Me quite los pantalones deseando no haberme puesto las pantaletas de arcoíris esta mañana. Tanto Charlie como yo nos quitamos
el resto de la ropa, pero la pregunta de oro en este momento es ¿Qué mierda me voy a poner después? Creo que no pensé en ello antes. Mierda.
Moje mi cabello, mi cara y casi todo mi cuerpo con el juego de tomate. El olor en la habitación comenzó a disminuir paulatinamente.
Nota mental; Los zorrillos no son nunca una opción.
-Esto es asqueroso –Dije de repente después de unos minutos de silencio-
-Perdóne su alteza no pude conseguir algo mejor –Golpe el brazo del chico de alado mío-
-¡No es por eso! Es simplemente que el hecho de que un zorrillo me orinara encima no es de mi agrado
-Tú tienes la culpa
-Claro que no, es tu culpa –Alegue-
-¿Mi culpa? Yo no te obligue a que llevaras un zorrillo en una caja
-Fue porque lo que le hiciste a mi auto –Era cierto que era 100% culpable por lo del zorrillo, pero esto no hubiera pasado si el cretino de Charlie no hubiera empezado-
-¡Tu pintaste mi motocicleta de rosa!
-¡Me enfermaste!
-¡Me humillaste!
-¡Todo esto es porque actuaste como un completo cretino en la tienda! –Si recapitulamos nos podremos dar cuenta de que era verdad, todo esto es por su estúpida actitud de cretino matón-
-Tú fuiste la que entro a la tienda con sus aires de grandeza -¡Basta! Esto es demasiado, no seguiré discutiendo con alguien tan cabeza hueca. Con mi mano derecha salpique la cara de Charlie con el líquido rojo. Iniciando una pelea entre juego de tomate.
Mis ojos se cerraron al sentir como Charlie me salpicaba sin piedad. Mis brazos daban manotazos sin sentido entre la sustancia.
Pase de estar furiosa a reír sin control en solo un instante. Admitámoslo esto es gracioso aquí y en China.
El baño se llenó del sonido de nuestras risas. Por muy extraño que parezca me estaba divirtiendo.
-¡Basta! –Charlie se tuvo de repente- esto es culpa de Michael y se acabó
-Tienes razón. Esto es culpa de Michael –Volví a reír. Gire mi mirada y me di cuenta que Charlie estaba mirándome fijamente, como si se tratara de la criatura más extraordinaria del mundo-
-¿Qué? –Pregunte-
Pero Charlie no contesto, tiro de mi nuca firmemente atrayéndome hasta su boca. Al principio mis labios no respondieron al beso, pero al sentir los suyos moverse con los míos me deje llevar. Su lengua se introdujo de abrupto en mi cavidad, el roce de su carnoso miembro con el mío era algo delirante. El abastecimiento de oxígeno en mis pulmones comenzaba a disminuir. Me separe de sus labios tratando de recuperar la mayor cantidad de oxigeno posible, eche mi cabeza hacia atrás dándole el acceso total a mi cuello, el cual con desenfreno comenzó a besar volviéndome totalmente loca.
Regreso a mis labios, rosaba, mordía, succionaba, hacía con ellos lo que le placía, y por mí, no había problema alguno.
Quiero asesinarme, y quiero hacerlo por dos razones 1) Me estoy besando desenfrenadamente con Charlie Anderson en una bañera llena de juego de tomate y 2) Me encanta hacerlo.
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Conquistalo
Roman d'amourDayana Presley & Charlie Anderson se odian, se detestan y luchan por hacerse la vida imposible día a día. El cree que ella es una chica hueca, superficial, y que solo cree en lo material. Ella cree que él es un idiota por juzgar a las personas por...