Hi Girls!! le agradesco mucho por sus comentarios, espero les guste el capitulo
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No fue difícil adivinar que las cosas desde entonces, no andarían bien.
Me levanté bruscamente retirándome de ahí. Fui a la cocina y tomé un vaso de agua. Aaron, quien no sabía que sucedía, me miró sorprendido mientras cogía una soda. Mi vista estaba pegada al suelo y mi mente estaba en la nada. Vi el reloj que estaba cerca de la mesa, era la una de la mañana. Estaba cansado, al mediodía partiríamos a Kansas y lo peor, Andrew nos acompañaría hasta Nueva York. Salí a dar una vuelta, el lugar en el que nos encontrábamos no era peligroso, pero era bastante iluminado, la noche estaba viva para aquellas personas que quisieran contemplar las luces en las colinas. Cerca estaba el Denver City Park, había un lago y a sus al rededores habían unas cuantas parejas, posadas en el pasto. Por un momento, pensé por ir a buscar a ____(Tn) y mostrarle el hermoso estado nocturno, pero recordé lo molesto que estaba. Me senté apartado de las personas, con mi celular en mano y contemplaba el reflejo de la luna en el lago. Me volvía loco imaginarme lo que pudo haber pasado esa tarde. Los chicos me llamaban, ____(Tn) me llamaba, también mi hermana , fue a la única a la que contesté. Ella se encontraba bien, mi familia se encontraba bien, eso me hacía sonreír. Cuando acabamos de hablar, permanecí ahí. El viento soplaba moderado, favoreciendo mi estadía. Comencé a jugar con unas piedrecillas y pensaba en la mujer que me traía loco, para mí era una mujer, mi dulce mujer. Me sacó de mis profundos pensamientos, una aguda voz femenina cercana. Miré instantáneamente atrás de mí y vi una silueta alta con un rizado medio moño y un lacio cabello caído sobre sus hombros. Miraba hacia atrás mientras caminaba hacía mi.
Luego, me miró y sentó junto a mí. Kendra llevaba un largo vestido floreado y sus ojos miel resaltaban en él.
Kendra: Que coincidencia haberte encontrado por acá.
Matt: Necesitaba tomar un respiro.
Kendra: Saliste muy molesto de la casa, todos están preocupados.
Matt: Si, ¿saliste en busca de mi? -Reí sin mirarla-
Kendra: En parte. Había oído que este lugar es muy hermoso y es cierto.
Matt: Ah.
Kendra: ¿Estás bien?
Matt: Si.
Kendra: ¿Necesitas desahogarte, un consejo?
Matt: No, soy más cerrado.
Kendra: Oh. ¿No crees que es tarde?, hace frio y estás muy desabrigado.
Matt: Abrígate tú -Dije riendo-
Me levanté sin decir nada y seguí caminando de regreso a casa. Antes de que me alejara del lago, volteé para ver si Kendra seguía ahí y efectivamente estaba ahí aún. Sonaba mi celular constantemente. Cuando me acercaba a casa pensé en que fui un poco grosero con Kendra. Entré a la casa y ahí estaban los chicos, esperándome. Les conté que había salido solo a caminar y les pedí que estuvieran pendientes de Kendra. Subí a la habitación y toqué la puerta antes de entrar, entré y ____(Tn) se estaba cambiando de ropa. La miré tentadoramente unos segundos y luego mordí disimuladamente mi labio. Caminé hasta el armario y cogí un buzo y un grueso polerón. Me cambié y ella me miraba de reojo. Terminé y me quedé de pie con las manos en los bolsillos mirándola sin ninguna expresión en mi cara, solo la miraba. Ella recogió su cabello con una mirada triste. Cogí una frazada y acabé con el silencio pidiéndole una almohada. Asintió confusa y tomé la almohada. Hice una mueca y salí de de la habitación bajando al living. Acomodé la almohada en el sofá y me recosté cubriéndome con la frazada. La madrugada estaba helada y el sofá más incomodo de lo normal. Despertaba constantemente y me mantenía observando el techo. Tomaba mi celular y leía el historial de mensajes con ____(Tn) y llegaba a mi lista de contactos. Bajaba hasta llegar a su nombre y mi dedo jugueteaba en la opción “llamar”. Pero no, estaba muy sentido con ella, para tener el aroma de Andrew debió haber estado muy cerca de él, tanto que me mataba pensar en un beso o algo entre ellos. Andrew no es tonto, además ella siempre lo ha querido. Solo llegó a sacar todas las piezas del rompecabezas. Pero tal parecía que mis pies cobrarían vida y subirían a esa habitación o esperaba que ella bajara, tenía la esperanza, pero no bajó.
Narras tú:
Esa noche no hice más que voltear incómodamente en esa fría cama. Estaba despierta y una angustia me invadía. Quería bajar, poder verlo, pero se molestaría. Permanecí en la cama, esperanzada de que cediera a subir, pero no subió.
Al mediodía de la mañana siguiente, estaba de las primeras instalada en el tour bus. Nash me miraba y se reía, me parecía molesto que no entendiera lo difícil que para mí era el que Matt no me dirigiera la palabra. Quedé con las ganas de conocer más de Colorado, solo estuve en casa.
Sonaba mi reproductor de música, evitando oír los gritos de las apasionadas fans. Solo quería dormir y dormir hasta aterrizar en Kansas. Matt se sentó cerca de mí. Esperé a que Nash se distrajera con otra cosa y continuamente, comencé a hablarle a Matt, me escuchó los primeros cinco segundos y luego colocó sus audífonos y encendió su reproductor. Sentí rabia y ganas de levantarme, sacarle sus audífonos y explicarle todo tal y como había sucedido, pero yo hice lo mismo con él en la mañana del día pasado, Karma. Entonces, volteé mirando hacia afuera casi todo el viaje.
Cuando llegamos, noté que era un lugar con un ambiente muy de granja, mucho trigo, cabañas, animales. Había una casa enorme dónde aterrizamos, de cuatro pisos, no me creía que dormiría ahí y al parecer todos dormiríamos en la misma casa. Bajé ansiosa con mi bolso y al bajar, levanté mis anteojos de sol con una sonrisa de agrado al ver una casa tan hermosa. Matt bajó tras de mí. Avanzábamos al mismo paso.
Tu: Es una hermosa casa, ¿no crees? -Caminé observando la casa, no me respondió nada y solté una risita avergonzada- Si solo me dejaras explicarte, te aseguro que no estarías así.
Matt: ¿Por qué he de escuchar tu explicación si tu ayer no quisiste escuchar la mía? -Caminaba muy serio, eso me daba tortícolis. No supe que responder y el dejó salir de sus finos labios un murmurado y casi natural “Já”-
