Dios santo...
Está ahí, mirándome con semblante inexpresivo e inquietante, y con una pistola en la mano.
"Mi conciencia:
¡COMO DIABLOS NOS METIMOS EN ESTO!"
¡NO ME INTERESA, SOLO BUSQUEMOS UNA SOLUCION!
Parpadeo repetidamente mirando a Beast, mientras mi mente no para de dar vueltas frenéticamente. ¿Cómo ha entrado? ¿Dónde está Luka? ¡Por Dios...! Solo Salí del trabajo para ver a Luka en mi departamento y ahora...
El miedo creciente me hiela la sangre, sudo frio y se me erizan todos y cada uno de los cabellos Mi respiración empieza a acelerarse y la adrenalina y un pánico paralizante invaden todo mi cuerpo. Mantén la calma, mantén la calma... Ciel solo no entres en pánico.
Ella ladea la cabeza y me mira como si fuera un fenómeno de circo. Pero aquí el fenómeno no soy yo.
Siento que he tardado un millón de años en procesar todo esto, cuando en realidad ha transcurrido apenas una fracción de segundo. El semblante de Beast sigue totalmente inexpresivo, y su aspecto tan desaliñado y enfermizo como siempre. Sigue llevando esa gabardina mugrienta, y parece necesitar desesperadamente una ducha.
Tiene el pelo grasiento y algo parecido al polvo sobre sus risos negros, y sus ojos se ven apagados, turbios y vagamente confusos
Pese a tener la boca absolutamente seca, intento hablar.
—Beast...¿verdad? —alcanzo a decir.
Ella sonríe, pero no es una sonrisa auténtica; sus labios se curvan de un modo desagradable.
-El lindo muñequito habla -susurra, y su voz es un sonido fantasmagórico, suave y ronco a la vez.
-Sí...—le digo con dulzura, o un intento de ella, como si me dirigiera a una niña- ¿Estás sola aquí?
Cuando pienso que puede haber sufrido algún daño, se me desboca el corazón.
A ella se le cristalizan los ojos de tal modo que creo que está a punto de echarse a llorar... parece tan desvalida.
-Sola –susurra- muy sola- la profundidad de la tristeza que contiene esa única palabra me produce lastima por ella, pero no dejare que lo haga, ella tiene mucha ventaja como para lamentarme por ella.
-¿Qué estás haciendo aquí? ¿Puedo ayudarte en algo?-mis palabras logran conformar un discurso atento, sereno y amable.
Ella frunce el ceño como si mis preguntas la aturdieran por completo. Pero no emprende ninguna acción violenta contra mí. Sigue sosteniendo la pistola con gesto relajado. Yo no hago caso de la opresión que siento en el cerebro e intento otra táctica.
-¿Te apetece un poco de té? -¿Por qué le estoy preguntando si quiere té?
Beast mueve lentamente la cabeza de un lado a otro, como si destensara el cuello.
Inspiro una preciada bocanada de aire para tratar de calmar el pánico que me dificulta la respiración, y me acerco hasta la encimera de la isla de la cocina. Ella tuerce el gesto, como si no entendiera del todo qué estoy haciendo, y se desplaza un poco para seguir plantada frente a mí. Sí, si ella quisiera matarme, seguramente ya me habría disparado.
-Aparte de ti, ¿hay alguien más en el departamento? -pregunto con cautela.
Ella inclina la cabeza hacia un lado y, con la mano derecha mueve sus grasientos risos detrás de su oreja, la miro con atención, unas gigantescas ojeras decoran su rostro, el delineador en su rostro se ha corrido un poco y el labial rojo parece haber sido puesto hace varios días atrás.
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50 Shades: Games In The Dark
RandomOscuridad. -¿Bailas?- extendió su mano Sus ojos carmín resaltaban detrás de su mascara color negro. -¿volviste?- mordi mi labio inferior y tome su mano dando un paso adelante. Poso su mano en mi cintura y me apego a su cuerpo. Acerco sus labios a m...