Caramelos de cianuro »KrAy

Tell me about you

Oh, sé que me quieres ver bajando por toda tu piel. Oh, sé que quieres que me quede, enredarte en mis piernas es lo que quieres.
Downtown- Anitta

YiFan se colocó el cinturón de seguridad, esperó algunos segundos para que YiXing hiciera lo mismo y una vez listo, puso en marcha su auto.

Se podría pensar que ser un hombre multimillonario como él, viajaría a todas partes con un chofer, en un auto lujoso y tres o cuatro guardaespaldas tras él, pero no, Wu YiFan no era así. Tenía un auto precioso y seguro caro, pero no llevaba a nadie más con él. El edificio del que habían salido, era propio de ZiTao, YiFan sólo le había pedido el favor de atenderlo ahí. Así que YiXing ya no tenía idea de en lo que estaba metiendo.

El mayor le pidió salir una vez que el contrato fue firmando, YiXing subió a su auto y juntos se perdieron un poco en las abrumadoras calles del centro de Pekín. El día se mostraba como siempre, ensombrecido por la gruesa capa de smog que simulaba un habitual cielo, poco faltaba para la lluvia y parecía ser uno de esos días deprimentes. Sin embargo no parecía serlo cuando el ambiente en el auto parecía bastante normal. Un par de amigos compartiendo el auto para llevar al otro hacia su trabajo como gesto de amabilidad. YiXing estaba un poco nervioso también, YiFan cargaba con un aura enigmático todo el tiempo, YiXing quería curiosear, saciar la sed de respuestas a todas las preguntas rondando su cabeza. Pero no habían hablado durante treinta minutos, menos lo harían si él era quien iniciaba la conversación. Sin embargo, y creyendo que los pensamientos incluso eran leídos, YiFan acabó con el silencio hablando formalmente.

—No te asustes, sólo voy por un asunto y te llevo a tu casa —explicó un YiFan seguro, con una simple oración que hizo dudar al otro.

—Pero...

—No será más de cinco minutos, en serio.

Y es que YiFan no sonreía, pero tampoco lucía molesto, era fácil saber que estaba relajado y con un humor neutral. Pero la charla no murió, YiFan volvió a hablar.

—Zhang YiXing ¿Qué debería saber de ti?

—¿Eh?

—Bueno, serás mi bebé durante todo un año, supongo que debo conocerte más.

El más joven miró sus manos sobre las piernas, dedicándose a las uñas como si fueran el descubrimiento más grande del siglo. YiFan fue paciente, de alguna forma era su naturaleza esperar un poco, de igual forma suspiró fuerte llamando la atención de YiXing, y con ello, poder hablar nuevamente.

—¿Qué edad tienes? —directo. YiXing sabía que sino respondía le tiraría del auto o algo.

—Veinticuatro.

—Tan joven —YiFan soltó una diminuta risa sin querer ofender—. Yo tengo treinta y dos.

YiXing quiso abrir el seguro del auto y echarse a la carretera para ver si la fortuna estaba de su lado y un auto lo arrollaba ¿es de verdad que es mayor? Se preguntó YiXing mentalmente, preparando su lengua para que no se descontrolara.

—Mientes.

—Puedes mirar mi licencia de manejo —retó YiFan mirando la negativa en el otro—. Creo que nos llevamos...

—Ocho años.

—Parece ser —Por un segundo YiFan le sonrió, tranquilizándolo del mini escándalo anterior—. ¿tienes familia?

—Mi madre y mi abuela.

—¿Hijos?

—Para nada.