El amor no existe [Grintson]

No estoy equivocada

Ocho meses después...

Bonnie. 15:02.
AYUDA. AHORA. DAN ACABA DE PEDIRME MATRIMONIO.

Yo. 15:02.
¿Cuál es el problema?

Bonnie. 15:02.
¿Qué diablos le contesto?

Yo. 15:02.
¡¿No le respondiste?!

Bonnie. 15:02.
Me encerré en el baño con la excusa de que necesitaba lavarme el rostro porque no lo veía bien.

Reí.

-¿De qué te ríes?-Preguntó Rupert acariciando mi cabello con cuidado.

-Cosas de mujeres.

Él besó mi cuello suavemente, buscando quitarme su camiseta.

-Pues puede esperar... Quiero ver tus cosas de mujer...

-Cierra el pico y apártate o ya verás.

Rió y me besó suavemente.

Me sonrojé.

Rupert y yo no estábamos saliendo. Aún. Sólo salíamos juntos una o dos veces por semana y nos besábamos. Mucho. Muchas veces.

Y, como una vez al mes, teníamos un encuentro acalorado como aquella noche... Pero siempre él se detenía antes de verme desnuda.

Me sentía diferente a medida que pasaban los meses. Me sentía atada a él, atraída... Y lo deseaba mucho. Pero también quería verlo sonreír y que me hiciera reír, hacerlo sentir feliz y... No sabía qué me estaba pasando. Mis sentimientos hacia él crecían y eso me asustaba.

Así que en ese momento estábamos durmiendo en mi casa, recién despiertos. Y Bonnie estaba desesperada.

Yo ya sabía que Dan iba a pedirle matrimonio, me lo había dicho.

Yo. 15:03.
¿Qué quieres contestarle?

Bonnie. 15:03.
Que sí.

Yo. 15:03.
Entonces díselo y ya.

Bonnie. 15:03.
No puedo. ¿Qué pasa si él cambia de opinión después o si...?

Yo. 15:03.
Dan está loco por ti y de verdad siente algo muy fuerte. Si te lo ha pedido es porque realmente quiere casarse contigo. Además ha de estar igual de nervioso que tú.

Bonnie. 15:03.
Tienes razón.

Yo. 15:04.
¿Dónde está el pero?

Bonnie. 15:04.
No hay pero. Voy a casarme con él.

Yo. 15:04.
Así se habla.

Al no recibir respuesta dejé el móvil sobre mi mesa de noche.

Rupert enterró su rostro en mi cuello y abrazó mi cintura.

-¿Con quién hablabas tanto?

-Con Bonnie. Dan acababa de pedirle matrimonio.

Rupert se separó de mí y me miró, alarmado.

-¡¿Qué?!

Tomé su rostro y lo besé.

A su pesar, cerró los ojos y me correspondió acercándome a sí por la espalda.

Él usaba unas camisetas bastante ridículas. Muy ridículas, de hecho. Y siempre tenían la misma forma. Pero me encantaba la manera en que sus manos marcaban mi silueta debajo de ellas, mientras me sentía envuelta en su aroma.

Enredó sus piernas con las mías y sentí una presión en mi estómago.

-¿Ya? ¿No es un poco temprano?

Se sonrojó.

-No puedo controlarlo. No si es contigo.

-Puedo ayudarte...

-No.-Sus orejas se volvieron escarlata.-Yo puedo hacerme cargo después.

Besó mi cuello otra vez y tanteó mis pechos por encima de la ridícula camiseta.

Jadeé y acaricié su nuca.

Él había comenzado a levantar el borde de la prenda, descubriendo mis muslos y mi vientre. Faltaba poco para...

Mi teléfono sonó.

Tratamos de ignorarlo pero era bastante insistente.

Rupert se rindió y estiró su mano para alcanzarlo.

-Es Dan.-Me dijo tras leer la pantalla, tendiéndome el aparato.

Atendí con un bostezo.

-¿Hola?

-¡Voy a casarme con Bonnie!

Sonreí.

-Felicitaciones.

-Estoy tan feliz que voy a gritar.

Oí a alguien corriendo, una ventana abriéndose y a Dan gritando "¡Voy a casarme con Bonnie!".

-Hasta yo lo he oído.-Protestó Rupert.

Le sonreí y enseguida su expresión se suavizó.

-Dice Rupert que está contento por ustedes.-Dije al auricular.-Pero él tiene una forma particular de expresarlo.

Rupert rió y me besó. Traté de apartarlo, pero no tenía fuerza ni ganas.

Dan dijo algo a lo que no le presté atención y oí un regaño de Bonnie por gritar...

-Dan... Tengo que colgar.-Dije.

Rupert me quitó el teléfono de la mano y lo apagó sin separarse de mi boca.

Sonreí.

-Serás mi cita para la boda... ¿Verdad?-Susurró.

Sentí un cosquilleo en el estómago.

-Claro.

-Algo bueno tiene que tener esa boda, entonces.

Su boca se adueñó de la mía y cerré los ojos para corresponderle.

Me gustaba despertar así con él. Y eso me asustaba.

¿Y si... Y si había estado equivocada...?

No, no.

El amor no existe.