Hi♥ espero disfruten el maraton!! quiero comentarios para poder seguir con los maratones
▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼
Ya todos habían bajado y se encontraban en el aeropuerto. Como siempre he de hacer, busqué a mi chica en medio de todos y la vi riendo con Lia y Maggie. Pude haberme acercado y robarle un beso, pero preferí contemplar su inigualable sonrisa desde donde me encontraba. Su cabello estaba tomado y llevaba una blusa linda, un jeans oscuro y ajustado y unos zapatos de taco alto, creo que en ese momento algo sucedió que me enamoré más. Pasado unos cuantos minutos, caminé donde los chicos, la mamá de Nash estaba ahí y apenas la vi corrí a abrazarla.
Elizabeth: -Rió abrazándome- Ya que tu novia puede ponerse celosa.
Matt: No tiene porqué -Sonreí y escuché una voz aguda cerca de mí.
Tu: Claro que no –Volteé y le tallé un cálido beso en la mejilla a lo que ella frunció risueñamente la nariz.
Elizabeth: Hola querida
Tu: Hola Elizabeth–Sonrió y la abrazo. Tomaron camino al auto conversando de lo que sea que conversen las mujeres. Las observé durante unos segundos. Nash palmeó mi hombro sonriendo.
Nash: Nuestras mujeres –Suspiró sonriendo.
Matt: ¿Qué mejor?
Nash: Nada, por supuesto.
Llegamos a casa de Nash y Cameron, bajamos y los chicos corrieron a la entrada. Que gusto era volver a los orígenes. ____(Tn) iba a entrar, pero tomé con suavidad su mano y la conduje al patio de atrás. No preguntó nada pero en su cara se notaba desconcertación y ansiedad.
Al llegar, desvié nuevamente de camino.
Tu: Me encantaría saber a dónde me llevas, amor –Sonrió.
Matt: ¿Tan rápido lo olvidas? –Pregunté entre risas.
Tu: ¿Olvidar qué? –Me miró frunciendo su ojo por el sol.
Matt: Lo supuse…
Tu: ¿Acaso tu cumpleaños es hoy? –Preguntó con un poquito de sarcasmo.
Matt: -Encogí los hombros- Tal vez de algo así se trata.
Tu: Te caracterizas por esto.
Matt: ¿Por qué? –Seguí avanzando tomado de su mano.
Tu: Por ser misterioso.
Matt: ¿Y eso te gusta? –Pregunté ansioso.
Tu: No –Miró hacía adelante y yo la miré algo avergonzado. Ella encogió sus hombros, los bajó y sonrió- Me fascina.
Matt: -Reí despacio y acerqué mis labios a su oído- A mí me fascinas tú –Bajé los labios a su cuello y di un pequeño beso en este, se estremeció sonriendo y seguí caminando.
Tu: ¿A dónde vamos? –Volvió a preguntar.
Matt: A donde llegamos, querrás decir -Abrí la puerta del garaje sonriendo- ¿Aún recuerdas tus regalos de cumpleaños?
Tu: Cla… ¡oh dios! ¿Está acá? –Preguntó energética.
Matt: -Asentí- Entra a verlo.
Tu: Si –Entró y corrió hasta el auto. Al verlo comenzó a saltar y observarlo detalladamente. Me acerqué más a ella y al auto. Se detuvo frente a mí.
Matt: ¿Te gusta?
Tu: ¡Matt, me encanta! –Su voz era un hilo y hasta podía oír su corazón latir como si fuera a salir de la nada.
Matt: Es rojo, como tus uñas –Tomé delicadamente una de sus manos y besé esta mientras la miraba profundamente a los ojos.
Tu: Y como mis mejillas si vuelves a hacer eso –Rió tímida.
Matt: ¿Ah sí? –Presioné mis labios aun mirándola.
Tu: Si.
Solo pronunció eso, estaba inmóvil y aun sostenía sus ojos puestos en mí. Repetí el beso en su otra mano, coloqué su mano en mi espalda atrayéndola hacía mí y probé tímidamente sus labios y sentí las mismas mariposas que solía sentir al rosar esos labios. Observé su labio superior y di otro pequeño beso en este. Luego corrí mi cabeza y la coloqué por encima de su hombro abrazándola. Respondió cálidamente a mi abrazo y apoyó su cabeza en mi hombro.
Tu: Matt
Matt: ¿Te estoy dejando sin aire? –Sonreí.
Tu: -Rió ligeramente- No, quédate así.
Matt: ¿Entonces? –Besé su hombro y volví a apoyar mi cabeza.
Tu: ¿Eres mío, verdad?
Matt: Ciertamente mis papás una vez dijeron que yo sería de ellos para siempre y yo les…
Tu: Matt–Interrumpió riendo.
Matt: Completamente, sin importar nada. Soy tuyo y eres mía, ¿verdad? –Me aparté de sus brazos y la miré sonriente.
Tu: ¿Dudas?
Matt: No podría –La besé, un beso largo y necesario.
Tu: Tengo mis llaves justo acá –Señaló su cartera.
Matt: ¿Cuándo quieres comenzar las clases?
Tu: Mañana mismo –Dio un saltito.
Matt: Mañana se ha dicho. ¿Quieres que te vaya a dejar a casa?
Tu: ¿Te quedarás un momento?
Matt: Te mimaré hasta mañana, no te desharás de mí tan pronto.
Tu: ¿Dormirás en mi casa?
Matt: Solo si la princesa del palacio acoge a este humilde y enamorado caballero –Hice una reverencia y ella rió de gana.
Tu: La princesa no tiene ningún problema en acogerlo, humilde y enamorado caballero.
Matt: -Sonreí- ¿A despedirnos? –Doblé mi brazo para que se tomara de él.
Tu: -Asintió tomando del brazo- Encantada.
Volvimos a casa para despedirnos y en algo de cuarenta minutos estábamos en su casa. Bajé sus maletas y las mías, estas últimas me las llevaría al siguiente día. Su casa estaba ordenada y tenía un olor agradable y acogedor. Colgó las llaves de su auto en un llavero de pared que tenía a un lado de la puerta y me ofreció algo de comer. Traía un gran apetito pero preferimos encargar comida italiana y ver una película. Mientras esperábamos, preparamos frutillas con chocolate y nos sentamos en un sofá lleno de almohadas. Ella estaba sentada a un lado de mí con una almohada sobre sus piernas y yo en las mías sostenía el plato de frutillas achocolatadas. Cogí una y la acerqué como un helicóptero a su boca, a lo que rió y me miró.
Matt: Este helicóptero comestible quiere aterrizar en tu boca, amor.
Tu: ¿Me comeré a los pasajeros? Eso está mal…
Matt: -Sonreí- ¿No lo dejarás aterrizar?
Tu: Está bien –Enterró con suavidad sus dientes en la punta de la frutilla y masticó con suma delicadeza.
Matt: Tienes… algo en el labio –Apunté.
Tu: -Tragó con una sonrisa- Harás el típico “tienes algo” para acercarte y darme un beso.
Matt: No, claro que no. Lo haré directamente –Me acerqué con una rapidez que me pareció lenta y rápida a la vez. La besé con un poco de desesperación pero siempre manteniendo la ternura que me nacía al tener contacto con ella.
Tu:..