Estoy ridícula

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-¡Emma, auxilio!

Suspiré y cerré mi libro, marcando cuidadosamente la página.

-¿Qué pasa, Dan?

Él sostuvo un saco delante de su cuerpo y luego otro.

-¿Cuál de los dos? Tengo una cita con Bonnie.

Me golpeé la frente.

-Son idénticos.

-No. Este tiene tres botones y este tiene dos.

-Deja de comportarte como un tonto y ponte cualquiera de los dos. Te diría que te preocupes más por peinar esa melena antes que por la ropa.

Dan suspiró.

-Pero...

-Ponte uno y ya.

-Oye, últimamente estás muy cortante cuando hablo de Bonnie. ¿Qué te pasa?

Que su maldito hermano debe tener su lengua en la garganta de una zorra cualquiera en este momento.

-Nada.-Dije.-Estoy bien. Anda, vístete o llegarás tarde.

Dan sonrió.

-De acuerdo.

Realmente me alegraba verlo feliz, había sufrido mucho toda su vida. Pero no comprendía la cruel jugarreta del destino de poner al hermano de su novia como el chico al que le había hablado sobre mi patética vida.

-Emma, ¿alguna vez has tenido sexo?

Fruncí el ceño.

-No, ¿por qué preguntas?

Se sonrojó.

-Bonnie... Yo...

-¿Te acostaste con ella?-Pregunté, sin poder creerlo.

-No. No aún. Pero la adoro y...

-Mira, yo la conozco hace sólo una semana y me parece que es una locura que estés pensando en acostarte con ella.

Claro que no era una locura que Rupert y yo hubiéramos tratado de hacer lo mismo el día que nos conocimos. Había sido diferente...

-Lo sé, lo sé. Pero creí que si le preguntaba a alguien con experiencia podría obtener algo útil.

-Rupert...-Comencé a decir.

-Bonnie y yo te hemos dicho varias veces que él nunca se acostó con nadie. ¿Por qué sigues dudando? Hay algo que no me estás diciendo.

Me sonrojé levemente y traté de ocultar mi expresión detrás del periódico.

-Emma... Lo estás leyendo al revés.

-Eh... Estoy... Leyendo las respuestas del crucigrama.

¿Qué me pasaba? Jamás inventaba excusas tan idiotas.

Daniel sonrió.

-Creo...-Dijo apartando el periódico.-Que te gusta Rupert.

-No seas ridículo, lo he visto una sola vez en toda mi vida.

-Dos.-Rió.-El choque y la cena con nosotros. Y a saber si no fueron más. Quizás hasta te acostaste con él y por eso pones en duda lo que digo.

Me sonrojé bruscamente.

-Ridículo.

Tocaron el timbre.

Bonnie entró ni bien Dan le abrió la puerta. Se veía muy bien, había elegido un vestido acorde a su tono de piel.

El amor no existe [Grintson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora