Rude

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Sigo siendo aprendiz, en cada beso y con cada cicatriz. Algo pude entender, de tanto que tropiezo, ya sé cómo caer.
Gitana -Shakira



















El aire mañanero estaba haciendo acto de presencia cuando el sol despertó a la ciudad. Estaba helado, pero esa era la magia del amanecer.

Chen suspiró, olvidando realmente la cuenta de las veces que había hecho eso. Le resultaba imposible parar cuando YiXing disfrutaba un descanso entre sus brazos, verlo ahí era como un sueño y él no deseaba despertar.

Al pintor le picaron las yemas de sus dedos, deseaba salir de la cama e inmortalizar entre pintura a YiXing, pero a la vez no quería ni moverse. Irse significaría el despertar de su sueño y es que no estaba seguro de si quería hacer eso.

La noche había sido magnífica y es que Chen no tenía otra palabra para describirla. Obtuvo más de lo que deseaba. Tomó a YiXing, lo hizo suyo más de una ocasión y marcó su cuerpo por todo lugar donde pudo. Tuvieron sexo en la piscina, en el salón de estar y en su cama. Imposible olvidar algo como eso. Chen se contuvo otro nuevo suspiro y pensó que lo mejor era regresar a descansar, tenía toda la mañana para eso.

Sin embargo la idea fue desechada tan pronto como el tono móvil se hizo por toda la habitación. El pintor se apresuró a buscar el maldito aparato antes de que despertara a su invitado, tomó la llamada y suspiró al oír la voz del otro lado.

—Antes de cualquier excusa, espero no hayas olvidado el evento de esta mañana. La exposición se movió de horario pero no afecta nuestra agenda. Tenemos entrevista a las tres de la tarde y no quiero escuchar de nuevo que no te gustan los mariscos, eso vamos a comer. Te necesito listo en diez minutos, estoy abajo.

XiuMin pareció tomar aire cuando dio completa su información, pero Chen no estaba listo para tener una excusa. Había olvidado por completo sus obligaciones, tenía mejores cosas qué hacer pero decirle eso a XiuMin no parecía válido, el mánager era firme con su petición.

—Pues...

—No Chen, no estoy dándote una opción. Diez minutos.

—Uh, dame veinte.

—Cinco.

—Minnie.

—Quince y me estoy arriesgando. Sino bajas subo, tú decides.

—Quince, vale —Chen cortó la llamada, miró a YiXing en su cama y limpió su rostro de frustración. Eso era malo.

No sabía cómo despertarlo, así que sólo regresó a la cama y empezó a besar el rostro del bailarín. YiXing no tardó en abrir los ojos, una sonrisa apareció en su boca y Chen se encargó de besarlo exactamente ahí, dejando que el otro acariciara su nuca. El bailarín dejó en claro su petición, pero con todo el dolor de su corazón, Chen se apartó.

—Buenos días.

—Hola —murmuró YiXing llevando su mano a tallar un ojo— Buenos días Chen.

—Mh.

—¿Pasa algo?

—Sí. Yo, debo irme —YiXing se sentó sobre el colchón y se obligó a despertar, a Chen le dolió el corazón—. Puedes quedarte, no estoy pidiéndote que te vayas.

Caramelos de cianuro »KrAyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora