Capítulo 18

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*POV Jackson*

Estábamos a sábado, sábado, el día en el que mis padres vendrían a cenar para explicarles sobre mi orientación sexual, admito que estoy muy nervioso. El sonido de la puerta me hace pegar un bote y salir de mi ensoñación. Dejo la taza en el fregadero y voy a abrir la puerta, detrás de ella una pelirroja cabellera me da la bienvenida.

- Buenos días - Saluda Lydia con una sonrisa.

- Creí que habíamos quedado esta tarde - Frunzo el ceño confundido.

- Y lo habíamos hecho - Afirma y entra en casa con unas bolsas en sus manos. - ¿Qué? - Me pregunta al ver que me quedo mirando sus manos, alzo una ceja y ella sonríe - Comida Jackson, tienes la nevera vacía - Pone los ojos en blanco.

- No es cierto - Me cruzo de brazos, ella en cambio entra en la cocina y abre la nevera, efectivamente, no hay casi víveres en ella. - No he tenido tiempo para ir a comprar... - Murmuro con las mejillas rojas.

- Lo sé, por algo estoy salvando tu trasero - Cierra la nevera y empieza a colocar lo que ha comprado. - Podrías agradecérmelo ayudándome a colocar las cosas, ¿sabes? - Habla sin dejar de hacer cosas.

Asiento rápidamente me muevo para ayudarla a colocar el resto de las cosas.

- ¿Qué tienes planeado para esta noche? - Me pregunta cuando acaba de meter el último paquete de pasta en el armario, me encojo de hombros y me giro para mirarla. - Por lo menos sabrás qué vas a hacerle a tus padres para cenar, ¿Cierto? - Me pregunta de nuevo.

- Había pensado en hacerles un poco de pasta con pesto - Respondo.

- Bien, es algo elegante pero fácil de preparar, buena elección - Asiente estando de acuerdo conmigo. - Y para responder a la pregunta de antes, estoy aquí para que no te quedes calvo de tanto tirarte del pelo y asegurarme de que no te echas para atrás - Me mira seria.

- No me voy a echar para atrás, soy lo que soy, llevo demasiado tiempo mintiendo, a mí mismo y a los demás, no puedo más, no lo soporto - Admito y ella me sonríe orgullosa.

El resto del día, Lydia se encarga de ayudarme a limpiar la casa, de preparar la cena y de poner la mesa. A las 8:30 en punto, el timbre suena anunciando que mis padres han llegado. Mi pulso se dispara y empiezo a sudar. Lydia abre la puerta porque yo estoy congelado en el sitio y parece que mi cerebro no procesa bien las cosas, o no quiere procesar bien las cosas.


- Jackson querido – Me saluda mi madre dándome dos besos. Hago una mueca que espero que se vea como una sonrisa y mi padre se acerca a mí.

- Hola Jac – Me sonríe mi padre dándome un pequeño abrazo.

- Hola – Le devuelvo el gesto.

- ¿Por qué no empezamos a comer? Jackson se ha esforzado mucho – Habla Lydia sonriente.

Pasamos al comedor y yo me meto en la cocina para sacar la comida, antes de eso, respiro hondo un par de veces para destensarme, cuando creo que me he calmado lo suficiente, vuelvo a entrar al comedor. Lydia está sentada a mi lado y enfrente mis padres, la cena pasa agradable y tranquila, hasta que mi padre lanza la pregunta del millón.

- ¿Cómo os va juntos? – Pregunta cuando el postre está servido en la mesa.

- Bueno... - Empiezo a hablar, pero Lydia me interrumpe.

- Ya no estamos juntos – Suelta a bocajarro y mis padres abren la boca claramente sorprendidos.

- ¿Qué ha pasado? – Pregunta mi madre, claramente afectada.

Querido profesor (AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora