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Especial Yoonmin:

Yoongi nunca creyó encontrar a alguien que pudiera amarlo tanto, tampoco creyó posible amar tanto a un ser humano. Para él, no existía la pareja perfecta, nunca vio una relación que durara demasiado y en la que sólo fuera felicidad, sabía que todos tenían problemas ya sean pequeños o grandes.

Él veía a sus padres ser felices, los veía discutir, los veía amarse; pero jamás sintió la necesidad de que eso le pasara a él. No entendía la necesidad que las personas tenían de amar y ser amado. Para Yoongi, solo estaban él mismo y sus sueños. Le fue tan difícil hacerlos realidad que no tenía tiempo para pensar en alguien con quien compartir sus pensamientos, sus ideas, sus deseos y su amor.

Debutó, pasaron los años, tres para ser exactos, y él...estaba bien. Veía a su líder y a su Hyung, ser como sus padres: Tenían peleas, se reconciliaban y volvían a ser felices ¿Amarse? Uh...Yoongi no pensó que sus compañeros llegarán a eso, ellos eran dos hombres y no creía que compartieran los mismos gustos que él. Porque no era un secreto para, ninguno del grupo, su bisexualidad. Jamás la oculto, no se sentía avergonzado ni mucho menos temeroso de lo que podían pensar sus amigos. Aún así, él jamás llego a demostrar interés por alguien: no como Namjoon y las chicas con buenos atributos y no como Hoseok con la cantante Tinashe. Así que no pueden culparlos de pensar que Yoongi era asexual. El mismo se lo había planteado más de una vez, pero siempre llegaba a la misma conclusión, o mejor dicho siempre llegaba a una persona.

Jimin; ese mochi humano era el único ser capaz de hacer dudar a Yoongi. El menor siempre le había parecido hermoso, talentoso e increíble. Al verlo, la curiosidad de descubrir todo sobre él lo embargaba.

Sin embargo, nunca le hizo caso a ese sentimiento. No creía que sintiera algo hacia su menor, era imposible ¿Verdad?...

Uh...déjenme contarles un secreto, pero deben guardarlo muy bien, a Yoongi no le gusta que alguien sepa sobre esto así que siéntanse privilegiadas: Min tenía miedo.

Aveces al mirar a Jimin sentía miedo, parecía que su corazón se estropearia de latir tan rápido ¡Estaba muy asustado! Jamás sintió eso. Tampoco cuando sus mejillas se encendían al ver entrar a Jimin a su estudio con un café. Lo veía sonreír, reír, cantar, respirar, lo veía ser Jimin y sentía miedo.
Las inseguridades estaban acabado con su cuerpo, pero él no dejaría que su temor lo matara, ya se había enfrentando a otros, siempre ganándoles.

Entonces fue cuando llamo a Jimin a su estudio. Park entró y su miedo se disparó en todas las direcciones, casi podías olerlo. Sin poder abrir su boca señaló un pequeño mueble que tenía ahí, que también le funcionaba como cama cuando se quedaba toda una noche allí.

Jimin no podía sentirse más que feliz ¡Su hyung quería hablar con él! No importaba cual fuera la razón, ya que Yoongi no siempre demostraba interés hacia su persona, esto era importante. Jimin solo dejó que el momento lo envolviese y apagó su mente, la dejo descansar y sólo podía ver a Yoongi.

Pasó sus manos por sobre su rostro, aún podía sentir el cosquilleo en sus mejillas cuando su Hyung posó sus pálidas manos en estas. Sonrió, el sabor de los belfos de Yoongi todavía podía percibirlo, ya casi era parte de si mismo. Sentía como cada vez que se acercaba a Min, una parte de sus esencias se mezclaban, creando una nueva.

Yoongi no necesitó palabras para confesarse, él creyó que era muy genial como para un cursi discurso. Bah, la verdad es que no las halló, pero eso no era lo importante, lo único que logró que Yoongi dejará de sentir miedo fue que su lindo Jimin le haya correspondido casi al instante en el que decidió posar sus labios sobre los de él.
Al inicio, pensó que había sido muy brusco, trato de separarse pero Jimin sostuvo su cuello y lo acercó más y más hasta que casi no había espacio entre ellos. Lo curiosos es que ellos no sintieron nada...

¡¿Hyung, tienes un fanfic?!  [Namjin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora