Disclaimer: Ranma 1/2 y todos sus personajes son propiedad de Rumiko Takahashi. Esta obra fue creada sin fines de lucro.
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— ¿Estás satisfecha ahora? —preguntó el azabache con dulzura, mientras retiraba el vaso -ya vacío- de las pequeñas manos de su interlocutora.
La peliazul, por su parte, miró hacia el suelo azorada y asintió como tímida respuesta a la anterior pregunta. Pese a que Akane le permitió llevarla en brazos para bajar hasta la cocina, la niña aún parecía recelosa de su cercanía. Ranma agradeció a los dioses por el persistente miedo de Akane a la oscuridad, hacia cuatro días que se moría por cargarla, por estar cerca de ella. Pero no era suficiente.
— ¿Deseas algo más? —inquirió, anhelando prolongar el encuentro.
Akane negó con la cabeza, renuente a mirarlo e indispuesta a soltar palabra.
— ¿Tuviste una pesadilla? —Ranma se arrodilló a su altura con sumo cuidado, ansioso por saber lo que acontecía en la infantil mente de su prometida.
La niña cuadró su postura y apretó aún más los diminutos puños, se mordió el tierno labio en señal de contención. Ranma también agradeció ser capaz de interpretar aquel familiar gesto, al parecer muchas manías de la infante Akane persistían en su adolescencia.
— ¿Quieres dormir conmigo? —cuestionó con intención inocente. Aunque supuso que, de estar algún tercero presente, interpretaría de manera indecente su proposición—. Puedo patear los traseros de los malos sueños, ¿sabes? Yo te protegeré. —Finalizó su presentación con un tono de suficiencia y confianza, queriendo sonar lo más capaz ante el juicio de su párvula damisela.
Akane lo miró con sus pupilas llenas de confusión y el entrecejo fruncido, parpadeando varias veces en desconcierto; en segundos su gesto transmutó a compungido y la turbación comenzó a cristalizarle los ojos. Parecía que lloraría. ¡Mierda! A Ranma se le marchitó la bravuconería para ser azotado por el nerviosismo. Maldita sea, no quería hacerla llorar.
—A-Akane... —El azabache quiso consolarla, mas detuvo el avance de su brazo frente a la renovada y vehemente negación de su prometida. ¿Por qué?, por qué no podía congeniar nuevamente con ella. ¡Maldición!
— ¿Po-por qué? —Ranma percibió el sonido materializado de sus pensamientos a través de la voz infantil de Akane; fue como si ella pudiera leerle la mente—. ¿Por qué? —La peliazul hipó en esta ocasión, tratando de controlar el gimoteo.
— Por qué, ¿qué? —rogó con sedocidad, ocultando la desesperación por contener y erradicar las lágrimas que se avecinaban entre las iridiscencias avellanas.
Akane regresó la atención a sus pies, escondiendo los ojos tras el flequillo. Ocultando el inicio de su llanto. Tan orgullosa como siempre.
— ¿Es verdad...? —preguntó con la voz quebrada—, ¿es verdad que soy insufrible? ¿He sido una niña mala?
El azabache desorbitó los ojos y su corazón se constriñó en dolor y culpa, trastocado por la palpable aflicción inscrita en las inocentes preguntas. Nunca imaginó que la lastimaría tan hondo, jamás fue su intención atribularla a tal grado. Pero lo hizo, y merecía la muerte. Estúpido malnacido.
— ¡No! —Ranma la tomó suavemente de los delgados hombros, batallando en contener su agarre. No quería asustarla, utilizando mayor fuerza de la necesaria, mas debía evitar una posible huida. Le urgía explicarse—. He sido yo, Akane... he sido yo... lo siento...

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Step by Step
FanfictionPorque existen relaciones que avanzan poco a poco... paso a paso. Precuela de Ranma 1/2: Kizuato o koete.