Sollocé y abracé al helado.
-No es justo, ¿por qué sí abrazas al helado y a mí no?-Preguntó Rupert frunciendo el ceño.
Reí y enjugué mis lágrimas.
-Nunca has visto una película con una chica, ¿verdad?
-Nop.
Él me atrajo hacia sí y me acarició los pies con los suyos.
Sonreí y enterré mi rostro en su cuello para besarlo.
Oí un suave gemido y esbocé una sonrisa contra su piel.
-Estás fría.-Protestó al sentir el helado contra su vientre.
Solté una carcajada y me separé de él.
Estaba vestida ridícula. Tenía el pijama rosa chillón, la bata de seda amarilla y las pantuflas de unicornio estaban en el piso, junto a los zapatos y calcetines de Rupert.
Acaricié sus pies con los míos y dejé el helado sobre la mesa ratona.
-¿Qué quieres cenar?-Pregunté.
-A ti.
-¿Y algo que sea comida?
Sus ojos atraparon a los míos y me costó mover la mirada. Estaba hipnotizada por su sonrisa.
-Podemos pedir una pizza y cerveza.
-Mmm... Está bien. Pero no hace falta que pidas cerveza.
Rupert se encogió de hombros y llamó por teléfono.
Pidió mi pizza favorita aunque a él no le gustara. Sonreí.
-Las cosas que hago porque te quiero.-Dijo cuando, tras abrirle al cadete y pagarle, tuvo que comer una porción.
Mordí mi labio inferior y lo besé.
Estábamos en el sofá otra vez, comiendo y viendo una película. Yo no estaba prestando mucha atención porque Rupert estaba a mi lado acariciándome.
-¡Me encanta esta canción!-Dije poniéndome de pie.-Ven, baila conmigo.
Tomé su mano y lo atraje hacia mí. Comenzamos a bailar suavemente, sus manos en mi cadera y las mías en su nuca.
Me las ingenié para llegar a la despensa de la cocina y sacar una botella.
Sin dejar de bailar con él, logramos abrirla y beber unos cuantos tragos.
Rupert rió y tomó mi cintura.
-Diablos.-Susurró observándome.-Ahora me verás hacer el ridículo.
-Dudo que sea peor que cantar y bailar a los gritos.
Sonrió y me hizo girar. Quedé de espaldas contra su pecho y sentí su erección contra mi espalda.
Gemí. Y él también, bajando su boca a mi cuello.
-Emma... Eres hermosa...-Murmuró.
Tomé su rostro, volteando para verlo, y lo besé.
Él se tambaleó y se movió hacia adelante, cargándome hasta el sofá.
Me eché sobre su cuerpo y bebí otro trago.
La bebida era fuerte y quemaba. No me importó. Rupert me quitó la botella y me imitó.
Entre los dos la acabamos en pocos minutos.
Mi cabeza comenzaba a dar vueltas y mis manos hormigueaban.
El siguiente beso me descolocó.
Él deslizó sus manos por mi espalda desde mi trasero hasta mi nuca, levantando la bata.
Oí una canción de la película y comencé a cantar, apartándome de él y subiendo el volumen.
Rupert rió y me acompañó. Ninguno de los dos cantaba bien pero no importaba.
Lo abracé contra mí y subí la voz.
-Emma, voy a desvestirte.
Sonreí.
-Tendrás que atraparme para hacerlo.
¿Así se sentía estar ebria? Mi cabeza estaba embotada y no comprendía la situación a mi alrededor.
Apagué el televisor y corrí hacia mi cuarto. Rupert me siguió y me atrapó contra el marco de la puerta.
-¿Qué bebimos?-Preguntó, sus ojos fijos en mi boca.
-Aguardiente.-Dije.-O algo así. Hace años que está ahí.
Mi cuerpo deseaba a Rupert ferozmente. No podría parar si seguíamos. Y no quería parar.
-Veo.
Besé su cuello lentamente.
-Mmm... Emma... Recuerdo que... Dije... Que íbamos a derretirnos... No hablaba tan literal...
Reí y dejé que gimiera.
Nos movimos hacia la cama...
Él desató mi bata y la arrojó al suelo.
Metí mis manos por debajo de su camiseta y acaricié su vientre y su pecho.
Jadeó contra mi boca.
-Em. Voy a desvestirte.
-Deja de decirlo y hazlo.
No quería parar. Mi cabeza daba vueltas. No debía ser bueno beber a esa velocidad pero no importaba.
Nada importaba.
Le quité la camiseta mientras sus manos se acercaban a la parte superior del pijama para quitármelo.
Sonreí. A que no se esperaba verme en ese sostén.
Sus ojos se oscurecieron con lujuria y besó mis pechos por encima del sujetador de encaje.
-Diablos.-Dije.
Eché la cabeza hacia atrás y gemí mientras su mano liberaba a mis senos de su prisión.
-Vaya, vaya.-Murmuró besándolos otra vez.-Estás excitada.
-Tú me pones así.
-Lo sé.
Cerró los ojos y comenzó a morderme suavemente. Jadeé. Era delicioso.
Arañé su espalda y lo atraje hacia mí para besarlo.
Él se deshizo de mi pantalón y yo del suyo.
-Me haces cosquillas.-Susurré al sentir el vello de sus piernas contra las mías.
Sonrió.
Lo miré fijamente a los ojos y lo desvestí.
Él se sonrojó y trató de cubrirse.
-Rupert.-Jadeé en su oído con voz seductora.-De seguro quieres que te acaricie.
Gimió al sentir mi boca en su cuello y mis manos entre sus piernas.
-Emma...
-Esta va a ser la mejor noche de tu vida, Rupert.
Él sonrió y tomó mi cadera.
-¿Te asegurarás de ello?
-Sí.
-Me gusta la idea.
Lo besé furiosamente.
-Y a mí.
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El amor no existe [Grintson]
Fanfiction-Entonces...-Dijo Dan rodeando a Bonnie con un brazo.-¿En qué estábamos? -Sobre el amor.-Contestó Bonnie besándolo. Aparté la mirada con incomodidad. Rupert me imitó. -¿Emma?-Preguntó, mirándome. -No estoy viendo a nadie.-Respondí.-El amor no existe...