~ 23

11 4 0
                                    

-¿Qué estás haciendo aquí, Derek? Pregunté temerosa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-¿Qué estás haciendo aquí, Derek? Pregunté temerosa. Ladeó su cabeza y sonrió. Todo mi ser vibró ante su mirada.
-Estoy aquí por ti, Liz. Respondió.
-¡Tu no has venido a buscarme! Repliqué. -¿Por qué carajo estás aquí? Quise zafarme de su agarre pero me apretó aún más.
-¿No lo ves? Preguntó.
-¡No! ¡Lo único que veo es que mi mejor amigo me está llevando a mi propia tumba! Comencé a golpearlo con mis puños en el pecho.
-He estado enamorado de ti desde que tengo diez años, Liz. Confesó. -Te lo he demostrado de mil maneras distintas... Pero tú nunca quisiste verlo. Sus facciones se endurecieron.
-¿Y por eso me retienes aquí? ¿Con James? No podía creerlo. Realmente esperaba algo así de cualquier persona, pero no de él.
-Es la única manera para poder tenerte. Acarició mi rostro con la yema de sus dedos.
-¿¡Qué mierda te pasa!? Exclamé exasperada, quitando su mano de mi rostro de un golpe.

Varios pasos a nuestras espaldas me sacaron de foco. Agustín, uno de los matones de James, tomó a Betiana del pelo y comenzó a arrastrarla por el suelo.

-¡Por favor! Fue mi culpa que escaparan. No les hagan daño, yo fui quién las soltó y las obligó a seguirme. Le rogué. Los ojos de Agustina y Betiana me daban las gracias, repletos de lágrimas por salir.

James apareció por mi espalda y me tomó del cuello con su brazo.

-¿Creíste que llegarías lejos? Me preguntó en un susurro. -Creo que ya conoces a Derek. Sonrió.

Mis ojos se encontraron con los de la persona que siempre creí mi mejor amigo, mi hermano... Nunca hubiese creído esto si no lo veía por mí misma.

La situación me desbordaba. Me sentía engañada, traicionada.

La persona con la cual lloré noches enteras.
La persona con la que reí hasta que el estómago me dolía.
La persona con la que compartí viajes.
La persona con la que más de una vez dormí en la misma cama, sin temor alguno, porque él era mi mejor amigo.

¿Cómo fue capaz de hacer esto? ¿Cómo yo fui tan ciega de no ver que algo malo ocurría con él? ¿Por qué, simplemente, no habló conmigo? Y expresó sus sentimientos.

El llanto y la angustia me colapsaron. Caí al suelo de rodillas involuntariamente.

Nadie fue capaz de sostenerme. Derek sólo me observaba.

Si tan sólo Alex estuviera aquí...
Si tan sólo Sam estuviera aquí...
Si tan sólo... Tobías estuviera aquí.

Este tormento no cesaba. Esta maldita pesadilla no tenía fin.

James me levantó de un brazo y me condujo hacia la habitación. Al entrar en ella me arrojó a la cama, haciendo golpear mi frente contra la pared.

Un hilo de sangre comenzó a descender por mi tabique. Lo palpé con la mano y levanté la vista, para encontrarme con James y Derek allí parados.

Derek tenía un leve temor en sus ojos. Pero su rostro no tenía alguna otra expresión. Se veía frío, distante. Ese, definitivamente, no era mi mejor amigo.

Más que una Pesadilla [MQUS #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora