El sonido del galope del caballo negro montado por el joven rubio resonaba en el silencio de ese oscuro y frondoso bosque de las afueras del Castillo en la madrugada. La luna parecía acompañar de a ratos iluminando su camino, pero unas enormes nubes grises amenazaban con cubrir todo el cielo negro para desatar la furia de una latente tormenta. Hacía más de un día que Adrien había escapado de su casa tras tomar la decisión de dejar todo atrás, las actitudes de su padre habían terminado de destruir la poca alma que la enfermedad y muerte de su madre le habían dejado.
No tenía un destino, ni un objetivo. Solo quería huir, irse lejos de todos y de todo, incluyéndolo a él mismo.
Los relámpagos convertían el cielo en un espectáculo enceguecedor cada vez que se encendían y eran seguidos de fuertes truenos que podían oírse no muy lejos de donde ellos estaban, para dar paso, a continuación, a ese olor a tierra mojada por las pequeñas gotas que pasaban a través de las frondosas copas de los árboles del bosque, golpeteando el suelo a un ritmo que de a poco se intensificaba y comenzaba a preocupar a Adrien.
- Vamos, Plagg, debemos buscar un lugar donde refugiarnos! - Le habló a su caballo a la vez que golpeaba el costado del abdomen con sus talones para acelerar la marcha. Sus rubios cabellos se pegaban a los lados de su rostro al irse mojando por el agua que caía dificultándole la visión y el camino se hacía cada vez más escabroso, entorpeciendo el avance del gran animal. - Rayos, no conozco esta parte de éste maldito bosque!! - Exclamó al sentir que había estado avanzando en círculos. La visibilidad dentro de ese oscuro conjunto de árboles era casi nula debido a la densa cortina de agua, y Plagg se estaba quejando demasiado a cada paso que daba.
De pronto, el corcel relinchó y frenó en seco su galope, sorprendiendo al muchacho que se sostuvo como pudo de las riendas y estribos para no caer hacia adelante debido a la inercia.
- Plagg! Qué sucede?! - Preguntó Adrien preocupado por los bufidos, pequeños saltos y pasos en falso que el animal estaba haciendo hacia los lados y hacia atrás, sacudiendo su cabeza. - Hey, amigo, tranquilo! Debemos continuar! - Intentó agudizar la vista para descifrar qué era lo que estaba molestando a su caballo de tal manera que no lo dejaba avanzar. Y allí estaba, una larga serpiente aspid que se arrastraba por las rocas a través de los charcos que la lluvia había formado, amenazándolos con su lengua que entraba y salía de su boca, mostrando los colmillos. - Ay, carajo, vamos Plagg, muévete! -
Tiró de sus riendas pero el animal estaba demasiado asustado como para responder. Cuando la serpiente estuvo a centímetros de ellos el negro caballo levantó su torso moviendo rápidamente sus patas delanteras y, relinchando en un volumen muy alto, arrojó al muchacho hacia atrás que, debido a que se encontraba todo mojado por la lluvia, no pudo sostenerse. Adrien resbaló para caer de forma muy brusca y con tanta mala suerte, que golpeó la parte trasera de su cabeza contra una de las rocas sobresalientes del suelo, quedando inconsciente al instante mientras el agua se mezclaba con la sangre que comenzó a salir de la cortante herida en su nuca.
*-*-*
Un paño embebido en agua fría reposaba sobre la frente del joven rubio que muy de a poco comenzó a fruncir sus párpados para intentar abrirlos, su visión estaba aún borrosa y no podía identificar el lugar en donde se encontraba. Era una habitación humilde, estaba recostado sobre una cama de heno y lienzos al lado de lo que parecía un hogar a leña en donde un pequeño fuego ardía de forma muy sutil. Las ventanas estaban cubiertas pero podía distinguir que en el exterior ya era de día por los rayitos de luz que se colaban a través de los agujeros de la opaca cortina. Se sentó sobre esa improvisada cama y se tocó la nuca adolorido.
- Dónde estoy? - Se preguntó mirando para todos lados a medida que sus ojos se acostumbraban a esa tenue iluminación.
- Tranquilo, muchacho... - Una voz detrás suyo lo alertó, haciendo que retrocediera asustado hasta chocar su espalda contra la fría pared de piedra. - Estás a salvo. -
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Entre Amor y Espadas - Miraculous Ladybug AU
FanfictionElla, con un destino fijado desde el día en que nació. Él, decidido por completo a dejar toda su vida atrás. Un encuentro fortuito que convierte la curiosidad de la Princesa en obsesión y la lealtad del Fugitivo en deseo. Será el amor explosivo el q...