Capitulo 18 -Pestilencia

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Vimos una película llamada “Armadas y peligrosas” creo que jamás en mi vida me había divertido tanto. En definitiva a partir de hoy mi actriz favorita es Sandra Bullock.

Estar sentada en el espacioso sillón de la sala en la casa de Charlie, disfrutando (raramente) de su compañía, mientras comemos palomitas de caramelo y reímos como locos en cada escena de la película, es simplemente genial. Durante las dos horas que pasamos, ninguno de los dos hablo, sin embargo, en el ambiente no había tención, simplemente éramos dos personas que se odian disfrutando de una buena película.  

Cuando finalizo el film los hermanos de Charlie llegaron junto con Fallon. Les explicamos porque no habíamos ido de la pista, claro modificando algunas cosas.

Por algunos segundos en mi mente surgía la pregunta ¿Después de lo que paso hoy, las cosas cambiaron entre Charlie y yo? No lo sé, pero yo ya tengo la idea perfecta para vengarme de él. Solo es cuestión de ver algunos detalles para poder llevar a cabo mi malévolo plan. No lo tomen a mal, pero Charlie me debe una jugarreta y me la tiene que pagar.

Al día siguiente Charlie pasó por mí en su moto. Gracias a dios mis padres ya se habían ido a trabajar y no vieron llegar a un tipo desconocido en una motocicleta con apariencia de haber estado en algunas carreras clandestinas. Solo espero que las chicas de servicio no digan nada. Yo sé que ellas me protegen mucho y que piensan que debería tener más amigos, pero Charlie Anderson no es precisamente la clase de amigo que imaginan.

Justo antes de aparcar en la escuela, Charlie volteo a verme y con cara de no haber dormido ni un poco me dijo;  

-Lo que hablamos ayer no cambia las cosas. Para mi sigues siendo la niñita caprichosa hija de mami y papi  
-Me alegra porque para mí sigues siendo el chico más estúpido y cretino del mundo
-Entendido

El día siguió su curso, las personas aún hablan de mí y una “supuesta relación entre Charlie y yo”, pero como ya les había comentado, lo que los demás digan me da igual.

-¿Dayana dime que los rumores tuyos y de Charlie son mentira? –Miles no podía dejar de preguntarme eso desde esta mañana, y por más que le digo que no, el insiste en que hay algo raro-
-Ya te dije unas 999 veces que entre ese cretino y yo no hay nada masque un odio puro
-Es que no entiendo porque él tiene que traerte a la escuela
-Su madre es una persona muy linda y ha insistido en que se haga de esa manera –Fallon era una persona increíblemente amable y no podía decirle que no quería que si hijo me llevara y trajera porque nos odiamos mutuamente-
-Bien, pero a una así no me agrada para nada que este cerca de ti –Dijo no muy convencido por mi argumento- cambiando de tema ya tengo lo que me pediste
-¡Genial! ¿Dónde lo tienes? –Estoy ansiosa por ver la cara de Charlie al descubrir mi pequeño regalo- 
-Está en una caja en mi auto
-Excelente ve por ella

Miles desapareció por la puerta de la cafetería mientras que Marian y Alan se acercaban a hablar conmigo.

-Hola mujer desaparecida
-Hola chicos –Los salude a ambos-
-Desde que hablas con Miles casi no hemos podido platicar. Tanto Alan como yo queremos saber cuál será tu venganza por lo de tu carro –Marian era de las chicas que solución exagerar, sin embargo, creo que en este ocasiones le daré la razón. Últimamente, en las horas escolares estoy más con Miles que con ellos, pero es que Miles tiene ese no sé qué, que es como no sé cómo-
-Me alegra que pregunten porque justo en unos minutos verán un verdadero espectáculo –Les conteste maliciosamente-
-No me lo perdería por nada –Marian expreso una sonrisa de complicidad al igual que Alan-

-¿Qué le harás?          
-Es una sorpresa

Miles reapareció por la entrada. Cargaba una caja de cartón, parecía algo pesada, pero no demasiado. Me levante de la mesa y con pasos apresurados camine directo hacia mi objetivo.

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