Capitulo 4

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Volví a la tierra cuando sentí la mano de Shawn golpear mi brazo suavemente. Lo miré un poco confundida, me señaló el frente del aula de clases.

—Señorita Allen, le estoy preguntando si usted sabe algo acerca del incidente del baño.—me preguntó el maestro con el ceño fruncido, noté que estaban todos con sus pares de ojos mirándome fijamente. Me sentí algo intimidada, así que decidí negar de inmediato.

—No, señor. No sé nada.

Carraspeó mientras miraba detrás de mí.

—¿Y usted, señor Bieber? ¿Sabe algo?

—Me gustaría cooperar, pero no es el caso.

Y así continuó la interrogación, Karen no había aparecido en toda la semana. Tori, Lisa y yo estábamos preocupadas, no teníamos idea de que sucedía. Por otro lado, Shawn estaba demasiado cariñoso conmigo, más que antes. Todo comenzó cuando la investigación tomó inicio, me abrazaba, besaba y mimaba demasiado. No lo entendía, y estaba segura de que se enfadaría si se lo preguntaba. Entre bosquejos en la última parte de mi cuaderno de literatura y pensamientos voladores, la hora del receso llegó.

Salí sin notar a Shawn, sólo tomé mi mochila. Pero me sobresalté cuando no pude ver nada, alguien estaba tapando mis ojos con las palmas de sus manos. Sonreí involuntariamente.

—¿Estás lista para una aventura al estilo Mendes?—preguntó en mi oído, reí mientras asentía.

—Enséñame el camino.

Caminamos unos cuántos pasos, bastantes para ser sincera. Sentí una puerta abrirse, caminé dos pasos más, adentrándome en la fría habitación. La puerta se cerró y luego escuché que Shawn le colocaba seguro. Me dejó la vista libre. Pero no alcancé a reaccionar, puesto a que ya tenía sus labios sobre los míos. Perdí un poco el equilibrio, retrocediendo mientras enredaba mis brazos en el cuello de mi novio. Se sentía jodidamente bien.

Se separó de mi un poco, acomodó un mechón de cabello y suspiró. Mantuvo su mirada fija sobre la mía y tenía una leve sonrisa asomada en sus labios.

—Estoy tan enamorado de ti, Violet.—rió levemente y depositó un suave beso que correspondí gustosa en mi boca. Acaricié sus pequeños rizos de su nuca.

—Te amo, Mendes.

—Yo más.

Y bueno, nuestra sesión de besuqueo comenzó en aquel instante. Creo que estuvimos unos... ¿Diez o quince minutos enrollándonos? Más o menos. Hasta que escuchamos que estaban intentando abrir la puerta, estábamos en plena sala del conserje. Lo típico. ¿Algo más cliché para la próxima?

—¡Ya va!—exclamé mientras me alejaba de Shawn. Justo se me ocurrió una idea para que no nos atraparan. Quité el seguro y me giré. La puerta se abrió de inmediato.—¡No quiero verte nunca más en mi vida!

—¡Pero amor...!—salí corriendo enfadada, supuestamente, ante la confusa mirada del conserje de la escuela.

Llegué al sector de lockers, muerta de risa. Me estaba ahogando prácticamente, había sido muy gracioso. Shawn llegó unos pocos segundos después y me abrazó.

—Te adoro.—susurró, coloqué mis manos en su pecho y lo acaricié.

—Yo igual.

Escuchamos la campana y tuvimos que regresar a la maldita tortura. Y así el día fue acabándose poco a poco, hasta el punto de que no me di cuenta en el momento que las clases habían llegado a su fin. Decidí ir al centro comercial junto a Tori a comprar un disco de música, había salido la semana pasado y no había tenido la oportunidad de ir a comprarlo antes. Ya eran alrededor de las ocho de la tarde cuando volví a casa, al abrir la puerta, me quedé sorprendida. Todas las luces estaban apagadas, solo unas tres velas iluminaban la instancia. Pude ver a Shawn al lado de la mesa, una cena descansaba en los platos y se veía deliciosamente rico. Mi novio llevaba una sudadera, jeans y zapatillas como siempre pero tenía una sonrisa ladeada. Melancólica.

—Hola, Violet.—murmuró mientras se acercaba. Se acercó a mí y me tendió un pequeño ramo de claveles, mis flores favoritas.

—¿Qué es todo esto? ¿Cómo entraste?—pregunté, no podía creer lo que estaba ocurriendo.

—Tus padres salieron a cenar y les conté de mi maravilloso plan.—explicó brevemente para luego soltar una leve risita.—Asi que... Violet Allen, ¿Me acompañaría en esta velada romántica para celebrar nuestro tercer aniversario?

Oh, ¡Hoy era nuestro aniversario!. Mierda, lo había olvidado completamente. No le tenía un regalo, no había preparado nada, ¡Absolutamente nada!. Y él se había esforzado en prepararme una cena. Era la peor novia del mundo.

—Oh por Dios... Se ve exquisito.—comencé a oler su platillo, deleitándome. Dejé las bolsas de compra en el sofá y me quité la chaqueta que llevaba puesta. Shawn me abrió la silla, tomé asiento y besé sus labios.—Muchas gracias, te amo.

Shawn sonrió y se sentó al frente mío. Comenzamos a comer juntos a anécdotas de cuando recién estábamos saliendo, cuando nos conocimos y hasta el día de hoy.

—Esto, además de ser una celebración...—suspiró, bajó la mirada y la volvió a mí. Sus ojos comenzaban a aguarse.—Es una despedida.

Me quedé inmóvil, ¿A qué se refería con una despedida?

—¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿A qué te refieres?—pregunté desesperada, de repente el apetito se me quitó.

—Debo irme de la ciudad, Violet. Junto a mis padres y Aaliyah.—suspiró nuevamente.—Hay un problema grave, no podemos dejar que se descubra. Mis padres ya saben, y por eso debemos irnos hasta que todo se calme.

—Shawn, puedes decirme que es. No le contaré a nadie.

—¡No!—gritó. Me asusté de inmediato.—Si te digo, me odiarías. Además, sabrías cosas que no deberías saber...

—¡Por Dios, Shawn!—me levanté furiosa, mi novio me miró confundido. Era la primera vez que levantaba la voz de esta manera.—¿Sabes cuánto yo te amo? ¿Cuánto me gustaría que estuvieras feliz y tranquilo?

—Lo soy...

—¡No mientas! Por algo te estás yendo...—una lágrima cayó de mi ojo izquierdo.

—Tú no entenderías.—murmuró apenado.

—¡Entonces habla conmigo o con alguien que te pueda ayudar!

—¡Detente, Violet! ¡No sabes todo lo que ha pasado! ¡La he cagado!, ¿Okay?  ¡La he cagado y debo proteger a todos en mi familia!

—¿Y eso incluye alejarme de tu vida?—pregunté, a este punto ya era un mar de lágrimas.

—Claro que no.—respondió.—Sólo que... Cuando el problema se resuelva, volveré.

—¿Y cuándo será eso?

—No lo sé... Como máximo, tres meses.

Suspiré frustrada, noté que Shawn se arrodilló frente a mí y tomó mis manos. ¿Me pedirá matrimonio?

Oh no.

—Violet, necesito que confíes en mí. Necesito que sepas lo mucho que te adoro y que te amo. Que esta es la única forma de salir de este agujero que cavé yo mismo.

—Ámame por esta noche, Shawn... Necesito recordarte bien.

Lo dije, lo dije, lo dije.

¡No puedo creer que lo dije!

—¿Quieres que...?—tragó en seco.

—Quiero que...—carraspeé para ocultar mi vergüenza.—Me hagas el amor.

—¿Estás segura?

Lo miré directamente a los ojos.

—Te amo y tal vez no te vuelva a ver en mucho tiempo más... Nunca he estado más segura.

Y es cierto, amo a Shawn Mendes como si mi vida dependiera de ello.

Who Says; Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora