Narra Liz
Al llegar a casa, mis padres casi mueren de un infarto. Les contamos lo sucedido y agradecieron que estuviéramos todos vivos. Mi padre, sin que mi mamá se diera cuenta, me dijo que se sentía orgulloso de mí, "Los Smith jamás abandonamos a un compañero, ni bajamos los brazos" fueron exactamente sus palabras. Aunque nos regañaron y a mi me castigaron hasta el día de mi cumpleaños número 20. El año pasado no quise festejar por todo lo ocurrido con Alex, pero este... Este tiraría la casa por la ventana.
Llevábamos meses planeando la que sería la fiesta del año. Y por fin el día llegó.
La relación con Alex iba viento en popa. Yo le conté todo, absolutamente todo lo que sucedió con Tobías y el decidió perdonarme, ya que comprendió mi situación.
Con Tobías las cosas estaban muy bien, él y Alex hicieron una especie de tregua, ya no se pelearon ni discutían. Aprendieron a convivir ya que somos parte del mismo círculo de amistades. Conmigo, sin embargo, las cosas se veían medias ásperas. No compartíamos tanto tiempo juntos ni me visitaba a mi casa. Decidimos mantener un poco las distancias para no seguir confundiendo las cosas.
Él no sabía que yo aún lo amaba con locura.
Muchas veces en mi vida he oído que es imposible amar a dos personas a la vez, y con la misma intensidad. Yo, Liz Smith, les confieso que no es imposible. Es muy posible, y doloroso.
Veía a Alex ayudando a mis padres con la comida, Mateo a su lado le tiraba del pantalón. Sí, se trajo a Mateo a vivir con él. No sabía si realmente era su hijo, pero decidió criarlo como si lo fuera, y eso me enorgullece. Es un niño muy dulce, y formamos un vínculo realmente hermoso. Él me dice tía Liz, ya hemos hablado mucho sobre lo que ocurrió con su mamá y lo comprendió enseguida. Aveces llora por las noches mientras pide por ella, y yo corro a su lado para consolarlo. Alex ha demostrado ser muy buen padre, estoy feliz de que Mateo haya encontrado a una persona como él para compartir su vida.
Me giré sobre mis talones y mis ojos se encontraron con él. Tobías ayudaba a Sam y a Jane a decorar la sala principal. Los tres reían mucho. Realmente habían hecho de su amistad un lazo irrompible. Les llamábamos "Los tres mosqueteros" o como les decía Milena: "Las tres flores de la costa".
Giró su rostro y mis ojos se encontraron con los suyos. Ladie la cabeza y una sonrisa se escapó de mis labios. Lo vi regalarme una tierna sonrisa triste y luego negar con la cabeza. Como si se estuviera diciendo a sí mismo que eso no estaba bien. Y lo entiendo, ¡uf! Sí que lo entiendo...
La noche llegó muy rápido. Mis padres se iban de viaje porque decían que no querían molestar, que ya era mayor de edad, y soy "consciente y responsable sobre mis actos". Palabras textuales de mi mamá.
La casa rápidamente se llenó de gente y la música retumbaba muy fuerte. Era una noche agradable de octubre. Mis 20 años. El tiempo ha pasado tan rápido.
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Más que una Pesadilla [MQUS #2]
RomanceMi querida Liz: Es tanto lo que quisiera decirte, pero el tiempo del que dispongo es muy escaso. Me gustaría poder contarte todo con lujo de detalles, pero temo no poder terminar de escribir esta carta. Cuando alguien diga que yo no te amo, ¡no le...