El amor no existe [Grintson]

La novia de Dan

-¿Vas a seguir tratando como un patético o me vas a dejar ayudarte?-Pregunté al ver que Dan no conseguía desmoldar un budín.

-Lo haré yo. Mis suegros y mi cuñado no pueden creer que cocino mal o...

El timbre sonó. Dan palideció.

-Maldición.

Corrió hacia la puerta y abrió.

Una chica pelirroja entró al apartamento y soltó una carcajada.

Dan llevaba un delantal floreado mío y una gorra de chef.

-Hola, Bonnie.

Ella lo besó suavemente.

-Sabes a budín.

-De chocolate. ¿Te gusta? Yo lo hice.

Bonnie rió otra vez y asintió.

-Me gusta.

-Ella es Emma Watson.-Dijo Dan señalándome.-Es mi mejor amiga... Prácticamente somos hermanos.

Sonreí y me acerqué. Bonnie me dio un abrazo.

-Gracias por invitarnos a tu departamento hoy, significa mucho para mí.

Sonreí y la abracé también.

-Un gusto conocerte.

-Igualmente.

-Cuidado.-Dije apartándola un poco.-Me he quemado y me duele si me tocan.

-Lo siento.

Bonnie se apartó enseguida.

-¿Necesitan ayuda?-Preguntó.-Mis padres y mi hermano ya vienen. Vine antes por si acaso.

-Tengo que desmoldar un budín.

Reí.

-Hace veinte minutos que está intentando y no ha podido.

Bonnie rió.

-Yo lo ayudaré.

Sonreí y me dejé caer en el sofá mientras los dos tortolitos se hacían arrumacos en la cocina.

Cerré los ojos y suspiré. ¿Quién necesitaba a un chico? Tonterías.

Pasaron varios minutos hasta que oí a Dan exclamar con alegría.

-¡Lo hice! ¡Te lo dije, Emma!

Puse los ojos en blanco y tomé un libro que estaba sobre el sofá para distraerme mientras Dan preparaba lo que quedaba de la comida.

Odiaba cocinar. Trabajar en ese bar me había quitado el gusto por hacerlo, aunque debía admitir que no lo hacía nada mal.

El timbre sonó. Me levanté a abrir. Era una pareja un poco mayor.

-Somos los padres de Bonnie. Mi nombre es Julie y él es mi esposo Mark.

Sonreí y estreché sus manos.

-Emma. La mejor amiga de Dan. Pasen, por favor.

Bonnie sonrió al verlos allí.

-¿Y mi hermano?

-Tuvo un trabajo de último momento, no pudo venir.

Ella frunció el ceño.

-Es una pena. Él y Emma se llevarían bien.

-Estoy segura de que lo conoceré en otra ocasión.-Dije.

Bonnie asintió, un poco más animada.

-Genial.

Dan sirvió el almuerzo tras saludar educadamente a sus suegros.

Contuve una risa al ver que no se quitaba el delantal, y cuando se sentó entre Bonnie y yo, lo pisé disimuladamente para advertirle.

Al darse cuenta, se lo desató y se quitó el gorro de chef.

El almuerzo estaba delicioso, realmente.

Los padres de Bonnie eran muy amables y risueños. Me recordaban al chico con el que había chocado.

-Mañana podemos salir a bailar.-Dijo Bonnie.

Dan palideció. Odiaba salir a bailar, pero asintió.

Ella sonrió.

-Sólo bromeaba.-Dijo.-Podemos cenar con mi hermano. Emma, ¿te gustaría venir?

Asentí. No conocía a su hermano pero Dan me mataría si lo dejaba solo con su cuñado.