Step#6

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Disclaimer: Ranma 1/2 y todos sus personajes son propiedad de Rumiko Takahashi. Esta obra fue creada sin fines de lucro.

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— ¡Ranma, tienes que bañarte! —urgió desesperada.

— ¡No lo haré! ¡Con hacer tus necesidades tengo más que suficiente!

—Querrás decir, ¡tus necesidades! —enfatizó la pelirroja señalándola con un dedo acusador.

—Son las tuyas porque estoy en tu cuerpo —obvió la peliazul.

— ¡Pero eres tú el que come y bebe estando en mi cuerpo! Bien podrías no hacerlo si tanto te molesta.

— ¡Y morir de inanición! No, gracias. Ya de por sí tu estómago se llena con nada, ¿cómo puedes estar tan pesada? —dramatizó la peliazul sobándose el estómago.

—Vas a empezar con los insultos, ¡¿en serio?!

— ¡Tú empezaste cuando nos encerraste en tu cuarto!

—Esto no puede seguir así... —murmuró la pelirroja masajeando el entrecejo—. ¡Ya son cuatro días! —repuso frustrada, encarando los obstinados ojos avellana de su interlocutora—. No puedes seguir asistiendo a la escuela así, ¡apestas!

En efecto, llevaban cuatro días con los cuerpos intercambiados, gracias a las artimañas de Happosai. El idiota de su prometido incineró una de las valiosas prendas íntimas del viejo libidinoso hace seis noches, por accidente por supuesto. Y en su ira, el maestro, aseguró que la venganza sería siniestra. Pero nunca imaginó que ella terminaría de pagar los platos rotos junto con él. ¡Maldición! La noche del crimen Akane durmió en la habitación de Ranma y cuando despertaron se encontraron con la improbable novedad que habitaban en el cuerpo del otro. La única prueba de que aquel atropello era obra de Happosai fue el incensario regado sobre el suelo. Y, para colmo, el muy cobarde se había marchado, Dios sabe donde, antes que ellos despertaran. Fue un terrible shock, para los dos. Ranma quedó al borde de la locura, maldiciendo su necesidad de dormir y lo descuidado que fue por bajar la guardia. Afortunadamente la sensatez de Akane era más grande que la histeria del hombre y lograron pactar dos promesas importantes: ella permanecería transformada en mujer hasta que encontrasen una solución y sus familias jamás deberían enterarse. En un descuido decidían casarlos nuevamente, y acordaron que no estaban listos aún. Todo el asunto supuso un gran esfuerzo y trabajo en equipo pues fingir ser el otro requería una actuación digna de elogiarse en el séptimo arte. Para no levantar sospechas sobre la permanencia constante de la pelirroja se excusaron con la premisa que Ranma deseaba entrenar -con mayor seriedad- su forma femenina y Akane sería su compañera de prácticas. Hasta ahí la cosa fue fácil, pero en el colegio la situación era crítica. Huir de las locas, autodenominadas, prometidas de Ranma fue una tortura y tenían que esconderse en cada momento, aunado a los constantes desafíos amorosos de Kuno, aquello era un infierno. Prácticamente habían perdido todas las clases. Akane admitió para sí que "ser" Ranma no era fácil y le guardó respeto al muchacho. Por su parte, Ranma se comportó de lo más caballeroso y evitaba mirar o tocar cualquier parte de su cuerpo, a no ser que fuese totalmente necesario. Como, por ejemplo, en los momentos que la naturaleza obra a en ellos y debían expulsar los desechos de sus sistemas. A fin de cuentas ambos eran humanos, mas no por eso fue menos vergonzoso. Podían jactarse que se conocían mejor de lo que nunca se imaginaron, y mejor de lo que jamás nadie lo haría.

En serio le agradecía a Ranma su precaución, de verdad que sí. Sin embargo en esta ocasión era un monumental inconveniente.

— ¡No apesto! —protestó la peliazul oliendo sus axilas.

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