Fui al trabajo a día siguiente, o bueno, escape del departamento de Sebastian para venir. No importa lo que pase yo no dejare mi trabajo.
Antes de irme Sebastian se me acerco y me explico que debía viajar por un par de días, le obligue a jurar que esta vez era enserio. Me sorprendió bastante ver una sonrisa seguida de una risa a no ver la desfigurada sonrisa y el ceño fruncido habitual
Cuando llego a mi mesa, me encuentro una nota pidiéndome que acuda directamente al despacho de Clare. Mi corazón da un vuelco.
"mi conciencia:
yo amaba este trabajo...""Debimos dejar que Sebastian le metiera las venditas galletas a donde no le llega el sol a ese bastardo de Bravat"
-Ciel-
Clare me sonríe amablemente y me señala una silla frente a su mesa. Me siento y la miro, expectante, confiando en que no oiga los latidos desbocados de mi corazón. Ella se alisa su densa cabellera negra y sus ojos azul claro me miran sombríos.
-Tengo malas noticias.-
Y ya valí...
-Te he hecho venir para informarte de que Bravat ha dejado la empresa de forma bastante repentina.-
Me sonrojo. Para mí eso no es ninguna mala noticia. ¿Debería decirle que ya lo sabía?
-Su apresurada marcha ha dejado su puesto vacante, y nos gustaría que lo ocuparas tú de momento, hasta que encontremos un sustituto.-
¿Qué? Siento que la sangre deja de circular por mi cabeza. Ya me atonte.
Quiero abrir la boca para articular algunas cosas pero ella vuelve a interrumpirme.
-Bravat siempre elogio tu talento. Tenía muchas esperanzas depositadas en ti.-
Sí, claro: tenía muchas esperanzas en hacérselo conmigo.
-Aquí tienes una descripción detallada de las funciones del puesto. Estúdiala y podemos hablar de ello más tarde.-
-Pero...-
-Por favor, ya sé que es muy precipitado, pero tú ya has contactado con los autores principales de Bravat. Tus anotaciones en los textos no han pasado desapercibidas a los otros editores. Tienes una mente aguda, Ciel. Todos creemos que eres capaz de hacerlo.
-De acuerdo.- aunque nunca pensé en negarme...
Salgo de su oficina aun en shock por la repentina noticia, como por arte de magia vuelvo a mi mesa, cojo mi teléfono y llamo a Sebastian.
Contesta al segundo tono.
-¿estás bien? -pregunta, preocupado.
-Me acaban de dar el puesto de Bravat... -suelto de sopetón- bueno, temporalmente.
-...-
El día ha pasado muy rápido y eso me encanta. He tenido que asimilar tantas cosas esta mañana. Una señal acústica en mi calendario me avisa de que tengo una cita.
¡Oh, no!... ¡Hannah! Con tantas emociones me había olvidado de nuestro almuerzo.
Suena mi teléfono.
-Es él, está en recepción -dice Eli, mi ahora secretaria, en voz baja.
-¿Quién?-
Por un segundo, pienso que puede ser Sebastian
-el chico más dulce y adorable que he visto en mi vida-
-¿Luka?
Oh, ¿qué querrá? Inmediatamente me siento culpable por no haberle llamado. Niego con la cabeza y salgo de mi oficina, dejándole trabajo a Eli.
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50 Shades: Games In The Dark
RandomOscuridad. -¿Bailas?- extendió su mano Sus ojos carmín resaltaban detrás de su mascara color negro. -¿volviste?- mordi mi labio inferior y tome su mano dando un paso adelante. Poso su mano en mi cintura y me apego a su cuerpo. Acerco sus labios a m...