Disclaimer: Ranma 1/2 y todos sus personajes son propiedad de Rumiko Takahashi. Esta obra fue creada sin fines de lucro.
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— ¿Qué demonios te pasa?, llevas con esa cara de idiota toda la mañana —habló refunfuñona su prometida, sentada al otro lado de la mesa.
Era un día feriado bastante flojo. Salvo por Kasumi, quien preparaba la comida en esos momentos, la casa estaba prácticamente vacía. Él y Akane veían los deportes mientras se llegaba la hora de calmar su apetito.
— ¡Cállate! —atacó—. Tu voz me molesta. Déjame mirar la televisión, tranquilo. Fea. —Con el codo sobre la mesa y descansando el mentón en su mano, Ranma lanzaba su ataque aparentando completa atención a la pantalla. Pero sus pensamientos divagaban por entretenimientos más placenteros.
— ¡Pero mira que eres grosero! —Por el rabillo del ojo observó a Akane cruzarse de brazos y endurecer sus facciones.
— ¡Feh! Tú me llamaste idiota primero —dijo despectivo, haciendo un puchero de fastidio.
—Sólo puntualizaba una verdad —murmuró indignada.
—Pues nadie te la pidió, tonta —menciono tajante, sin ganas de batallar y renuente a encararla.
Y es que no podía, quizá tardaría algunos días para poder plantarle cara sin que sus ojos destellaran la devoción que su cuerpo y espíritu le profesaban. Aquella marimacho lo encandilaba incluso es sus quimeras. Aunque debía admitir que tuvo un sueño maravilloso. Contuvo las inmensas ganas de sonreír bobaliconamente, no quería que Akane confirmara, aún más, sus acertadas observaciones. Pero no podía poner otra cara, estaba feliz. Y aquel estado únicamente lograba llenarlo con Akane. Su prometida. Lanzó un suspiro silencioso al rememorar el plácido descanso de la noche anterior.
Nunca había soñado así con ella, tan tierna y dulce. Estaban en una especie de pradera, reposando perezosos a la sombra de un enorme árbol. Él recostado sobre sus suaves piernas mientras ella le acariciaba la coronilla de su cabeza. Sin hablar, sin pelearse. Sólo disfrutando la mutua compañía. Tan sosegados, tan completos, tan llenos el uno del otro por el simple hecho de estar cerca, de reconocer sus existencias.
Entonces Akane comenzó a arrullarlo. La tintineante y melodiosa voz enmudecía cualquier ruido que intentara alzarse sobre ella; todo lo inundaba, todo lo hechizaba, todo lo iluminaba. Y calmaba su corazón cual bálsamo líquido para el dolor. Aplacando sus demonios, desbordándolo de vida.
Mientras estés siempre peleando, debes sentirte exhausto. Mmmm...
Murmuraba ella al tiempo que enredada los dedos en su flequillo.
Tengo ese sentimiento cuando veo tu rostro al dormir.
Akane le regaló una delicada caricia a su morena mejilla. Él permaneció mirándola en contrapicada, embelesado por las iridiscencias castañas de sus ojos. Incapaz de renunciar al confort de sus atenciones. Se veía tan hermosa...
Por eso buenas noches... sueña... Canto esto para ti.
La canción de cuna de Akane.
Ranma sonrió ante las ocurrencias de sus palabras... «La canción de cuna de Akane», repitió para sus adentros, rebosado de ternura.
Si por casualidad aparezco en tus sueños, quiero que me lleves siendo amable. Mmmm...

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Step by Step
FanfictionPorque existen relaciones que avanzan poco a poco... paso a paso. Precuela de Ranma 1/2: Kizuato o koete.