~ 15

16 4 12
                                    

Hola hermosas, antes de leer pongan Play a la canción de YouTube que está aquí arriba y si pueden lean mientras se reproduce

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hola hermosas, antes de leer pongan Play a la canción de YouTube que está aquí arriba y si pueden lean mientras se reproduce. ☝️

Eran al rededor de las dos de la madrugada, me encontraba sentada en mi cama, y no podía dormir.

Miraba el hermoso anillo que brillaba en mi dedo, y aún no podía creerlo.

Mi teléfono celular comenzó a sonar, y suspiré antes de atender.

-¿Hola?
-¿Vas a casarte? Fue lo primero que oí. -¡Por favor, Liz, dime que no es cierto! Suplicó Tobías, al otro lado de la línea.

Jane ya había hablado con él. Grave fue mi error al hablar con Sam, pero no sabía a quién acudir. Ya que Derek y Milena no respondían sus teléfonos.

-Lo siento... Respondí y bajé la mirada. Abrí la puerta que daba a mi balcón y salí a la oscuridad de la noche.
-¿Por qué, nena? Tobías comenzó a llorar. Levanté mis ojos hacia el cielo y lentamente mi vista se empañaba a causa de lágrimas.
-Atravesé provincias, países... Todo sólo por recuperarlo. Respondí, mientras me apoyaba de espaldas al barandal del balcón. -¿Cómo podría rechazar su propuesta?
-¿Lo amas, Liz? Me preguntó.
-¡Sí! Respondí segura.
-¿Lo amas como a mí? Replicó. No hubo respuesta. No podía darle una respuesta concreta a ello. -¡Escapemos lejos, nena! Ven conmigo. Suplicó.
-¡No puedo, Tobías! ¡No puedo! Bajé la mirada, frustrada.
-¿Por qué? Gritó. -¿Por qué no puedes? Bajó un poco la voz.
-¡Mereces ser feliz, maldita sea! Respondí, mientras cataratas de lágrimas caían por mis mejillas.
-Yo soy feliz sólo contigo, Liz.
-¡Eso no es cierto! Elevé la voz. -¡Sólo te produzco dolor!
-¡No! Podía sentirlo golpear sus puños contra algo. -¡Eres lo más puro y real que me ha pasado en toda mi vida! Suspiró y los ruidos cesaron.
-¿Por qué no puede ser más sencillo que esto? Dejé caer mi cuerpo al suelo.
-¡Porque nos amamos, Liz! ¡Nos amamos!
-¡Debes ser libre, nene! Intervine. -¡Debo dejarte volar! Mi llanto aumentaba, pero tapaba mi boca con una mano para ahogarlo un poco.
-¡Que me corten las alas! ¡Joder! -Me interrumpió. -No las quiero si no vuelas conmigo.
-¿Realmente no ves que destruyo todo lo que amo? Le pregunté entre sollozos. -Te he lastimado de mil maneras distintas.
-¡No me hagas esto, nena! Suplicaba.
-Realmente lo siento. Confesé. -¡Aléjate, Tobías! ¡Aléjate de mi!
-¡Deja de despedirte! Gritó. Y su voz retumbó en todo el aire que respiraba. -¡No pienso bajar los brazos! ¡No! Y me giré de golpe, al darme cuenta, que su moto había frenado justo abajo de mi ventana. Dejé el celular sobre una mesa que había allí.
-¡Por favor, no lo hagas! Implore. Pero mis súplicas fueron en vano. Tobías comenzó a trepar hacia mi habitación, como lo hizo aquella vez que regresó a Argentina.

Sus ojos estaban hinchados y repletos de lágrimas que deseaban salir.

Avanzó a grandes zancadas, cortando la distancia que nos separaba.

-¿Esto es realmente lo que quieres? Me preguntó.
-Sí, cariño. Respondí.
-¿Serás feliz a su lado? Ladeó la cabeza y una lágrima se escapó de sus hermosos ojos.
-Eso espero... Le dije mientras la limpiaba, con todo el dolor que aquello estaba provocando en mi. Sonrió de lado.
-¿Alguna vez te dije cuanto te amo y lo perfecta que eres? Acunó mi mejilla con la palma de su mano.
-¡Creo que me lo dices muy a menudo! Reí con tristeza.
-No sé si algún día se alinearán nuestros planetas, y nosotros por fin podremos estar juntos... Pero soy feliz al poder verte sonreír. Suspiró.
-¿Es que no lo ves? Pregunté mirándolo directamente a los ojos. Esos ojos que me enamoraron una cantidad incontable de veces. -Nuestros planetas están alineados. En esta vida, o en la que sigue, nosotros volveremos a encontrarnos siempre. Siempre nuestros caminos logran chocarse. Comencé a llorar. La situación me desbordaba.
-Quisiera que fuera tan sencillo como el simple hecho de que me digas "Hola".
-¿Y si te digo que te amo? ¿Eso estaría bien? Pregunté.
-¡Si sigues hablándome de esa manera creo que voy a enloquecer! Comenzó a negar con la cabeza.
-¡Te amo, Tobías! Levanté su mentón con mi mano para que me mirara.
-¡Y yo te amo a ti, Liz! Se lanzó a mis brazos y lloramos juntos.

¿Cómo se sigue después de algo así? ¿Después de tener que elegir un corazón que romper? ¿Qué se hace cuando una se encuentra entre la espada y la pared?

-¿Creés que podamos ser amigos? Me preguntó.
-¿Qué dices? ¡Por supuesto que sí! Golpeé su hombro con el mío.
-¿Y creés que pueda organizar tu despedida de soltera? Enarcó una ceja. Comencé a reír, con ojos llenos de lágrimas.

Mi mirada se encontró con la suya. Ambos a punto de explotar en un llanto desgarrador. Me lancé a sus brazos y sus labios me buscaron. Lograron encontrarme rápidamente. Me aferré a él como un náufrago a la orilla. Y deseé que el mundo acabara allí mismo.

Me tomó con ambas manos por la cintura y me levantó del suelo. Ingresamos a mi habitación sin separar nuestros labios. Me arrojó de espaldas a mi cama y rápidamente se quitó su chaqueta. Se lanzó sobre mi buscando mi boca de nuevo. Sus besos lo llevaron hasta mi cuello y yo levanté el mentón para darle un mejor acceso.

Rozó cada pedacito de mi cuerpo, besó y mordió cada parte de mi ser.

Una última noche.
Una última vez juntos.
Un amor eterno, en cada reencarnación.

Un amor eterno, en cada reencarnación

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hola hermosas, soy mala. Lo sé. Aún falta un poco más de este camino por recorrer.

¿Será este hermoso encuentro el final de su historia?

Les dejo un beso enorme, más tarde les publico otro capítulo. En multimedia una hermosa canción que va con lo sucedido en estas líneas.

Si pueden pongan a reproducir mientras leen. Si no, escuchenla antes o después de leer.

Besos 😘

Más que una Pesadilla [MQUS #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora