Fui hasta el refrigerador y saqué dos huevos. Nate estaba batiendo la leche con mantequilla.
-Solicito dos huevos, chef.
Reí mientras los golpeaba suavemente contra el bolw. Puse mis pulgares entre medio y partí las cáscaras. El contenido del huevo cayó en los otros otros ingredientes.
-A la orden.
Hice el mismo procedimiento con el otro huevo. Nate siguió batiendo mientras ahora yo buscaba el harina.
-¿Terminaste el informe que pidió el señor Keaton?-preguntó mientras comencé a vertir el ingrediente.
Estábamos preparando un bizcocho que luego decoraríamos con perlas comestibles, pastas y demás. Hasta ahora, se veía bien.
-Nop.-negué.-No sé como empezarlo.
-Si quieres, te puedo ayudar.-ofreció. Se apartó un poco de la mezcla y echó un chorro de esencia de vainilla.-Si te haces el test.
Bufé molesta.
-Nate, sabes que no quiero...-hice un puchero.
-Oh, vamos. Estaré yo ahí.
Comencé a mezclar la azúcar que mi amiga había añadido segundo atrás.
-¿Me verás hacer pis?-pregunté fingiendo asco. Quería reirme.
-No.-se encogió de hombros.-Pero te apoyaré, sea cual será el resultado...
Sonreí y lo abracé.
-Gracias, Nate...-masculllé.
Seguimos con nuestra preparación hasta que la metimos al horno. Choqué los cinco con él y reímos.
¿Sería mejor hacerme el test ahora? Saldría de dudas y podría dormir en la noche tranquilamente.
-Nate, creo que...-comencé a hablar, pero me calló de inmediato.
-Te traje uno, sabía que te lograría convencer.
Lo miré sorprendida, no podía creerlo. Este chico es asombroso, de verdad.
-Voy y vuelvo.
Nate asintió mientras me entregaba una bolsa negra, la había sacado de su mochila. Le sonreí mientras me dirigía al baño del primer piso. No necesité leer las instrucciones, había visto en series y películas como funcionaban. Sacas la tapa que lleva en la punta, haces pipí en ella y luego esperas. Así de fácil. Seguí los pasos uno a uno, hasta que lo terminé. Dejé la varita en el lavamanos y lo utilicé, me sequé y salí del baño. Ahí afuera me esperaba Nate, tenía ambas manos en sus bolsillos y respiraba algo acelerado.
- Hey...-se acercó a mí.-¿Cómo te sientes, princesa?
Princesa, cliché pero me agradaba cuando él lo decía.
-Nerviosa pero a la vez bien. Tengo esperanzas de que sea negativo.-reí nerviosamente.
-Todo estará bien, te lo prometo.
Asentí mientras sonreía tristemente. Yo sabía que no podía estar embarazada, quería convencerme de que no. No podría hacer nada... Además, si Nate y yo tuviéramos algo en un futuro, no me gustaría que tuviera un padrastro. Digo, no es algo malo, pero no me gustaría que algún dia lo llamara "Padre" a alguien que no lo es.
-Gracias por todo, Nate.-lo miré algo avergonzada.
Nate sostuvo mi rostro con ambas manos y me obligó a mirar su celestiales ojos azules.
-No debes agradecerme, Violet.- frunció el ceño.-Quiero que... Haya alguien en tu vida que te quiera y te respete, que te haga feliz. Alguien que te merezca. Yo... Um...
Mi corazón se aceleró.
-¿Tú...?
-Yo creo que... Tú...-suspiró nervioso. ¿Será lo que yo estoy pensando?-Debes ser feliz porque eres una chica extraordinaria, magnífica y hermosa.
Unas ganas de llorar me invadieron, sentí la profundidad de las palabras de Nate; podía sentir que las decía de verdad. Él me hacía sentir asi, tal como me había descrito.
-¿Puedo... Puedo besarte?-pregunté.
Nate rió y asintió juntando sus labios con los míos. Me tuve que poner de puntitas para poder acceder a un abrazo, él era unos... ¿Diez centímetros mas alto que yo? Tal vez quince. Me sentía en las nubes, nunca me cansaría de él. Ni de sus besos. Ni de sus abrazos. Estos últimos meses han sido grandiosos gracias a él. Me ha cuidado y se ha preocupado. Algo que nadie había hecho. Me separé de Nate con algo de pena, si fuera por mí, pasaría todo el dia aquí.
Nos devolvimos a la cocina y comenzamos a ordenar lo que habíamos usado para preparar nuestro bizcochito. Cuando sólo faltaba el harina, mi celular me avisó que el tiempo de espera ya había acabado. Y eso significaba que... Los resultados estaban listos. Tapé mi cara con ambas manos y lloriqueé. No estaba lista.
-Hey, si quieres puedo ir yo. Lo veo y te digo el resultado.
-Sí, por favor...
Suspiré mientras veía como Nate iba al baño. Me subí en una de las encimeras a esperarlo. Volvió en cuestión de un minuto después. No traía ni una sola expresión en su rostro.
-¿Y bien?
Se acercó al sacó de harina, llenó su mano de ella, se acercó a mí y sopló, dejándome toda llena de polvo blanco. ¿Qué significa? Lo miré sorprendida, llené mi puño y le lancé el ingrediente. Una guerra de harina comenzó, uno corriendo detrás del otro.
-¡Ven aquí, Allen!-exclamó riendo. Chillé mientras lo esquivaba.
Una vez que ambos estábamos completamente sucios y jadeantes, nos detuvimos. Lo miré expectante.
-¿Y?
-No, Violet.-sonrió, tomando mis manos blancas y dándoles un beso.-No estás embarazada.
Reí felizmente mientras me lanzaba en sus brazos abrazándolo.
Nos fuimos a limpiar entre chistes y celebraciones ridículas. Sin darme cuenta de la hora, ya me estaba despidiendo de Nate en la puerta de mi casa. Mis padres llegarían pronto.
-Nos vemos mañana, gracias por todo.
Sonreí y besé su mejilla, y sin más, se fue a casa.
Estaba a punto de irme a dormir, cuando mi celular comenzó a vibrar. Lo cogí y contesté la llamada.
-¿Hola?
Escuché sollozos completamente dolorosos y desgarradores del otro lado de la línea. Fruncí el ceño de inmediato.
-Violet...
-¿Shawn?-pregunté confundida.-¿Qué quieres? Te dije que me dejaras tranq...
-Aaliyah... Aaliyah se ha ido.
Mierda, no Aaliyah. Cualquiera menos ella.
-¿Cómo? No te entiendo.
Volvió a sollozar para luego gimotear.
-Aaliyah fue asesinada.
¿Sería de esto de lo que se refería con la supuesta amenaza?
-Shawn, yo...
-Te necesito, Violet. Por favor.
No sabía que hacer, se trataba de Aaliyah. No de Shawn. Mi gran amiga Aaliyah... pequeña.
Mis ojos se aguaron. ¿Qué hago ahora?
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Who Says; Shawn Mendes
FanfictionWS| ❝You made me insecure, told me I wasn't good enough. But who are you to judge?❞ Violet era usada por Shawn día a día; él le mentía diciéndole que la amaba. Hasta que un día, ella decidió triunfar en la vida y dejar de ser la sombra de los demás...