Capitulo 3 -Sapos no convertidos en príncipes

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Después de unos cuantos días me entere que Charlie estudiaba en el mismo instituto que yo, eso me facilitaba las cosas, ya no tendria que buscarlo a diario en la tienda, así podre molestarlo en ambos lugares, y duplicar mi venganza.

Es lunes y casi es la hora del almuerzo. Todo el fin de semana estuve planeando mi primera fase de venganza, y por fin podre llevarla a cabo, solo necesito la perfecta oportunidad para que todo salga bien.

De cierta manera no me preocupaba, contrate a unos cuantos chicos para ayudarme, chicos que no les interesa en absoluto meterse en problemas, lo único que hace falta es esperar un momento indicado para mandar mi primer ataque.    

CHARLIE POV

No puedo creer que en todo el fin de semana no pude sacar la imagen de esa chica de mi mente, pero no crean que de una forma amorosa. NO. Solo pienso en su maldita manera de ser, en las posibles maneras de asesinarla, gracias a su estúpido amigo estuve todo el fin de semana con una bolsa de hielo en el estómago.

Gracias a eso he estado todo el día de mal humor, necesito sacar todo este estrés que tengo dentro de una o otra forma.

Caminaba tranquilamente por los pasillos de la escuela, era la hora del almuerzo pero yo no acostumbro comer la asquerosa comida de la cafetería, prefiero esperar la hora de salida.

Como sea, de todos modos me gusta caminar por la escuela a esta hora porque todos están en la cafetería, así que tengo tiempo para estar a solas y poder pensar.

Entonces vi una chica linda parada sacando muchas cosas de su casillero, era bastante linda, de altura baja con el cabello rubio atado en una coleta alta, me pregunto que estará haciendo en los pasillos en vez de estar comiendo, decidí acercarme. La chica no es fea y en estos momentos necesito algo que aleje mis pensamientos de esa chica ¿Cómo era que se llamaba? Me parece que Dayana, ese fue el nombre que todos mencionaron cuando había desaparecido de la fiesta toda mojada y las personas comenzaron a susurrar. Reí al recordarla.

-Hola

-Hola –La chica rubia giro a verme. Tenía una hermosos ojos verdes- 

-¿Quieres que te ayude? –Me ofrecí al verla con tantas cosas en las manos-

-Te lo agradecería mucho –Me sonrió-

-¿Puedo preguntar porque estas sacando todas tus cosas del casillero?

-Es que quería otro casillero y después mucho tiempo de pedir el traslado me lo han otorgado –Ambos comenzamos a caminar hacia el que supongo será su nuevo casillero-  

-¿Y porque quieres el cambio?

-Bueno aunque suene estúpido –La chica hizo un gesto de timidez- quería estar cerca de los casilleros de los populares 

-¿Qué?

-Sí, es que bueno… -Comenzó a tartamudear, baya que esta chica es tímida- ya sabes los chicos populares y las chicas linda y todo eso… -No entiendo una mierda de lo que está diciendo, yo lo único que quiero es estar lejos de todas esas personas, personas superficiales, que su ego y su egocentrismo es más grande que su pretensión, y esta chica dice que quiere estar cerca de ellos, no lo entiendo-

-Olvídalo, es que nadie puede entenderme

-¿Cuál es tu nombre? –Le pregunte acercardome a ella y acorralándola a una de las paredes- 

-Ana –Dijo con timidez y en casi un susurro-

-Bueno Ana tal vez no lo entiendo, pero si me lo permites me gustaría comprenderte –Le hable con la voz mas profunda y sensual que pude. Yo no acostumbro seducir chicas pero estoy un poco estresado y tal vez una noche de sexo me ayude-

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