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Tu: Es una hermosa casa, ¿no crees? -Caminé observando la casa, no me respondió nada y solté una risita avergonzada- Si solo me dejaras explicarte, te aseguro que no estarías así.
Matt: ¿Por qué he de escuchar tu explicación si tu ayer no quisiste escuchar la mía? -Caminaba muy serio, eso me daba tortícolis. No supe que responder y el dejó salir de sus finos labios un murmurado y casi natural “Já”-
Avanzó por delante de mí, me detuve observándolo mientras se acercaba a la puerta principal. Luego, di pasos lentos, con mi mirada completamente centrada en él. Una gran mano tocó mi hombro y di un pequeño salto al sentirla. Volteé inmediatamente y vi a Andrew, con una sonrisa y algunas de sus heridas un poco más cicatrizadas. Sonreí y aparté el cabello de mi cara. Volví mi mirada hacía Matt, que estaba afirmado en la puerta, como si esperara a alguien. Seguí caminando, hipnotizada en la adictiva mirada de Matt. Andrew me hablaba, pero el ruido de las palabras que emitían sus labios se me hacía diminuto, mis pensamientos eran el único ruido que mis oídos recepcionaban bien. Crucé mis brazos, dando un poco de calor a mis descubiertos brazos. Llegué a la puerta e iba a entrar, pero pisé una mediana piedra y casi caí con todo. Andrew me agarró instantáneamente y Matt se alarmó acercándose rápido hacía donde estaba yo, me tomó un brazo y Andrew el otro. Me sentí realmente estúpida cuando reaccioné, solté otra avergonzada risa y miré a Matt, luego miré a Andrew y simulé una sonrisa. Estando ya a salvo, tomé mi bolso, que estaba en el suelo e iba a recoger mis lentes de sol, pero Andrew lo hizo amablemente por mí. Colgué mi bolso en mi hombro, pero Mattv me detuvo y me quitó suavemente el bolso. Andrew se apuntó de inmediato en ayudarme a llevar mis cosas adentro, pero Matt le dio una palmada en la espalda y se colgó mi bolso en su hombro. No sabía que me sucedía, estaba como dormida con los ojos abiertos. Entré a la casa y me detuve observando lo gigante que era. Matt colocó su mano rodeando por atrás mi cintura y miré sorprendida. Creí que ya estaba todo mejor y sonreí buscando la que sería mi habitación. Matt iba tras de mí, con mi bolso aun puesto. Vi a Lia, entrando a una de las habitaciones. Me acerqué y me paré en la puerta, El me miró y sonrió apuntando a la cama que estaba a un lado de la de ella. Miré a Matt y luego, entré a la habitación y me lancé en esta. Matt dejó el bolso sobre la cama y se retiró sin ni siquiera hacer contacto visual. Lia lo quedó mirando al igual que yo. Decidí no prestar importancia ni preocupación y cerré la puerta para cambiarme de ropa. Luego, Kendra llegó sorpresivamente con su equipaje y se acomodó en la cama que sobraba en la habitación, le hicimos un espacio en el armario para que acomodara sus cosas y luego, me recosté en la cama y apenas cerré los ojos, me dormí.
Recuerdo ver la cara de Matt, sonriéndome y me hablaba, como si me hubiera perdonado. Hundía su cabeza en mi cuello, dando pequeños besos en él. Pero luego, me iba a negro.
Desperté cerca de las dos de la mañana y miré a las otras camas, no estaba ni Kendra ni Lia. Cogí un gran chaleco y me coloqué mis zapatillas de dormir. El pasillo en donde dormía estaba medio oscuro, una que otra habitación con la luz encendida. Me acerqué a una de las escaleras y miré hacia arriba, se veían más luces encendidas. Caminé arrastrando mis pies y abrí una de las puertas, vi a Jack G y Lia “jugando” en la cocina, no notaron mi sorprendida presencia. Aguanté la risa y salí de ahí alejándome para que no me oyeran. Seguí avanzando, oía ruidos, voces conocidas pero todo estaba oscuro. Caminé un poco más, hasta que una puerta se abrió a mi lado, iba a soltar un grito, pero me tomaron de un brazo hasta entrar a ese lugarcito, cerraron la puerta e intenté ver asustada quien me había tomado. Matt estaba observando la puerta y lo miré silenciosamente. El lugar era muy pequeño, como un armario. Apenas caíamos Matt y yo, muy apretados. Los brazos de él me rodeaban, podía sentirlo demasiado cerca. Mi cabello estaba hacía un solo lado, el otro descubierto y sentía su respiración cerca de mi oído.
Matt: No hables, pueden encontrarnos -Susurró observando un agujero en la puerta-
Tu: ¿Encontrarnos?, ¿Quiénes? -Me miró y colocó su dedo índice en mi boca emitiendo un pequeño “Sht”-
Matt: Jack J y Shane -Susurró nuevamente-
Tu: -Reí desentendida- ¿Y que tiene?
Matt: Jugamos a las escondidas, si nos pillan tendremos que cumplir una penitencia.
Tu: Ah. ¿Y cuánto tiempo llevas acá? -Esperé su respuesta unos segundos. Sentí su brazo presionando contra mí e intenté voltear de modo en el que pudiera verlo de frente. No lo logré del todo, pero si pude quedar de lado. Su otra mano sujetaba la manilla de la puerta. Lo miré y el a mí, estaba tan embobada por su mirada, por sus tentadores labios, que coloqué mis pies de puntilla para alcanzar un poco más de estatura y cerré lentamente mis ojos. Sentí su respiración cada vez más profunda, más cerca. Sus labios chocaron suavemente con los míos y pude probar una vez más el dulce e inexplicable sabor de sus labios. Al separar nuestras bocas, mi respiración se volvió agitada. Miraba sus labios y subía a sus ojos. Me sonrió y se sobrecargó encima de mi provocando que chocara junto a él en la otra pared y soltó la manilla de la puerta. Me reí inevitablemente y el aún sonriendo, inclinó su cabeza hacía mi cuello sellando pequeños y cálidos besos en este. Una de sus manos sujetó mi cintura, haciendo que mi blusa se levantara nada más un poco. Me dejaba querer por las suaves caricias de él.
Ambos oímos unos pasos por fuera. Matt se alarmó y suavemente quitó una de sus manos de mi cintura y se echó para atrás, observó el agujero de la puerta un par de segundos. Me miró, mi cara era de suspenso y “dulzura” a la vez, el se rió muy bajo y luego mencionó “es Shane” moviendo sus labios. Me incliné sobre él nuevamente, para ver por el agujero también, “vi a Shane” de las rodillas hacía abajo. Iba a decirle algo a Matt, pero el chico que nos buscaba se acercó sospechosamente a la puerta del pequeño armario en el que nos encontrábamos. Miré a Matt casi inmóvil y con una expresión cómica en la cara, noté que quiso reírse pero no podía, así que cambié de expresión rápidamente. Estábamos inmóviles rogando porque no abriera la puerta. De a poco, se alejó hacia otro pasillo. Matt cubrió con una de sus manos mi boca y abrió lo más silencioso que pudo la puerta. Salimos cuidadosamente de ahí y estando fuera del armario, me miró de frente rogándome con señales que no hiciera ningún ruido, asentí con los parpados y de la nada, tomó mi cara con su mano y me dio un sorpresivo beso. Miró hacia ambos lados, entrelazó su mano con la mía y comenzó a caminar por delante de mí con mi mano tomada. Avanzamos un poco, en dirección a la cocina y caminábamos casi de puntilla. Estaba oscuro y la casa era muy grande. Vimos la luz de una linterna aproximándose y nos alarmamos volteando rápidamente. Al voltear, un chico con una linterna alumbrando su cara y con una mirada de miedo nos tapó el camino. No sé si fue la ansiedad o el miedo, lancé un grito y Matt rió. Le di un golpe en el brazo y luego solté lágrimas del susto. Matt se dio cuenta que comenzaba a llorar y me abrazó riéndose aún. Las luces principales se encendieron y todos los que jugaban se acercaban a la sala principal, incluyéndonos. Estando más calmada, me senté en el sofá con Matt.
Jack J: ¿Qué hacían escondidos juntos?
Matt: No… no estábamos escondidos… juntos.
Tu: ¿No? -Le susurré mirándolo-
Shane: -Rió- Tienen que cumplir la penitencia.
Tu: ¿Hablan en serio?, pero yo no jugaba, me encontré a Matt de sorpresa.
Matt: Es cierto.
Jack J: Igual, los pillamos juntos. Quizás que hicieron mientras se escondían… -Le lancé una almohada y se rió esquivándola- Bien, ¿Penitencia juntos o por separados?, ¿Qué dices Shane?
Shane:…
