El amor no existe [Grintson]

Comprenderás pronto

-No llores.

Le pasé un pañuelo.

Bonnie sollozó y se sonó la nariz.

-Pero... Pero...

-Sé que hay algo más que sólo esto. ¿Qué pasa?

Ella enterró su rostro en sus rodillas.

-No puedo decírtelo. Pero si quedara embarazada sería malo por ahora.

-¿Eres infértil?

-No, no es eso.

-¿Entonces?

Ella no respondió. Suspiré y le di un abrazo.

-No llores.

-Es que fui tan tonta...

-Pero no era la primera vez...

-No, no, sólo que la primera vez casados debía ser especial y no... No así, no estando borrachos ni... Ni sin recordar...

-Bueno, nena, ya está, no llores.-Pedí.-Piensa que ahora que sabes cómo es estar ebria no volverás a hacerlo.

Bonnie rió.

-Además no puede haber estado tan mal.

Ella se mordió la lengua.

-Bueno, no. Es cierto.

Sonreí.

-¿Lo ves? No llores. ¿Qué tan mal pudo haber estado?

Bonnie enrojeció.

-De hecho fue... Mejor... Sin la vergüenza en medio...

-Te lo dije. Ve al médico y explícale lo que ocurrió. Te entenderán.

Bonnie asintió y me dio un abrazo.

-Gracias, Emma.

-No hay de qué.

Silencio. Palmeé su espalda con cariño. De verdad nos habíamos vuelto amigas.

-¿Has visto que oficialmente somos cuñadas?-Preguntó.

Sentí que todos los colores se concentraban en mi rostro.

Bonnie rió.

-Fue tan dulce. Se puso de pie sobre una mesa por ti.

Mordí el interior de mis mejillas.

-Sí, bueno...

-Vamos, Em. Sabes que lo amas.

-El amor no existe.

-Ni tú ni Rupert siguen creyendo eso.

-¿Rupert no? ¿Qué te ha dicho?

Cuando me di cuenta de lo que había preguntado fue tarde. Bonnie soltó una carcajada.

-No me ha dicho nada, es mi hermano y lo conozco.

Me sonrojé.

-De cualquier forma, el amor no existe.

-Eso creen hasta que se ven a los ojos y se besan. Todo el mundo se ha dado cuenta de eso.

Me sonrojé. Sentía algo cuando Rupert me besaba... Pero era deseo. Combinado con mucho cariño, quizás, pero no amor.

-Sólo deseo estar con él.

-Porque lo amas.

-No.

Me cubrí los oídos.