Who Says; Shawn Mendes

Capítulo 29

Un beso. Un breve beso. Una conexión de labios pequeña. No Había mucha importancia en ello, ¿cierto?. No había sentido nada por eso. Era insignificante.

Aunque pasé el resto del mes pensando en ello.

Estábamos a menos de un mes de la graduación. Mi tía consiguió la beca, tenía mi vuelo listo pero mi corazón no. Nate era una importante parte de mi vida que me costaría dejar. Pero él decía que todo estaría bien. No le había dicho lo que había pasado con Shawn. Y no pensaba en hacerlo. Tenía miedo, y de muchas cosas.

"Lo siento, Violet."

Ah sí, también había estado ignorando a Shawn. Quería estar lo más alejada de él posible. Era incómodo y me hacía sentir aún más culpable.

"Olvídalo, Shawn."

Hoy era la famosa obra de La Tempestad en la escuela. Estaba ordenando mi traje y accesorios en un bolso que llevaría. Mi madre golpeó la puerta y entró. Reí mientras la miraba avanzar.

-No sé para que tocas la puerta si está abierta, mamá.

Alzó ambas manos, en señal de inocencia.

-Tu privacidad, hija.

Negué mientras reía. Doblé mi vestido y lo guardé. Suspiré, estaba muy nerviosa. Me sabía todas las líneas y las había estado practicando por casi cinco siglos. Pero la adrenalina estaba presente, y eso jugaba en contra.

-Tengo miedo, Mamá.-admití.-¿Qué sucede si lo estropeo?

-No pasará nada... Confía en ti y todo saldrá bien.

Sonreí.

Tres horas después, tenía mi maquillaje listo y el peinado casi. Me cambiaría de vestuario en la escuela. Habían tiendas para chicos y otras para chicas, específicamente para el cambio. Mi cabello debía estar suelto, con dos trenzas pequeñas sujetas atrás y en éstas debían haber pequeñas flores. Se suponía que era una princesa desterrada.

-¡Argh, odio esto!-grité cansada. Nunca podía peinarme como debía hacerlo. Me daba rabia.-¡Mamá, necesito ayuda!

Miré algo confundida la puerta del baño, comenzaba a abrirse lentamente. Se suponía que mi madre estaba viendo su telenovela en el salón.

Nate apareció.

-¿Alguien solicita de mi ayuda?

Reí para luego aplaudir con energía. ¿En qué momento había llegado?. Estaba vestido con el atuendo que le correspondía. Parecía un verdadero Príncipe. Y el más guapo de todos, debo añadir.

-Necesito de tu ayuda, pero, ¿en qué momento llegaste?

Rió mientras cerraba la puerta detrás de él y se acercaba a mí. Besó mi mejilla suavemente para luego soltar mi cabello.

-Llegué hace algunos minutos, estaba hablando con tu madre y escuchamos tu grito. Así que subí.

Negué mientras sonreía.

-Necesito en hacer esto.-le señalé la hoja impresa que tenía con el peinado.-Son dos trenzas a cada lado.

-Um...