Step#4

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Disclaimer: Ranma 1/2 y todos sus personajes son propiedad de Rumiko Takahashi. Esta obra fue creada sin fines de lucro.

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—Ella tiene pesadillas —afirmó solemne.

— ¿Pesadillas?

— ¡Ranma!

— ¡¿Qué?! —El ojiazul levanto los brazos con teatralidad —. ¡Es la verdad!, incluso te alteras tanto que duermes en mi cuarto.

— ¡Oh!, ya duermen juntos... —Tofú intentó aclararse.

— ¡Cállate! —La peliazul se levantó de la camilla como alma que lleva el diablo—. ¡No lo escuche! —dijo con imperativa súplica, mirándolo ofuscada.

— ¡Pero es verdad! —Presionó—. A veces me abrazas y toda la cosa.

— ¡Oh!, toda la cosa... —El galeno miraba alternadamente a los ruidosos prometidos. No estaba entendiendo muy bien matiz de la conversación.

— ¡Cierra el pico!, ¡idiota! —Akane le tapó, bruscamente, la boca a su compañero—. ¡Eso es entre los dos!, ¡me habías prometido no decir nada! ¡Y él no tiene porqué saber eso!

— ¡Quítate! —Ranma repelió con hosquedad el toque de la chica—. Es tu doctor, ¡tiene que saber!

—Ranma... si ya no quieres que duerma contigo —siseó con coraje—.¡Entonces no lo haré! ¡Y no tienes derecho de andar diciendo esas cosas cuando te dé la gana!

— ¡Yo no dije que no quisiera dormir contigo!

— ¡Pues ya no lo haré de todas formas! —Akane se dirigió fuera de la sala.

— ¡Ah!, ¿sí? ¡Pues seré yo quien vaya a tu cuarto! —Ranma la secundó.

— ¡Atrévete!, ¡y te mandaré al otro mundo! —Amenazó levantando su puño.

— ¡Feh! ¡Tú no puedes ni romperme una uña! —ironizó arrogante.

— ¡¿Por qué no vienes y lo compruebas esta noche?! ¡Imbécil!

— ¡Bien! —clamó rabioso, abriendo la puerta con brusquedad y sediéndole el paso a su prometida.

— ¡Bien! —emuló.

— ¡Marimacho!

— ¡Afeminado!

— ¡Bruta!

— ¡Fenómeno!

Los dos eufóricos jovencitos salieron del área de consultas con sonoras zancadas, enfrascados enteramente en su encriptada discusión. Gritaban tan vivaces que los insultos se escucharon más allá del estruendoso portazo de la puerta.

Tofú, por su parte, quedo con estetoscopio en mano, apremiando a su mente para que se esforzara en encontrar el trasfondo, más coherente, del intercambio de palabras que acababa de presenciar. Ya no supo quién dormía con quién, o quién quería y quién no. Y si sólo dormían o hacían "toda la cosa". ¿Akane había invitado a Ranma a pasar la noche es su habitación? El galeno sacudió enérgicamente la cabeza, espabilando las apresuradas conjeturas. A saber de qué estaban hablando aquellos atolondrados. Ese no era su asunto. No, no, no. Aunque... no estaría de más preguntarle a Kasumi, cómo veía la relación de esos dos en casa. Y quizá, esta vez, si fuese capaz de invitarla a una cita. El hombre se felicitó por su buena idea.

Al final, Akane ni siquiera le dio tiempo de examinarla y Ranma pareció olvidar el motivo por el cual habían llegado ahí. Aunque eso no implicaba complicación alguna; Akane estaba en perfecta forma, y su cuadro médico era más que estable y saludable. Realmente no había motivo para que fuera a examinarse con regularidad. La única razón por la que accedió a participar en aquella mimesis sin sentido fue para calmar la ansiedad del obstinado heredero Saotome; quien insistía en llevar a su prometida para realizarle revisiones infructíferas. Logrando constatar lo que ya se sabía: Akane estaba admirablemente sana. Pero, de igual manera, Tofú tenía una mañana entretenida.

— ¡Muy bien! —exclamó al tiempo que se levantaba del banquillo—. Es hora de hacer una llamada.

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