente sangre como para desmayarse, no debería descuidarse como estoy seguro que hará si le dejo. A veces le comienza a sangrar la nariz de la nada, la mayoría de las veces por la noche, mientras duerme. Y como me que quedado a su lado durante las noches también me he dado cuenta de otra cosa: Hadrien vuelve a tener pesadillas. Después de unos días fue innecesario que siguiera quedándome al ver que no volvería a pasar nada como lo de esa vez, además Hanley duerme en la misma habitación. No le he visto hoy y ya está atardeciendo.

— ¿Sigues en eso?— Le pregunto cuando le encuentro en la cama, escribiendo en ese cuaderno que no deja a solas mucho tiempo. Me siento a su lado, observando lo que hay en las hojas visibles del cuaderno.

— el tiempo se acaba, entre más pronto termine esto más pronto podre añadir lo del zafiro— ¿eso es una descripción detallada de cómo usar la sangre para un maleficio?

— Esta parte suena mal— la señalo con mi dedo, apoyado sobre su hombro, casi podría abrazarle.

— es parte de esa maldición.

— te vez pálido— comento, mirándole de cerca.

— Kiran, perdí sangre, es normal que no me vea bien— suspiro al escucharle decir eso como si no hubiera sido nada. Le tomo del brazo para que deje de apoyarse y le tumbo en la cama.

— debes dormir. Has tenido pesadillas ¿cierto?— Hadrien no me responde, parece estar pensando, le abrazo más fuerte y sonrió— yo me hare cargo de ellas.

— Idiota— veo su mano sobre la cama, la alcanzó y me quedo así, con su mano en la mía. No me doy cuenta en qué momento se queda dormido, quizá yo también me quedé dormido porque cuando la gata salta a la cama, ya no hay nada de luz. Me estiro con cuidado. Hadrien sigue dormido. Le miro unos momentos, con la poca luz que hay.

— Kiran— dejo mi mano inmóvil cerca del rostro de Hadrien, y me enderezo. La puerta está abierta y Jency está ahí. Me muevo con cuidado al levantarme. Ah, no sé que debería decir ahora porque realmente nadie sabe exactamente todo lo que ha pasado entre Hadrien y yo, más que fui yo quien le encontró. Nunca se supo que Hadrien durmió por años en la misma cama, ni que fue lo último que hablamos cuando todo se fue a pique.

— ¿Pasa algo?— trato de sonar indiferente, como si esto fuera normal aunque la verdad estoy nervioso.

— Quisiera hablar contigo— camino hasta donde está, no le respondo pero no es necesario. Jency da la vuelta y le sigo casi hasta el otro extremo de donde estamos, en donde se que se están quedando mis amigos.

— ¿Y bien?— Jency entra en una sala, con un gran ventanal sin cortinas. El jardín se ve perfectamente desde aquí, aunque es un poco triste en la oscuridad. Él suspira.

— ¿sabes cómo esta Lou?

— No...— siento una incómoda culpa. No he hablado mucho con ella, ni con nadie más que Hadrien en realidad incluso desde antes de venir aquí. Desde que inicie una relación más profunda con Hadrien. Jency me da una mirada que me hace sentir todavía más culpable. No me está culpando de nada.

Crónicas de un villanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora