Disclaimer: Ranma 1/2 y todos sus personajes son propiedad de Rumiko Takahashi. Esta obra fue creada sin fines de lucro.
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Akane tenía pesadillas, como cualquier persona normal. Y, como cualquier persona, solía despertarse entre la noche y deambular para sosegar el susto. Sin embargo, esa verdad universal, no era argumento suficiente que le permitiera acostumbrarse a las repentinas visitas que interrumpían su sueño renovador.
Esa ocasión no fue la excepción y profirió un gritó de horror, que rompió la pulcritud de la noche, cuando visualizó a Akane arrodillada junto a él mientras lo regresaba de la inconsciencia.
— ¡Shhh! —Akane le tapó la boca con ambas manos—. No grites, despertarás a todos —susurró preocupada, liberando sus labios.
—Me asustaste —aclaró con la voz más serena que pudo evocar, al tiempo que estrujaba la camiseta de dormir por la región izquierda de su torso. Definitivamente tener a Akane en su habitación, tan entrada la noche, era algo a lo que difícilmente podría aclimatarse.
—Lo siento. —Se disculpó visiblemente apenada, ocultando sus ojos tras el flequillo.
—Vale, vale. No pasa nada, creo que yo también exageré un poco —admitió con ligereza—. Es que aún se me hace raro, ¿sabes? Es decir, ¡míranos!
No recordaba muy bien como es que llegaron a este nivel de confianza y permisión. Pero fue una noche, justo como ahora, que Akane irrumpió en su habitación sin ninguna ceremonia, sacudiéndolo y llamándolo con urgencia. Cuando su consciencia se aclaró, sufrió un susto de muerte. Y como era de esperarse, con la guardia baja, vulnerable y avergonzado, no pudo evitar insultarla tachándola de pervertida, fisgona y aprovechada. Sin embargo, Akane no sucumbió a sus hostigaciones, se limitó a observarlo con los ojos empapados, el gesto compungido y los hombros temblorosos. Eso lo alarmó, más aún cuando se percató de la palidez de sus labios. Acercó la mano para tocar la nívea mejilla y el roce le envió un fugaz escalofrío. Estaba helada. De súbito, su prometida liberó las lagrimas contenidas y se arrojó hacia él, aprisionándolo en un férreo abrazo. Aquello lo dejó en trance, no sabia que hacer o responder, ¿desde cuándo Akane se mostraba afectada, ante él, sin miramientos? ¿Estaría soñando acaso?, ¿había muerto quizá? ¿Tal vez alguien la había hechizado?, ¿poseída probablemente? ¡No sabía que pensar! Regresó a la realidad cuando los temblores de Akane aumentaron en intensidad y, de cualquier modo, permitió que ella sollozara en su pecho. Pese a ser plenamente consciente que su corazón se agitaba desbocado. Maldito traicionero.
Había sido una pesadilla horrible, según palabras de Akane, pero no era la primera. Le confesó que esos terribles sueños la abrumaban en ocasiones, desde que regresaron de la misión en Jusenkyo. Y de eso ya pasaban tres semanas. Ella tenía dos tipos de pesadillas. Las primeras figuraban, en efecto, las terribles tribulaciones que sufrió en China y las segundas, de las cuales nunca podía acordarse, sólo le dejaban un intenso sentimiento de desespero y profundo dolor. Tal parece que, la primera vez que invadió su habitación en plena madrugada, había tenido pesadillas del segundo tipo, pues se sentía profundamente ansiosa y desorientada... perdida, de algún modo. Y no recordaba nada de lo que fuera que estuviese soñando.
—Por favor... por favor no te alejes —pidió entre sollozos, cuando él trató de terminar el abrazo.
La súplica le partió el alma y, sin razonar mucho las consecuencias o circunstancias, Ranma arrastró a Akane hacia su futón. Para su sorpresa, y agradecida integridad, no opuso resistencia, ni siquiera objetó o cuestionó nada. Ella se dejó hacer, tan dócil y manejable. Eso permitió que constatara lo mucho que le afectaban aquellos sueños. La arropó y le prometió esperar hasta que ella se durmiese; le dijo, bobaliconamente, que él espantaría sus pesadillas. Y ella le sonrió, le sonrió tan sincera y dulcemente que las mejillas le ardieron y sus sentidos se desorientaron. Nuevamente quedó hechizado por ella. Él podía aniquilar todo el mal del mundo sólo por ella. ¿Cuándo tendría las agallas suficientes para decírselo sin olvidarlo?, mejor dicho, sin retractarse. No lo sabía, pero esperaba que fuera en esta vida.

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Step by Step
FanfictionPorque existen relaciones que avanzan poco a poco... paso a paso. Precuela de Ranma 1/2: Kizuato o koete.