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Intenta poner la zanahoria en la nariz del muñeco de nieves de apenas un metro, pero ahora tiene una mente retorcida gracias a un medico demasiado guapo y pervertido. Los dos botones negros que ibas a los ojos TaeMin decidió ponerlos en un lugar mejor, junto a la zanahoria.

MinHo del bolso saca una bufanda violeta y un gorro rojo porque esta idea fue de él, se levanto con la idea de ver a TaeMin, pasar tiempo con el jugando a los vídeo juegos o evitado cambiar el pañal de SunHee, la pequeña hermana de TaeMin de tan solo ocho meses de nacida.

Al querer intentar poner el gorro de lana de color rojo, MinHo noto que había algo mal. El muñeco no tenía ojos, ni nariz, ni boca. Frunció el ceño al notar a que Dung Su (El nombre que decidió ponerle TaeMin al hombrecillo de nieves) no tenía rostro, pero al ser algo completamente blanco más abajo resalto la zanahoria y los dos puntos negros debajo.

TaeMin le había hecho un pene de zanahorias y testículos de botones negro.

MinHo estallo a risas, provocando que TaeMin diera un leve brinco por el susto de la "angelical risa silenciosa" del peli negro.

— No te rías — Dice el albino frunciendo de apoco su ceño notando que MinHo no detenía su risotada — no podía dejarlo así indefinido. Si le puse nombre de varón, entonces hay que hacerlo varón.

Para TaeMin era necesario el pene anaranjado y los testículos redondos y negros para que todos sepan que es un verdadero hombre de nieves, un verdadero macho de nieves.

— ¿A dónde iras? — Pregunta MinHo tomando el gorro de lana y poniéndolo a la cabeza del muñeco.

— ¿Uh?

— ¿A qué universidad iras? — tomo la bufanda y se la paso a un TaeMin dudoso para que abrigue el cuello inexistente de Dung Su.

El albino no responde, frunce los labios y coloca la bufanda a su creación de sexo masculino.

— No lo sé. Solamente quiero ser el mejor medico.

La zanahoria y los botones fueron sacados del muñeco, MinHo asentía transformando su rostro alegre por uno serio. Suspira dejando que un albino lo mire con sus ojos color avellana, la decisión de TaeMin era muy evidente tanto que a su amigo con derecho a besos le moleso.

No lo hacía con intención de maldad, de lastimar o por dejarse llenar la cabeza por las cosas que oía de una persona. TaeMin lo hace porque cree que le gusta esa carrera, porque le parece llamativo y un cierto punto en poder ayudar a la gente y más a su pequeña hermana, le gustaría poder ser pediatra y atender a todos los niños y bebes.

Cree que le gusta la medicina y cree que su sueño es ser pediatra, cuando en realidad todo lo hace por un hombre mayor para poder impresionarlo y escuchar de aquellos labios varios consejos y palabras de aliento. Porque le gusta verlo a él con la bata blanca, el estetoscopio en su cuello y como a veces lo veía atender a los alumnos que de verdad estaban enfermos, la mirada seria con el termómetro en sus manos fijándose la temperatura, como solamente él entiende de nombres químicos de medicamentos y "drogas" como lo suele llamar JongHyun.

— Mientras no te arrepientas de esa decisión.

Porque nadie sabe lo que pasara en el futuro, no es muy certero que JongHyun esté a su lado después de este año, no es seguro el sentimiento de JongHyun hacia el albino. MinHo sabe que esas intenciones con TaeMin no son buenas, ni siquiera los sentimientos son de amor.

TaeMin lo miro con el ceño frunciéndose de a poco, no entendió lo que MinHo le supo decir.

MinHo resopla y cambia su rostro nuevamente con esa sonrisa encantadora que hace derretir a las bobas. TaeMin no afloja su ceño cuando lo ve acercarse con la zanahoria y los botones en las manos.

Los ojos de un albinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora