50 Shades: Games In The Dark

Special: Red Room

One-shot San Valentin; salto en el tiempo antes de que Ciel se fuera.  

Me coloque la camisa blanca, abroche las mangas y cuidando de no arrugarla acomode el cuello y comencé a abotonarla.

Otro día.

Cierro mis ojos y un recuerdo cruzo por mi mente.

-Ciel- murmure, aún recuerdo su figura entrando en mi despacho.

Sonreí ante el recuerdo de sus múltiples expresiones.

Me pregunto que habría sucedido si jamás él hubiera llegado a mi vida.

Talvez la lista de mujeres en ese cuarto se habría extendido hasta que alguna cumpliera una de sus promesas de venganza.

Por cierto, aquel cuarto, el solo lo ha conocido una vez, no creo justo el hecho de no darle más huso

Podría resultar interesante.

Luego de arreglarme pase por la habitación de cierto peli-azul que aun dormía.

Me apoye en el marco de la puerta y me cruce de brazos.

Talvez deba reflexionar en muchas cosas, empezar a pensar un poco más en él y lo que sentirá...

Bah! Que estoy diciendo, porque Sebastian Michaelis decidiría tener una "relación simple" algo tan estúpido.

Me aleje de ese cuarto y recorrí un largo pasillo hasta una puerta color negro.

Sonríe, no puedo dejarlo más tiempo cerrado.

Como lo are entrar, talvez solo deba decírselo, no claro que no, él ni loco querrá volver ahí...

Talvez, una apuesta, ja, toda nuestra relación se basa en eso, así que no creo que sea molestia, pero, cual es la apuesta más ridícula, así tendré su orgullo en mis manos y ara de esto algo más interesante de lo que ya es.

-1 hora después-

-no creo que pase- él sonreía orgulloso como siempre.

Hace rato que había despertado y yo había recibido una llamada que honestamente fue muy inesperada, pero a decir verdad, me cayó como anillo al dedo.

Sonreí y me cruce de brazos, ambos estábamos sentados en el gran sofá de cuero negro -¿deseas apostar?-

El asintió seguro de sí.

-bien- me acomode en el sofá y tome mi teléfono-tú dices que mi hermano no está en tu apartamento no es así- el aparato continuaba sonando –pero yo creo que sí lo está-

El asintió –como ganare ve pensando lo que me darás- se cruzó de brazos.

Solté una risa y conteste de una vez el teléfono –Hermano- pulse el botón de alta voz

-Sebastian- hablo contento, si ya gane –tengo un consulta que hacerte-

-antes que nada- acerque e aparato más a ciel -¿Dónde estás?-

Ambos nos quedamos en silencio hasta que el respondiera, pero un grito que ya conocíamos se hizo presente del otro lado de la línea.

-mierda- mascullo ciel

-¿Qué?- Claude hablo rápido- luego...Luego hablamos- hablo desesperado- ALOIS ESTAS...- la llamada termino.

Sonríe victorioso.

-desgraciado- volteo a mirar a otra dirección- que quieres hacer- en ningún momento volteo a verme

Le extendí mi mano –ven- sonreí con malicia, tengo una sospecha, pero la pensare seriamente luego, talvez mañana.