Sebastian cierra la puerta, sacude la cabeza, y me mira de repente con unos ojos brillantes por la emoción.
¿Qué se propone?
-Solo queda la familia. Me parece que mi madre ha bebido demasiado.-
Scarlett está cantando con una consola de karaoke en la sala familiar. Alois y Hannah no paran de animarla.
-¿Y la culpas por ello?-
Le sonrío con complicidad, intentando mantener el buen ambiente entre ambos: Con éxito.
-¿Se está riendo de mí? , Futuro señor Michaelis-
-Así es.-
-Bueno Señor Phantomhive. Ven, quiero enseñarte una cosa.- Me da la mano y me conduce a través de la casa hasta la cocina, donde Luka y Claude beben los últimos cócteles y comen los restos del festín.
-¿Vais a dar un paseo? - insinúa Claude burlón cuando cruzamos las puertas acristaladas.
Sebastian no le hace caso. Mientras subimos los escalones hasta el jardín observo la media luna brilla resplandeciente sobre la bahía. Reluce intensamente, proyectando infinitas sombras y matices de gris a nuestro alrededor.
La casita del embarcadero está iluminada, como un faro que refulge suavemente bajo el frío halo de la luna.
-Sebastian, mañana me gustaría ir a la iglesia.-murmuro para conocer su reacción.
-¿Ah? Si alguien como yo entra a ese lugar, quema la iglesia- responde siguiendo mi "Broma"
-Recé para que volvieras a casa con vida, y así ha sido. Es lo mínimo que puedo hacer.-murmuro no tan a gusto con mi decisión
-De acuerdo.-
Deambulamos de la mano durante un rato, envueltos en un silencio relajante. Y entonces se me ocurre preguntarle:
-¿Dónde vas a poner las pinturas que hizo Undertaker?-
-Pensé que podríamos colgarlas en la casa nueva.- responde tranquilo.
-¿Casa nueva?-
Bueno nos casaremos en más que obvio que viviremos en una casa más "Familiar"
Se detiene para mirarme fijamente, y dice en un tono lleno de preocupación -Sí, creo que te gustara.-
- ¿Cuándo la has comprado?-
-Ayer por la mañana. Ahora tenemos que decidir qué hacer con ella - murmura aliviado.
-Bien, no la derribes antes de que la conozca-
Sebastian me mira y sonríe.- De acuerdo. Hablaré con Claude. Él conoce a una arquitecta muy buena que me hizo unas obras en Seattle. Él puede encargarse de la reforma.-
De pronto me quedo sin aliento, recordando la última vez que cruzamos el jardín bajo la luz de la luna en dirección a la casita del embarcadero. Oh, quizá sea allí a donde vamos ahora. Sonrío.
-¿Qué pasa?-
-Me estaba acordando de la última vez que me llevaste a la casita del embarcadero.-
A Sebastian se le escapa la risa.
-Oh, aquello fue muy divertido. De hecho...- Y de repente se me carga al hombro.
-Estabas muy enfadado, si no recuerdo mal - le recuerdo.
-Ciel, yo siempre estoy muy enfadado.-
-No, no es verdad.-
Él me da una palmada en el trasero y se detiene frente a la puerta de madera.
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50 Shades: Games In The Dark
RandomOscuridad. -¿Bailas?- extendió su mano Sus ojos carmín resaltaban detrás de su mascara color negro. -¿volviste?- mordi mi labio inferior y tome su mano dando un paso adelante. Poso su mano en mi cintura y me apego a su cuerpo. Acerco sus labios a m...